
Pepe García: Entre Davidovich y Alcaraz 'chico'
![]() Lucas Haurie 05/05/2025 |
Añoró la Semana Santa, pero su ausencia tenía un buen motivo: Pepe García se estaba entreteniendo en conquistar el Conde de Godó en su categoría sub 14. No para de darle alegrías al Club de Tenis Oromana, de su localidad natal, Alcalá de Guadaíra. Arrasó al local Rafael García (6-4 y 6-0), pero demostró también que no se amilana ante nadie, ya que apeó en semifinales al gran favorito, Jaime Alcaraz, el hermanísimo de la gran estrella del momento, presente en la grada barcelonesa, y su ídolo indiscutible. Pepe García cambió de herramientas. Empezó a los tres años en el pádel con su hermano mayor, pero acabó decantándose por el tenis, cuando tenía cinco años. Sus padres tenían claro que eran más provechosas las raquetas que las palas. Juntos se han entrenado innumerables veces. Tantas que le quitan tiempo a sus clases en el instituto. Su hermana es quien se encarga de que no le falten apuntes y esté al día con sus exámenes. El sevillano tiene claro que será tenista profesional, pero su madre está siempre al quite para que no abandone los estudios. También es su sombra en las entrevistas. Es un menor y mejor que esté asesorado.
Nada está descuidado. Un psicólogo se encarga de vez en cuando de la estabilidad emocional de Pepe García, en una edad difícil y sujeto a las emociones de los resultados. En enero, en la misma pista, había conquistado la primera etapa del Rafa Nadal Tour by Santander. Esta victoria y la reciente del Godó alteraron el ambiente en su instituto, donde todos le idolatran y le hacen bromas. El alcalareño exhibe un buen repertorio de estilos durante el partido, bien agresivo, bien defensivo, y él mismo reconoce que se parece bastante al malagueño Davidovich. “Tiene muchos recursos, aunque a veces se le va la cabeza, como a mí, pero voy mejorando con la experiencia que voy cogiendo”, se ríe Pepe García, que ya trabaja en este aspecto para evitar altibajos durante un mismo partido.
La música y el ajedrez también formaron parte de la vida de infantil. “Era muy protestón”, desvela su madre. Su familia forma una coraza para proteger de distracciones a Pepe García y, más importante, para que el éxito no se convierta en su peor enemigo. En cierta manera, se siente maniatado con tanto cordón de seguridad, por eso disfruta la libertad en la tierra batida, se desboca para alcanzar sus sueños. Aún le quedan unos años para la edad adulta, pero algunas decisiones trascendentes le toca definir. Miembro de la selección española, es posible que su formación prosiga lejos de Alcalá de Guadaíra.