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'Playgrounds', cielo e infierno: 'Doctor J' y 'Fly' Williams

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
09/08/2020

El 3 de mayo de 2017, James 'Fly' Williams, (Brownsville, Brooklyn, Nueva York, 18-2-1953, 1,96 de altura) fue arrestado en su apartamento de Jamaica, Queens, Nueva York, por detectives neoyorquinos de la Unidad de Narcóticos 'North', liderada por Brian DePalo. DePalo y sus hombres aprehendieron en el apartamento de Quenns, cerca de las pistas de tenis del US Open, en Flushing Meadows, una pistola cargada y 32 tarrinas de heroína: cargadas con papelinas valoradas entre seis y diez dólares, cada una de ellas. Williams se vio implicado en seis cargos de delito:el más serio, la venta criminal de una sustancia ilícita. Las evidencias policiales destaparon como dos docenas más de cargos, hasta que la Oficina del Fiscal del Distrito de Kings County acusó a Williams de ser el 'capo' ('kingpin') de una red de traficantes que incluía a 21 personas (incluido James Williams Jr., hijo de 'Fly'), con 'facturación' total de 21 millones de dólares.

A esas alturas, Williams, genuina leyenda urbana de los 'playgrounds' de Brooklyn -casi en la misma vecindad donde nació Michael Jordan- había sufrido ya cinco arrestos (1987, 1992, 1997, 2000  y 2013), siempre por posesión o tenencia de sustancias ilícitas, había pasado sendas temporadas en prisión (14 meses entre 1987 y 88, dos años completos entre 1993 y 95); y además, en 1987, durante una riña callejera en un intento de robo, había sufrido un disparo a quemarropa, con escopeta de perdigones, en la parte trasera de la espalda... que le dejó un boquete de una cuarta en esa zona y le privó para siempre del riñón izquierdo... y de partes del pulmón más cercano. Todo, en plena epidemia del 'crack' en los Estados Unidos de América y de los 80. "Vimos los Rayos X e intentamos contar los perdigones que 'Fly' llevaba entre riñones y espalda, pero eran cientos... era como si un tarro de granos de pimienta se hubiera caído dentro y se hubieran esparcido todos los granos", relató el periodista Rick Telander, autor del libro 'Heaven is a Playground' ('El Cielo es un Playground'). Telander, hasta 1995 en 'Sports Illustrated', cubriría el tramo final de las carreras de Michael Jordan y Dennis Rodman en los mejores Chicago Bulls, ya como reportero-estrella del diario 'Chicago Sun-Times'; sus historias resultan una delicia de capacidad y penetración en los personajes.

Telander hizo de 'Fly' Williams la figura central de su maravilloso libro-reportaje 'Heaven is a Playground': los 'playgrounds', los partidos y ligas callejeras de baloncesto... callejero ('streetball') de los parques neoyorquinos, los 'playgrounds' -sobre todo, de esos barrios neoyorquinos, Harlem, Bronx, Brooklyn-... donde en los años 70 y 80 cabía contemplar estratosféricas maravillas como de ciencia ficción, en proezas físicas y manejo de balón, a cargo de mitos como Julius Erving ('Doctor J', que planea hacia el aro de Rucker de modo alucinante, en la fotografía que abre este texto), Earl 'The Goat' Manigault, Connie 'The Hawk' Hawkins, Joe 'The Destroyer' Hammond, Lloyd 'World' B. Free, Al Skinner (que jugó en el Joventut Badalona y alzó la Copa Korac de 1981) Lloyd 'Sweet Pea' Daniels... y el propio James Williams: 'Fly' o 'Super Fly'. Y uno... ha pisado Harlem y Rucker Park: y ha visto 'eso', con un taxista en marcha y a punto: por lo que pudiera pasar.

A partir de ese mayo de 2017 y, esencialmente desde un año después, junio de 2018 (cuando 'Fly' Williams fue condenado a una pena de ocho años de prisión, para cumplir en The Wyoming Correctional Facility, de Attica, N. Y, lo más parecido a una ciudad-prisión), Telander y otros periodistas y amigos de Fly Williams, como Peter Vecsey -ex 'Boina Verde' en Vietnam-, Kevin Armstrong, el propio Julius Erving (a quien Vecsey dirigía en los 'playgrounds' de los 70, en Rucker Park) y buena parte de la Redacción de 'Slam Magazine'... ya han tenido ya otra clase de preocupaciones relacionadas con James Williams, cuya camiseta con el número 35 fue retirada en 2009 por 'su' Universidad, los 'Governors' de Austin Peay. Aquí, 'Fly' promedió plusmarcas nacionales anuales en puntos de 29,4 y 27,5 entre 1972 y 74. Todavía hoy, el grito de guerra de los 'Governors' de Peay es... 'The Fly is Open, Let's Go Peay' 'Fly está 'abierto', libre, Vamos Peay'. 

Estos días, Telander, Vecsey, Armstrong y los otros -incluido el alado genio Erving, campeón de la NBA en 1983 con los Sixers de Filadelfia- están implicados en algo más serio: reducir al mínimo la estancia de 'Fly' en el penal de Attica. Sacarlo de ese infierno, vamos. Porque, rumbo a los 68 años, 'Fly' Williams está... algo más para el otro barrio que para este en el que aún nos hallamos. La perdigonada en el riñón (le disparó un policía fuera de servicio) dejó a Williams incapacitado para seguir pensando en hacer algún dinero con el baloncesto. Eso: cuando ya tenía 34 años. Ahí, 'Fly' -'Jugador del Año 1974' en la OVC, la Conferencia NCAA de Austin Peay-, había anotado 665 puntos en la ABA con los Spirits de St. Louis. Era una ABA espectacular donde, antes de la inmersión con la NBA (en 1976) brillaban ese 'Doctor J' Julius Erving, la 'ametralladora' David Thompson, los elegantes George McGinnis y George Gervin, el 'loco' Marvin Barnes... 

'JESUCRISTO'.- Pero, por increíble que parezca, ninguno de esos artistas disfrutaba de una veneración semejante a la de 'Fly' Williams en los temibles reductos callejeros de los cavernosos 'playgrounds' urbanos del área de Nueva York: Rucker Park, en Harlem, Foster Park y 'The Hole', en Brooklyn, Peter Cooper Village/Stuyvesant Town... allí, James Williams aparecía a ya mediados de los años 70, en plena anochecida... bajándose de un 'Rolls Royce marrón con una mujer despampanante apalancada en cada brazo. En pantalones de calle y zapatillas, 'Fly' Williams se ponía a jugar... sin calentar y anotaba algo así como diez tiros seguidos en los aros de 'The Hole' o Foster Park. Anotaba 50 puntos o así... y se iba antes de terminar el partido. 

"Mi calentamiento era patear el trasero del que intentaba defenderme de entrada en el 'playground'. En aquellos años, la gente me miraba como si fuera Jesucristo. Pero yo no soy Jesucristo en zapatillas, nunca lo he sido. Más adelante, dejé de serlo para convertirme por siempre en el 'Chico Malo', el 'Traficante de Drogas' siempre 'El Malo'... incluso aunque seguía pateando traseros", acaba de confesar 'Fly' a Kevin Armstrong en 'Sports Illustrated': en una visita en la prisión de Attica. "Era su forma de hacer las cosas, le gustaba la miel, la miel de las chicas... y no pensaba renunciar a ella", renunciar a ella, recuerda 'World' B. Free. Un día, en Brooklyn, 'Fly' fue a muerte contra Alvin Skinner, el campeón 'Korac' con la 'Penya' en 1981, le metió 35 puntos a Skinner antes del descanso... y ahí se fue para no volver. "¿Eso me hizo alguien? Pues sí que suena que eso sólo podía hacerlo él, 'Fly'. Había tipos de su talla (1,96, 6'5" en pies y pulgadas) que podían manejar bien el balón o tirar bien. Pero no las dos cosas. Y él hacía las dos cosas... muy bien", recuerda hoy Skinner: grandísimo jugador... pero, con 1,91 de talla: desventaja física ante el prodigio que era 'Fly' Williams.

¿Qué hacía 'Fly' Williams en la cancha, qué era lo más impresionante de este fenómeno de la Naturaleza, medio desdentado por los combates callejeros, la ley de la calle y del gueto? Ese tiro, siempre ese tiro en suspensión alejándose en caída hacia atrás, el 'fadeaway' que después perfeccionaron y exhibieron... Michael Jordan y Kobe Bryant. "Era como ¿a dónde va este tío, por dónde va a salir?... y mira, siempre salía un tiro altísimo y muy rápido; nadie lo podía taponar", recuerda hoy Jerry Reynolds, testigo de aquellos 'playgrounds'... y Director de Operaciones de Baloncesto en aquellos Sacramento Kings de principios del Siglo XXI de Vlade Divac, Peja Stojakovic, Chris Webber, Mike Bibby, Doug Christie...

Pero en 2017 y en la vida real, la llamada por DePalo 'Operation Flying High' ('Volando Alto') generó tales descubrimientos y expectación que la Oficina del Fiscal del Distrito de Kings County no tuvo más remedio que convocar una Conferencia de Prensa. Allí se anunció que la red dirigida por 'Fly' Williams llevaba operando al menos desde 2015-16 y que había vendido el equivalente a... algo más de dos millones de papelinas de heroína. En 21 millones de dólares se evaluaba el valor total de beneficios y 'facturación' de la estructura que 'Fly' lideraba. Eric Gonzalez, Fiscal titular del Distrito, calificó a 'Fly' Williams y su red como 'la peor clase de traficantes de drogas'. Pese a que Williams intentó defenderse aparecieron grabaciones policiales tales como "aléjate de estas esquinas, este es mi mercado, no vas a vender droga aquí... si no lo haces, mi pistola hablará por mí; si dudas, tu culo será mío". 

Presionado por una ola de simpatía exterior, DePalo mantuvo que 'Fly' se había mantenido al margen de cualquier iniciativa de tráfico de armas y recolecta extensiva de armas y munición: y que, además, Williams no había atesorado beneficios personales espectaculares, dado que mantenía un estilo de vida de bajo nivel,  'old school', vieja escuela... puesto que incluso patrullaba las calles de Brooklyn a bordo de un viejo 'Ford Expedition' del año 2003. "No había nada exhibicionista o licencioso en la conducta de nuestro hombre", aseveró DePalo, el mismo detective que detuvo en el sucio apartamento de Jamaica, Queens a la gran leyenda de los 'playgrounds' de Brooklyn.

Tras un año de ofertas y contraofertas entre fiscalía y abogados, 'Fly Williams' luchaba contra la perspectiva de pasar más de 20 años en la cárcel y morir entre rejas. Tras su ciclo de cárcel en los años 90, 'Fly' había dado nombre y personalidad a una pista con su nombre, en Brooklyn, un 'Rec. Center' en su vecindad de Brownsville donde 'Fly' daba clases de reeducación a los  'descarriados'; allí se van borrando un desteñido mural 'graffiti' de 'Fly' y otro más de Saquan Thompson, otro joven genio baleado en las calles de Brooklyn... a los 18 años. Al fin y no en fin, Williams aceptó el cargo de culpabilidad por 'supervisar' ('oversee') la red de tráfico de drogas cuyo descubrimiento puso a Brian DePalo en la puerta del apartamento de Queens con una orden de arresto. Ello le firmó una condena de ocho años, bastante poco para los más de veinte que le podían haber caído. Armstrong y Telander han visitado en la prisión a 'Fly' Williams, cuyo peso (con 1,96 de altura, recuerden) ha caído a poco más de 70 kilogramos... desde los 91 que ofrecía en el esplendor de sus poderes deportivos. Parece que ni la ausencia del riñón ni el pulmón cuarteado desde 1987 dan ya para mucho más. Basta con ver la sombra que es hoy 'Fly' Williams en esa imagen demacrada de la foto policial, 'mugshot', de su ¿última? detención: la de 2017.

A Williams aún le queda, en teoría, un mínimo de seis años en 'Wyoming Correctional Facility'. Hace muy poco, ya sin un rastro de su famoso pelo 'afro', 'Fly' se sinceró así con Kevin Armstrong: “Aquí, todo el mundo va al mismo sastre... yo no era Jesucristo y en la vida real, la gente hace cosas reales. Juega con mi número del DNI a la lotería, a ver qué pasa. Yo pago. Pero yo no me siento mal... porque hoy, todo el mundo en este país está en problemas ahora mismo: incluso el presidente. Así que... ¿cómo me iba a sentir yo mal? Mira Bill Cosby, el papá de América... ¿en la cárcel? Maldito sea si me creo eso. He vivido una maldita buena vida, he cumplido mis sueños... sólo quería que la luz no se me apagara del todo. Al final, y cuando se necesita sobrevivir, uno siempre vuelve a lo que mejor sabe hacer. A algunos colegas de aquí dentro les sonaba mi nombre... pero ni siquiera me habían visto jugar. Eso es lo que hay. Todo el mundo sabe que yo estoy aquí porque no me quejo de nada ni le cuento nada a nadie. Mi hija (N. B: Loretta, Funcionaria de... Prisiones, en la célebre penitenciaría neoyorquina de Riker island) quiere sacarme pero es para ponerme en una silla de ruedas paseando a un perro. Pero 'eso' no soy yo".

James "Fly" Williams sigue hablando con viejos amigos de Saratoga Avenue, Dean Street y compañeros de 'playground', de Austin Peay o de St. Louis, como el base Sean Powell, que fue... policía y hoy es Guardia de Seguridad en un Hospital de Long Island. "Todo el tiempo estoy pensando en Harlem, en Rucker y en Brooklyn", recontó a Armstrong. Este fue el último email que 'Fly' tecleó desde Attica a Sean Powell: "Pray for me. It’s a new year. It’s going down. Be home before you know it. Hold on. I’m coming. Love is love". Traducción: "Reza por mí, es un año nuevo, todo va cayendo. Quédate en casa. Antes de que te des cuenta, aguanta, yo llegaré. Amor es amor. Firmaba 'Sweet Daddy', 'The Fly 35'; algo así como 'Dulce Papá' o 'Papaíto'.

Toca terminar con Rick Telander -uno de los que quieren sacar a 'Fly' de la prisión, él, Vecsey, Erving...-; Rick Telander, el fantástico autor de algunas de las mejores líneas sobre Michael Jordan, Dennis Rodman, los Chicago Bulls de los años 90, Phil Jackson y la NBA en general. Telander, autor de 'Heaven is a Playground', afirmó en conversación directa con quien aquí suscribe: "Este chico, 'Fly', vivió siempre al filo, en el límite. Le faltaba un montón de dientes, tenía una gigantesca mata de pelo 'Afro' con un 'kiki' arriba, era tan delgado, tenía tantas manías, daba tanto que reír, siempre era tan extravagante... pero al mismo tiempo, uno podía darse cuenta del dolor que ahí dentro había. 'Fly' Williams podía haber sido el perfecto producto de gueto, pero en realidad es casi una parodia de eso. Pero, ¿tú sabes qué...? Que esta parodia podía ser real y convertirse en la mejor de las parodias. Algo así como si 'Fly' y su historia nos estuviesen diciendo... 'Quieres saber lo que nos pasa a los que nacemos en la pobreza, en el gueto, rodeados nada más que por un entorno terrible, y encima... somos negros? Pues aqui está. Mírame, soy yo".  

Y perdón por el atraco, maestro Telander.