El retorno de un viejo amigo
Tercera Andaluza
Bernardo Ruiz 21/10/2020 |
El fútbol es un deporte sin memoria. El presente devora al pasado. Las fotos de color sepia son un curioso testimonio de las aventuras y peripecias protagonizadas durante años. Y del recuerdo de las hazañas nace el reencuentro del CD Santa Olalla, santo y seña de Santa Olalla del Cala de Huelva, con la vieja Híspalis. El plantel de la Sierra de Aracena participará en la Tercera Andaluza de Sevilla gracias a un beneplácito con fecha de caducidad. Por una campaña y sin posibilidad de ascenso.
El CD Santa Olalla pretendía competir en la Segunda Andaluza de Huelva, aunque su petición de registro fue tramitada fuera de plazo y con los grupos ya cerrados. Fue entonces cuando la Federación Sevillana de Fútbol (FSF) aceptó, a instancias de la delegación de Huelva, que compitiera en su última categoría provincial. La nota de exotismo de la temporada será con sabor a chacina ibérica.
Los Palomares, el refugio natural del combinado serrano, será el escenario en el que el Santa recuperará las antiguas costumbres dominicales. Como relataban los ancianos del lugar a los más jóvenes del municipio. Como sucedió hasta los años 90 en una entidad que ahora dirige una mujer, Rocío Ruiz, y que representa a 500 abonados que son fieles impenitentes.
Y así será como sucedió hasta el curso 1992-93, el de la última aventura del Santa Olalla por la tierra de Gustavo Adolfo Bécquer. Aquel año, el grupo IV de la extinta Segunda Regional fue dominado con mano de hierro por Brenes y Guadalcanal, que al cierre de la Liga regular lograron el éxito junto al Tocina y el San Antonio. Hoy es muy distinto. El ascenso, vetado por normativa, es competir. Para el club y sus 500 correligionarios.