
Curro Cabeza y Diego García: Una pareja con estrella
![]() Lucas Haurie 10/03/2025 |
Curro Cabeza y Diego García forman una pareja con buena estrella en el tormentoso mundo del pádel, dividido por conflictos comerciales. De hecho, el boicot de los 100 mejores jugadores del mundo como medida de presión para el circuito y la Federación Internacional les abrió las puertas de la gloria en el Premier Padel P2 Gijón, el primer título profesional de dos andaluces que se entienden de maravilla. Con 17 y 18 años, respectivamente, presentaron sus credenciales para acumular 600 puntos e impulsarse de manera descomunal en el ranking. Un enfervorizado Palacio de los Deportes de la Guía, que se entregó a la valentía y calidad de dos niños, asistió a la derrota de los Mágicos Gonza Alfonso y Tolito Aguirre. Los andaluces derrumbaron la resistencia de los argentinos, favoritos en el torneo y números 1 en el A1Padel de Fabrice Pastor, en el tercer set por 6-3.
Curro Cabeza, MVP en tierras asturianas, exhibió todas las condiciones que llamaron la atención en la prestigiosa Gustavo Pratto Academy durante la pretemporada en enero y febrero. Marbellí, zurdo, es cuñado de Andrés Coello, de quien recibe consejos a diario, aunque Curro siente predilección por Agustín Tapia, pareja de pádel de Coello. Juega desde los 3 años, ha ganado el Mundial de Menores y dos Campeonatos de España. Diego García, de La Línea de la Concepción, arrancó en el pádel con 13 años y de casualidad porque en un torneo faltó una pareja y se puso a jugar, junto a un amigo. Fue campeón de Europa en 2022 y comparte una ambición enfermiza con el malagueño. Desean medirse sin miedos a los mejores jugadores del mundo. Quieren aprovechar la wild card para participar en Marbella en el Málaga P1 en julio.
La vida de ambos es el pádel con entrenamientos diarios, viajes por toda España y búsqueda de patrocinadores, mientras compaginan sus estudios. Siempre estarán en deuda con Gijón, donde prometieron volver cada año. Entran en el Top 100: Curro Cabeza se coloca el número 68, tras escalar 108 posiciones, mientras que Diego García adelanta 139 puestos y es el número 83. Buenos supersticiosos, se negaron a que el entrenador compareciera en tierras astures, cuando se clasificaron para cuartos de final. Siguieron guiándose por las consignas previas de su preparador y por la intuición y la sabiduría innata que exhiben en cada partido. Sueñan con ser los número uno del mundo.