El multicampeón de La Rambla

Lucas Haurie 26/04/2021

El palmarés de Alfonso Cabello deslumbra. Un oro y dos bronces paralímpicos entre los Juegos de Londres 2012 y Río 2016; récord mundial en 2014 en la localidad mexicana de Aguascalientes con un tiempo de 1:01.6; nueve títulos nacionales, el último en el Campeonato de España del Kilómetro en Galapagar, y campeón del mundo en el kilómetro C5. Mitos del ciclismo español como Pedro Delgado, Óscar Pereiro y Carlos Sastre le han ofrecido siempre su apoyo a este cordobés con innumerables galardones que reconocen su trayectoria. 

Una discapacidad en el antebrazo de nacimiento marcó su infancia. A los seis años ya estaba practicando deporte, porque su lema siempre ha sido no rendirse a las adversidades. Hasta los diez años hizo natación en el club Fidias, uno de los grandes referentes para el deporte adaptado en España. También dedicó un tiempo al baloncesto y no mucho al fútbol. Un vecino de La Rambla le dio su primera bicicleta, con un solo freno. Aunque no estaba adaptada, Alfonso Cabello ya ganaba carreras. A los cuatro o cinco años, sus padres le ofrecieron una bici con la que pudo explotar mejor sus condiciones, esas con las que sobresalía a base de esfuerzo, mientras sus amigos salían de fiesta los fines de semana. 

Así llega a 2011, cuando celebra su primer triunfo en carretera, pues en sus inicios alternaba pista y carretera. El seleccionador le dejó fuera de la lista en el Mundial de Dinamarca, que fijaba los puestos para Londres 2012. Con esta puerta cerrada, se decidió por la pista, a la que se adaptó fácilmente por ser un velocista. Su gran año, con oro incluido en los Juegos Olímpicos ingleses, le abrieron un mundo de posibilidades, que se confirmaron con aquel extraordinario 2014, con el oro mundial, el récord personal y la marca nacional sin discapacidad. 

2013 fue extraño. El cordobés se mudó a Madrid, donde disponía de un velódromo a tan solo cuarenta minutos de casa, pero se sentía solo. Cambió a Pozoblanco y se decantó por miniconcentraciones en Galapagar y Palma de Mallorca durante la temporada. Alfonso Cabello se ha medido en varias ocasiones a deportistas sin discapacidad para demostrar que pueden competir al máximo nivel. Sí echa en falta mejores ayudas económicas con un sistema obsoleto que premia más a otros deportistas de elite. 

Orgulloso de ser un ejemplo para otros deportistas que vienen de abajo, suele repetir que nada es imposible, como volvió a demostrar en Galapagar, en una pista que conoce al dedillo. Tras un intenso mes de marzo, su gran desafío tiene los colores de Japón.