LA NBA del pasado, al alza

FRANQUICIA SUR

Javier Márquez Mata 10/05/2020

Con el estreno del documental de ESPN junto a Netflix, “Last Dance”, vuelven las historias de finales de los 80 y mediados de los 90. Michael Jordan, para muchos el mejor de la historia, y sus batallas contra los grandes de su era. En estos 30 años, la NBA ha cambiado mucho desde aquellos días, días donde el físico y el arbitraje permitían ver un tipo de baloncesto inaceptable en la NBA de hoy y que llevó a diferentes adaptaciones de unos y otros. Hablaremos de los Bulls por supuesto, pero también de los “Bad Boys” de Detroit y las rivalidades que se crearon entre los equipos.

En una NBA dominada la última década por los Celtics y los Lakers, irrumpieron en escena los Pistons, un equipo que destacaba por ser más físicos que los demás y ganar los partidos en el barro. Un equipo especial hecho para dominar en la era del talento, con una escuadra configurado para brillar en lo sucio y hacerse fuerte comiéndole la tostada mentalmente a sus rivales, llevando a los Bulls de Jordan a dos derrotas consecutivas en las finales de conferencia.

En una liga repleta de estrellas, los Pistons arrebataron a los Celtics y Lakers de su rivalidad que trascenderá para siempre en la historia de la NBA, también los preciados campeonatos de 1989 y 1990. Sendos campeonatos construyeron un legado que solo la irrupción final de Michael Jordan y Scottie Pippen fueron capaces de destruir, pero un gran equipo como estos Pistons jamás caerá en el olvido.

Su capacidad defensiva y adaptación a los problemas generados por Michael Jordan fueron espectaculares tras un buen año en 1989 donde arrasaron con sus rivales (menos contra Bulls que cedieron 2 partidos). Al año siguiente, hicieron lo propio, pero con mayores problemas contra Chicago. Precisamente, es este equipo quien nos otorga esa primera anécdota sobre este enfrentamiento, y es que, Jordan era tan bueno que les obligó a hacer una defensa especialmente basada en acabar con la aportación del escolta de New York. Esa manera de entender la eliminatoria la acabó decantando en favor de los de Michigan, imponiéndose luego a Lakers con mucha claridad en las finales.

Esa adaptación supuso la creación de las “Jordan Rules” una serie de normas a seguir por todos los defensores de Detroit, muy simples. El objetivo: que Jordan no pueda sentirse cómodo allá por donde se moviera en la pista.

Muy diferente es la anécdota que trae consigo el primer anillo de Jordan en 1991, la de Magic Johnson y Jordan y la aceptación de la derrota por parte del primero. Las declaraciones a los medios tras el partido ocurrido en 1991 del base americano así lo demuestran, la felicidad de que, tras 7 años dominando la liga, Jordan finalmente llegase al éxito. El sufrimiento del escolta ante los numerosos comentarios de que era un gran jugador, pero no era capaz de llevar al título a los suyos quedaron callados por fin y sus lágrimas abrazando el trofeo Larry O’Brien son historia de la liga.