Andalucía Deporte

Samuel Molina, el fan de Floyd Meriweather que lucha contra los tópicos

Lucas Haurie
Lucas Haurie
02/10/2023

La vida de Samuel Molina es un constante carrusel de combates del todo a la nada. No hay término medio para este malagueño que desde los 13 años sufre, se divierte y se juega sus decepciones y alegrías en el ring. Ha sido varias veces campeón de España y arrancó bien su carrera en el peso welter, pero su ímpetu no fue suficiente para conquistar el Europeo de París por decisión arbitral el pasado mes de junio. Lo bueno para él es que existe revancha continua.

Estaba en la camilla de tatuajes, cuando una inesperada llamada de su mánager le encaminó al Europeo en categoría superligero. No se lo pensó porque era una oportunidad soñada. Así de atrevido es Samuel Molina, que sólo dispuso de 25 días para prepararse el gran combate frente al francés Franck Petitjean. En un duelo muy ajustado, con intercambio de golpes, el galo acabó imponiéndose por decisión mayoritaria de los jueces. "No pasa nada, familia. Esto acaba de empezar", tranquilizó el malagueño a sus seguidores, desencantados por el desenlace. 

El mes de junio había arrancado de ensueño con el triunfo ante el argentino Dorian Maidana en la categoría FIB Youth del peso welter en el Holiday World Resort de Benalmádena. Con vaivenes en el combate, sin un claro dominador, fue en el sexto asalto cuando el andaluz mandó a la lona a Dorian con un fuerte derechazo. Samuel Molina remató al argentino con una combinación contra las cuerdas que obligó al árbitro a detener el combate. 

La familia de Samuel siempre había estado en contacto con las artes marciales. Influenciado por ese ambiente, el boxeo fue un destino natural. Su carrera arrancó en un humilde gimnasio con un saco de boxeo. Ningún otro deporte le había contagiado tanto. Era pura atracción fatal. Desde sus inicios, nunca se puso grandes metas. Forjarse como una buena persona ha sido su objetivo. No le deslumbraron sus primeras conquistas

El trabajo, el esfuerzo y la disciplina son las máximas de Samuel Molina, que siempre quiere pelear contra los números uno. Si llega a la cúspide, desea hacerlo después de ver arrodillados a los mejores. Floyd Meriweather es su ídolo. Entre pelea y pelea, una de sus misiones es dar a conocer el boxeo y combatir contra los tópicos. "Es España nos hemos quedado en las películas de Rocky Balboa", se lamenta. Samuel Molina ve más allá de las apariencias y se queda con los valores de un ambiente sano, tolerante y generoso en un mundo bastante desconocido. Por algo, le apodaron La Esencia.



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