De la piscina al voley

Lucas Haurie 19/04/2021

Pertenece a la Generación UJA, deportistas de alto nivel, profesionales en muchos casos, pero que compaginan su tiempo con una carrera deportiva. Ocurre con Andrea Redondo, nacida en Barcelona, sevillana de adopción y jienense de manera temporal por su estancia en la Universidad de la ciudad. Siempre dedicó su tiempo libre a la natación, pero a los nueve años, con su cambio de residencia a Tocina, localidad sevillana, hizo sus pinitos en gimnasia rítmica, ya que en el pueblo no había piscina cubierta. Como no terminaban de convencerle las cintas y mazas, puso sus miras en el voleibol, donde empezó con dudas y acabó como un cohete.  

Después de unos comienzos muy duros en el Tocina Rosales, porque no tenía la técnica base para jugar, sus rápidos progresos le llevaron a ser parte de las selecciones sevillana y andaluza, con la que debutó en Valladolid en 2014. A los 15 años inició su aventura profesional en Almería, donde guardaban buenos informes de sus participaciones en categorías inferiores como receptora, con una gran versatilidad en la recepción y potente salto. Jugaría en los equipos juvenil y senior del Bus Bam Volley de Superliga 2, pero podía continuar con sus estudios. Andrea se benefició del método de trabajo del Bus Bam, especialista en captar talento joven, desconocido, para que ir formándolo en sus categorías inferiores y cubrir las bajas por lesión o sanción que se produjeran durante la temporada. Así se fue curtiendo la deportista sevillana. 

Durante su carrera de Fisioterapia pudo relacionarse con otros deportistas de elite y compartir experiencias y sinsabores. La Universidad de Jaén se encargaría de proporcionarle el ambiente más agradable con un calendario de exámenes y clases adaptados a su vida profesional, además de becas con ayudas económicas. Mucha constancia, esfuerzo, disciplina y ganas han sido los motores de Andrea Redondo para conseguir sus metas. Esa disciplina y organización que le inculcaron desde que aterrizó en el voleibol le sirvieron para aplicarlas a su vida universitaria. Después lo completaría con un Máster de fin de semana y ahí sigue dándole vueltas a los libros para seguir formándose. Sus campeonatos con Andalucía y Sevilla los guarda en su memoria como oro en paño.