Como en los viejos tiempos, pero con diez años menos

Primera Andaluza

Carlos Vizcaíno 05/10/2022

La Rociera ha sufrido este verano un profundo proceso de renovación, tanto institucional como deportivo. Sin ir más lejos, el carismático Emlio López, puso punto final a su dilataya trayectoria en la presidencia del club del Adame Bruña, dando paso a una nueva dirección e inaugurándose una etapa futbolística lejos de aquel conjunto veterano que llevó a los auriazules a la extinta Tercera división. 

El aficionado sevillano se acordará de Rivas, Gordi, Barro, Sema… una generación de futbolistas de la casa que llevaron a la Rociera a la última categoría nacional, una pléyade de jugadores experimentados (muchos superaban la treintena) que ha dado paso a una nueva hornada que, después de tres jornadas disputadas en Primera Andaluza, lideran la tabla igualado a nueve puntos con la Estrella San Agustín y Utrera Atlético. 

No es el objetivo ascender pero, por ahora, la apuesta por el cambio está saliendo bien. De aquella Rociera quedan dos exponentes: Jonatan Sánchez Panal Jony en el campo y Miguel Acosta, Miguelito por aquel entonces, actual segundo entrenador bajo el mando de un Manu Fidalgo que tiene bajo sus órdenes a una plantilla con una media de edad de 24 años, aproximadamente. 

Se tenía que claro que había que cambiar y, así, hubo cerca de 45 futbolistas a prueba durante la pretemporada. Un reseteo en el plantel que ha dado paso a un equipo muy joven y comprometido, una plantilla con una gran actitud en los entrenamientos y equilibrada. Y de nivel, ya que muchos de los jugadores vienen de jugar de División de Honor juvenil. La seriedad y el compromiso no se negocia. Basta un dato. Se han implantado los pesos de controles y nutrición y la respuesta está siendo positiva.

Con 23 jugadores en plantilla, respecto al pasado año, apenas siguen, Juan, Jony, Dioni, Manu Rey, Juanma, Carlos Vázquez o Arana, por lo que la respuesta de un equipo renovado en su profundidad está siendo positiva, con futbolistas de primer año sénior (Mario Relimpio, Sotero, Mario Suárez, Palomo, Mario Carmona), de segundo (Aitor, Pérez) e, incluso, juveniles, como el mediocentro colombiano Óscar, que está firmando un gran inicio de campeonato.

Otro dato que hay que destacar de la homogeneidad del bloque es que salvo Kevin, Basi y Pérez, el resto de jugadores viven todos en Dos Hermanas.

A nadie le amarga un dulce, pero pese al inicio el objetivo de la Rociera es mantenerse y poder hacer un bloque que en una o dos temporadas pueda dar el salto de categoría. Sin embargo, Estrella y Morón, próximos rivales de los nazarenos, pondrán a prueba la ilusión de la nueva Rociera.

Foto: R.B. Ramos