La nueva realidad financiera

División de Honor

Bernardo Ruiz 06/07/2022

La inminente crisis económica cuya sombra planea desafiante sobre los mercados nacionales e internacionales condicionará los proyectos del fútbol no profesional en un futuro inmediato. Los clubes se afanan en cerrar la memoria económica de la próxima temporada y los descendidos a la División de Honor, la categoría de oro del mapa autonómico, blindan su capítulo de inversiones con el fin de adaptarse a la nueva y cruda realidad. Hasta el momento, las ayudas institucionales y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han sido determinantes para aquellas entidades que han participado en la Tercera Federación.

La UD Tomares y el Cabecense serán los dos embajadores de Sevilla que competirán en la División de Honor tras su descenso del ejercicio precedente. Sus tesorerías se someterán a una tensión en la que contribuirá la pérdida de efectivo procedente de las subvenciones federativas. Durante el curso 2021-22, el Programa Impulso 23 de la RFEF destinó 37.000 euros a todos los clubes del último torneo de rango nacional para el desarrollo de la profesionalización y 3.000 adicionales a ambos en concepto de viajes. Así, Tomares y Cense recibieron una inyección de 40.000 euros.

Para la temporada 2022-23, en la que las subvenciones son tuteladas y aprobadas por la Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF), ambas entidades deberán cumplir con una batería de requisitos para optar a una línea de ayudas que en 2021 adquirió el nombre de Promueve 22. En la edición precedente, la RFAF entregó a los clubes del torneo autonómico una aportación fija de 3.000 euros y una variable de 100 euros por cada equipo de fútbol base inscrito por el ejecutivo en cuestión hasta un máximo de 1.400 euros. Los capítulos fijos alcanzan un tope de 4.400 euros, un montante que crecía en función de diversos conceptos como el Juego Limpio, con una asignación de 150 euros, el programa Reto Supérate, la participación de entrenadores de la entidad en cursos de reanimación cardiopulmonar, la entrega del certificado de excelencia de la instalación del club o el concurso en amistosos organizados por la propia RFAF.

Otro de los capítulos de las ayudas contemplado en el programa de la anterior campaña era la cesión de los derechos televisivos para aquellos partidos que retransmitiese en directo RFAF TV. En ese caso, el club que cedía sus derechos de imagen recibía 150 euros hasta un máximo de 2.100 por temporada. El máximo establecido de subvenciones, en el caso de cumplir con todos los requisitos exigidos y la cesión de sus derechos televisivos para todos los encuentros, es de 7.250 euros. Sin duda, una cruel señal de la nueva realidad para los flamantes pasajeros de la División de Honor.