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'NBA Finals': sin Kevin Durant... y ya 30 años sin Kareem Abdul-Jabbar

EL ESCAPARATE

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
09/06/2019

Un explosivo 3-1 ante los Golden State Warriors, con el quinto partido fijado en Toronto, en la madrugada española del martes próximo, coloca a los Toronto Raptors (fundados en 1995...) a las puertas de ser la primera franquicia canadiense que atrapa el anillo de la NBA bien dentro del 'Larry O'Brien Trophy'. Eso, cuando los Warriors, vigentes campeones, ya atesoran seis anillos en su bien septuagenaria vida, los dos primeros (1947, 1956), cuando aún residían en Filadelfia. El primero de los ganados en su cubil de Oakland llegó en 1975, con Al Attles al frente del legendario equipo de Rick Barry... Robert Parish.

Los ajustes defensivos de Nick Nurse, 'head coach' de los Raptors y forjado en el baloncesto... británico hacen crujir las cuadernas de los aún campeones Warriors. Pero no sólo se trata de las maniobras de Nurse (con el seleccionador español Scariolo en su 'coaching staff') ni del tremendo potencial de un equipo que agrupa al sensacional e inquietante Kawhi Leonard junto a Marc Gasol, Serge Ibaka (20 puntos en 22 minutos, en el tercer éxito 'raptor', el 3-1)... o Danny Green, Kyle Lowry y el espectacular, emergente camerunés Pascal Siakam, exseminarista con 2,08 de altura y suprema versatilidad. Es imposible no preguntarse qué habría sido de esta serie final si los Golden State Warriors... no se hubieran convertido en un hospital de campaña: del que aún no ha salido el que es quizá su mejor jugador en absoluto y -también quizá-... el mejor jugador de la NBA: Kevin Wayne Durant. Peor aún, en el tercer partido, ya en el Oracle Arena de Oakland, en vías de desaparición (los Warriors se mudan a San Francisco), los campeones NBA 2018 tuvieron que jugar sin las ametralladoras de repetición que son Durant... y Klay Thompson. Pese a los 47 puntos de Steph Curry, su plusmarca personal en playoffs NBA, ese tercer partido concluyó -sin Durant ni Thompson en acción- con 109-123 para los Raptors. Sin más comentarios.

Los Warriors padecen la baja de Kevin Durant, 'KD' o 'Durántula' desde que se le quebró el gemelo -¿quizá, incluso el tendón...?- en el quinto partido de la Final del Oeste, ante Houston, hace ya un mes. Desde entonces, Durant se ha perdido nueve partidos de las eliminatorias por el título. Sin él, los Warriors ganaron seis de los siete primeros encuentros en los que KD estuvo de baja... pero han perdido los dos últimos ante la solidez de los Raptors de Nurse... y Leonard (devorador de manzanas rojas a docenas): que ahora se aparecen como un Himalaya a escalar en el Scotiabank Arena, el ex Air Canada Centre de 'Downtown' Toronto. Sin Durant -2,06 de altura o quiza más, el llamado 'Jugador de Seda' en los 'Longhorns' de Texas-, los Warriors pierden a su segundo mejor anotador en la 'Regular Season' 2018-19 (26,0 puntos, tras los 27,3 de Curry)... y a su máximo cañonero en estos playoffs, donde KD promediaba 34,0 puntos hasta su lesión del quinto partido en la serie con los Rockets. 

"No me asusta salir a ningún campo en ningún momento, nada puede ser peor que cuando iba con Texas a Oklahoma State", avisaba KD al comienzo de su carrera en la NBA (en 2010, casi recién llegado a la Liga, fue el MVP del Mundial FIBA en Turquía). Ahora, el gemelo de KD aún no ha cicatrizado; a dos meses de los 30 años, su cuerpo no está listo, los comentaristas, técnicos y 'fisios' de los Warriors renuncian a hacer pronósticos optimistas y, aunque Durant ya ha intervenido en algún calentamiento de esta serie final... no existe el menor optimismo en los Warriors sobre su reaparición a tiempo para escapar a la amenazadora guillotina que se alza en Toronto. "Esperamos que (Durant) pueda jugar en el quinto partido, o en el sexto, si llegamos. Pero ya no se van a dar más detalles sobre su estado", ha anunciado Steve Kerr, el brillante (y políticamente correcto) entrenador-gurú de los Warriors: en los años 90, Kerr fue uno de los 'francotiradores' de élite de un tal Michael Jordan, en los Chicago Bulls. Kerr sabe perfectamente lo que vale un jugador como Kevin Durant en momentos como los de ahora: por Dios que lo sabe. ¿Tanto cómo podría valer Kareem Abdul-Jabbar? Pues...

30 AÑOS SIN KAREEM.- Este 'report' sobre las 'NBA Finals' llega justo en los días en que se cumplen 30 años de la despedida de las canchas del máximo anotador de todos los tiempos en la NBA: Kareem Abdul-Jabbar, nacido como Ferdinand Lewis Alcindor en Brooklyn, Nueva York, el 16-4-1947. Con 2,16 de altura, el tiro-signatura de Kareem (Lew Alcindor para el mundo hasta su conversión al Islam, en 1968) llovía como el rítmico 'sky hook', ese 'gancho del cielo'... que descendia en un diluvio armónico desde el firmamento de los focos y que le cinceló en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) el que probablemente ha sido el mejor entrenador de baloncesto en todos los tiempos: John Wooden, 'El Mago de Westwood', el hombre que firmó diez títulos nacionales universitarios de NCAA con UCLA, siete de ellos en fila. Wooden le modeló a la maravilla humana de Brooklyn ese gancho celestial porque la Liga Universitaria, la NCAA, vetó temporalmente el 'slam dunk', la canasta machacada a capón... precisamente para limitar la insultante superioridad del entonces Lew Alcindor.

John Wooden murió en Los Ángeles 2010, a sólo cuatro meses de cumplir 100 años. Hasta sus últimos días, Kareem Abdul-Jabbar, el gigante distante y flexible, el compañero de reparto de Bruce Lee en 'Juego con la Muerte'... permitió a Wooden que le siguiera llamando 'Lewis': como cuando Jabbar arribó a UCLA, en 1966 desde la 'high school' neoyorquina de Power Memorial, con su nombre de Lew Alcindor y su alias de aquella época: 'The Tower of Power'/'La Torre del Poder'. No todo el mundo tenía ese privilegio que Kareem/Lew concedía a Wooden/Mago.

Kareem Abdul-Jabbar se ciñó seis anillos de la NBA: uno con los Milwaukee Bucks que lideraban él y 'Big O', Oscar Robertson... y cinco con Los Angeles Lakers, donde fue el capitán, el 'cap' del inolvidable equipo 'laker' del 'Showtime' de los años 80, organizado por Pat Riley, lanzado en la pista por Earvin 'Magic' Johnson... y campeón NBA en 1980, 82, 85, 87 y 88, además de finalista en 1983, 84 y 1991 (en este último, ya Kareem se había retirado). Jabbar mantiene récords tan extraordinarios como sus 19 apariciones como 'All Star'... o la designación de 'Finals MVP', Jugador Más Valioso de las Finales NBA con 38 años cumplidos, tras abatir a los Celtics de Larry Bird en Boston, en 1985.

Los 38.387 puntos de Kareem (media final de 24,6, más 17.440 rebotes totales y 3,189 tapones) aún figuran como plusmarca absoluta en la NBA. Jugó su último partido el 13 de junio de 1989, con 42 años cumplidos, un domingo a mediodía en el Great Western Forum de Inglewood, en Los Ángeles, en el que los Detroit Pistons sellaron el 4-0 en las finales de 1989 ante unos Lakers tullidos por las roturas fibrilares de Byron Scott y del propio Magic Johnson.

Aquel domingo de Inglewood, la canasta postrera de Kareem, en la NBA un tirito corto a tablero en entrada en carrera, valió el 96-100 para los Lakers ante los implacables Pistons, los 'Bad Boys' de Isiah Thomas, Rodman, Mahorn y Laimbeer. Fue a 1:37 del final de ese partido definitivo, cerrado con 97-105 para Detroit. En el tercer turno (110-114 para los Pistons, dos días antes), y a sus 42 años cumplidos, Kareem Abdul-Jabbar había castigado con 24 puntos -más 13 rebotes- a la terrible defensa que Chuck Daly organizaba en aquellos Pistons. "Un jugador hace su tarea y el mejor jugador es siempre aquel que ayude al equipo a ser mejor equipo y a jugar sin una sola fisura en ese concepto de equipo". Ese es el legado de Kareem Abdul-Jabbar, el testigo que él recogió de... John Wooden. Hoy, tras retirarse del 'staff' técnico de los Lakers, donde entrenó a los pívots (y a Pau Gasol, en el cuadro 'laker' de Phil Jackson), y tras sufrir un brote ya controlado de leucemia, Kareem Abdul-Jabbar es un escritor de éxito, comprometido con la causa racial afroamericana -él boicoteó los Juegos Olímpicos de 1968-, y también, un excelente columnista en publicaciones como 'Newsweek', donde ha escrito piezas magistrales sobre Kobe Bryant o LeBron James. Fuera de las pistas, al actual Kareem le definen pensamientos como éste: "Cuando un terrorista pretendidamente islámico asesina en nombre de Allah o del Islam... en realidad está insultando al Islam". Casi con toda certeza... es lo mismo que habría dicho John Wooden, 'El Mago de Westwood'.