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Una brújula que apunta a los JJOO

Lucas Haurie
Lucas Haurie
22/09/2021

Lucía Misas observaba atentamente con su abuelo las evoluciones de sus padres en un peculiar deporte. Un mapa y una brújula son las únicas ayudas que acompañan a los participantes de orientación. Hay que realizar un recorrido, de manera individual o en grupo, en ciudades o entornos naturales. La sevillana ha vivido un verano bastante emocionante. Se clasificó para el Campeonato del Mundo absoluto de la República checa, que fue cancelado, pero compensó con su presencia en el Mundial júnior de Turquía. Sus resultados fueron discretos y pagó la inexperiencia de sus 19 años, pero tomó nota para siguientes eventos internacionales. 

Con 12 años empezó a animarse a ser orientadora. Casi no se entrenaba, pero sacaba buenos resultados. Disfrutaba del ambiente y de la posibilidad de hacer deporte en plena naturaleza. En Sevilla el club ADOL (Asociación Deportiva de Orientación Lince) es el gran exponente de este deporte de origen escandinavo. Lucía Misas, natural de Montellano, está enrolada en éste y desde hace dos años en el SK Uusi finlandés. La progresión fue tan rápida que su pueblo se le quedó pequeño, aunque se entrenaba en un club pequeño de un municipio cercano. Se marchó a Madrid a compartir piso con otros compañeros de piso. La sevillana compagina deporte y estudios gracias a una beca. 

En 2020 se quedó en blanco. La pandemia eliminó casi todas las pruebas y el confinamiento fue un suplicio. La mala experiencia se quedó atrás. Lucía Misas recuperó el terreno perdido y se convirtió en internacional absoluta. Pasó la clasificatoria de Soria y se quedó sin vivir el Campeonato del Mundo de la República Checa, donde iba a disputar a principios del pasado mes de julio tres de las cinco modalidades, el sprint, la carrera de media distancia y el relevo clásico. 

En Turquía, en el Campeonato del Mundo júnior, Lucía Misas finalizó en el puesto 62 en sprint, la prueba más rápida. En media distancia no consiguió el pase a la final, que sí disfrutaron Isaac Hernández y Patricia Toledo. Y en la prueba individual de distancia larga acabó en el puesto 91. La experiencia le valió para conocer la alimentación de sus rivales, cómo se preparan, cuántas horas duermen y adquirir detalles que le valdrán para el futuro. Tiene el sueño olímpico apuntado en rojo, aunque aún no es prueba admitida. “Es un deporte que está teniendo cada vez más visibilidad. Lo puede ver mucha gente porque hay puntos para espectadores y resulta atractivo. Espero que llegue ese momento en el que pueda representar a España en unos Juegos Olímpicos”, expresa.