El meteoro del golf andaluz

Lucas Haurie 25/01/2021

Las matemáticas y la física le apasionan, pero no tanto como el golf, que ahora practica en la dorada California y en los torneos que el maldito coronavirus permite. Álvaro Mueller-Baumgart, de padre alemán y madre malagueña, se mudó a la rimbombante UCLA para terminar de labrar el esplendoroso futuro que le espera cerca de figuras como Jon Rham o Sergio García. Desde el puesto número once del ranking amateur afronta la temporada de su consolidación. 

Exponente de la prolífica cantera del Real Club de Golf de Guadalmina, el marbellí sigue ajustando su agenda para engrosar las vitrinas. El pasado verano agarró el Campeonato de Andalucía en el Club de Golf La Cañada con vueltas de 67, 74 y 68 golpes, para acabar con un -4, que saboreó por una ventaja mínima sobre Víctor Borjlow. Fue su particular desquite al inicio de julio a meses de aburrimiento, como suele confesar, durante el estado de alarma que le impidió seguir sus rutinas de gimnasio y salidas al green por la tarde. Unas dos horas de lunes a viernes y cinco los fines de semana. 

Álvaro confirmó las excelentes prestaciones que deslumbraron en 2019. En apenas tres meses se adjudicó el Campeonato de España sub-18 en Las Pinaillas (Albacete) y el título nacional absoluto en La Coruña. Con apenas 16 años se llevó los dos torneos más importantes del calendario español. En septiembre le puso la guinda con el Internacional de España sub-18 en el Sherry Golf. Ha sido el único en celebrar estos tres eventos en una misma temporada. El malagueño acabó cuarto en la Copa de Andalucía, séptimo en el campeonato de Barcelona y tercero en la Copa del Rey, la competición más reñida de todas ya que reúne a participantes de todo el mundo. Ese 2019 fue para enmarcar. Su progresión fue tan meteórica que pasó del puesto 601 en el ranking a situarse entre los diez primeros, justo por detrás de cinco estadounidenses que tomarán el relevo de Tiger, Dustin Johnson, Brooks Koepka o Spieth. 

Nació en Múnich, por eso es acérrimo del legendario Bayern, pero con dos años su familia se trasladó a Marbella. Con tres o cuatro su padre ya se lo llevaba a pegar bolas en la cancha de prácticas de San Pedro. El futuro estaba escrito, aunque no pierde de vista los estudios. Allí, en la Universidad de California, podrá compaginar libros y deportes al sol, porque no pierde de vista graduarse en ingeniería. De natural tímido, se expresa con vehemencia en el campo, tanto si da un buen golpe, como si la pifia. Ha mejorado el físico, sobre todo, para prevenir lesiones de espalda y su fuerte es el drive. Le está pegando fuerte y a la calle, además progresa adecuadamente en el putt, gracias a los consejos de su entrenador Castor Gómez y del técnico de la Federación Andaluza, Iván Hurtado. Álvaro Mueller-Baumgart se embelesa con Tiger Woods y con el golpeo de Rory McIlroy. Pronto compartirá glorias con ellos.