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1992-2022: 30 años del irrepetible Dream Team que Jordan descosió y Magic Johnson remendó

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
14/01/2022

Como ya se expuso en esta misma página en un 'Escaparate' del pasado 27.11.2021...1988 resultó ser el año en el que se cerrarían las conversaciones entre la Federación Internacional de Baloncesto, FIBA, el Comité Internacional Olímpico (CIO), la Federación Estadounidense de Baloncesto ('USA Basketball') y la propia organización de la Liga Profesional estadounidense, NBA, para la recalificación 'olímpica' de los 'profesionales' de la NBA. Esto acarreó el inmediato, hipnótico desembarco del 'Original Dream Team' en los Juegos Olímpicos de 1992, en Barcelona. De la formación y puesta en marcha de ese 'Dream Team', único e irrepetible, vienen a cumplirse ahora 30 años exactos.

Entre el 21 y el 24 de octubre de 1988, en Madrid, la FIBA y la NBA convocaron lo que se llamó el II 'McDonald´s Basketball Open Championship FIBA-NBA', que incluía al Real Madrid, la Selección nacional de Yugoslavia (flamante subcampeona olímpica en los Juegos de Seúl, en el septiembre anterior), 'la' Scavolini de Pésaro (campeón de Italia) y... los legendarios Boston Celtics de la NBA, nada menos que con Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish en sus filas.. En 1987, en Milwaukee, se había disputado una edición inicial del evento de expansión de la NBA -en formato triangular, dominada por los Milwaukee Bucks. Despues del evento de Madrid y tras algunas ediciones especialmente brillantes, como 1991 (Joventut, Lakers, Magic Johnson...) y 1997 -esta, con Michael Jordan y los Chicago Bulls en París-Bercy-, el 'McDonald´s' se canceló después de la edición de 1999, cuando ya tenía bastante menos sentido y proyección comercial.

En Madrid, esa II edición del 'Open McDonald's' -apelativo comercial en el que delegados y emisarios de la NBA insistían machaconamente ante los reporteros- irrumpía con fuerza y fulgores de relámpago. Nada menos que los Boston Celtics de Bird y Kevin McHale, campeones de la NBA en 1981, 84 y 86, finalistas en 1985 y 87 y finalistas del Este (ante Detroit) en 1988 se manifestaban en todo su esplendor en Madrid y en Europa ante ese Real Madrid -de Lolo Sainz y del presidente Ramón Mendoza- que vestía sus mejores galas con ese 'combo' que prometía maravillas: Drazen 'Mozart' Petrovic, casi debutante en el equipo blanco... y Fernando Martín, en su segunda temporada de regreso de la NBA. 

Pero en la trastienda, la organización de la NBA y su Comisionado, David J. Stern mantenían una jugosa agenda en Madrid, agenda en la que también se incluía Jerry Colangelo, presidente y 'factótum' de los Phoenix Suns, también presidente de 'USA Basketball' y fotografiado aquí junto al firmante; quien posa en otra instantánea del 'collage' de fotografías junto a Earvin 'Magic' Johnson, en febrero de 2011, en el L.A. Convention Center de Los Angeles, durante el 'All-Star Weekend' de aquel 2011.

Para empezar, Stern debía terminar de debatir en Madrid con Borislav Stankovic, Secretario General de la FIBA, algo que ya se había puesto sobre la mesa olímpica de Seúl, ya en las horas inmediatas a la humillante derrota (en semifinales) de la notable Selección universitaria de EE UU (David Robinson, Dan Majerle, Danny Manning... el 'coach' John Thompson al frente) ante la URSS de 'Papa' Gomelski y el 'Zar' lituano Arvydas Romas Sabonis. Y ese 'algo' se trataba de la recalificación de los profesionales de la NBA para los Juegos Olímpicos. Ni los Estados Unidos de América ni la Federación Nacional, 'USA Basketball', ni la NBA ni el propio David J. Stern querían volver a pasar por una humillación semejante a la de Seúl, de algún modo bastante parecida a la de 1972 en los Juegos de Múnich, en la 'Final de la Cuenta Larga'.

Por 'visualización', proyección y espíritu comercial, el barcelonés Juan Antonio Samaranch Torelló, entonces presidente del CIO, siempre había sido partidario de la máxima apertura en competiciones olímpicas y de Selecciones nacionales. El entonces presidente del CIO ya había dado el visto bueno a la irrupción de la NBA desde la Sesión del mismo CIO (Sesión 94ª), en aquellos mismos Juegos de Seúl (los 'de' Ben Johnson y su caso de dopaje), donde la España de Díaz-Miguel -sin Fernando Martín, Corbalán, Sibilio, De la Cruz, sin Fernando Romay, lesionado en la rodilla-... concluyó en opaco octavo puesto pese a la aparatosa victoria en la fase de grupos (118-110) sobre el Brasil de Oscar Schmidt que ese mismo día anotó... el récord olímpico de 55 puntos. Pero Brasil firmaría la quinta plaza en Seúl y España se detuvo en la octava posición. tras sendas derrotas humillantes ante Puerto Rico y Canadá.

Entre bambalinas y en Seúl, J. A. Samaranch Torelló había advertido a Stern -quien había hecho llegar a todos los 'popes' y 'vacas sagradas' del olimpismo el positivo impacto económico y de mercados que podría generar en los Juegos una gran Selección USA de la NBA-... que en todo caso y para ese propósito había que conseguir el 'sí' de Stankovic, con quien el Comisionado Stern afinó teclas en Madrid, en reuniones en el Hotel Palace, cuartel general de la NBA en aquellos días y de los mismos Boston Celtics.

Para aquellas semisecretas conversaciones del 'Palace' madrileño con 'Bora' Stankovic, Samaranch también supo dotar a Stern de un aliado amunicionado con argumentos de gran calibre: Willi Daume, presidente del Comité Olímpico de Alemania Federal, que ya había conseguido que Steffi Graf jugará el torneo 'oficial' de tenis de los Juegos de 1988 en Seúl, al persuadir a Graf (hoy 'Mrs. Stephanie Agassi' y que en Seúl cerró su 'Golden Slam', caso único) con el argumento bicéfalo de que el palmarés de Steffi siempre sería más importante con la medalla de oro de un buen torneo olímpico... y de que, al mismo tiempo, los Juegos serían mejores con Steffi Graf. Económica, comercial y deportivamente, los Juegos Olímpicos interesaban a Steffi Graf... y Steffi Graf interesaba a los Juegos. Más allá, Daume quería depositar en los siguientes Juegos, en Barcelona, a un chico llamado Boris Becker, un cañonero rubísimo y muy teutón, 'Boom-Boom', un fenómeno de carisma ya entre los cinco mejores del tenis ATP, con dos títulos de Wimbledon. 'Boom-Boom' Becker se había negado a ir a Seúl, alegando el duro calendario... más la 'pequeñez' y escasa repercusión del torneo olímpico de tenis; Becker iba siempre de la mano y argumentos de su técnico, 'manager' y mentor, un tal Ion Tiriac, cualquier cosa menos tonto. El campeón de tenis en Seúl fue el entonces aún checo(eslovaco) Miroslav Mecir. Allí mismo, en la gran capital surcoreana, Emilio Sánchez y Sergio Casal produjeron plata para España en dobles masculinos. 

NECESIDAD MUTUA.- Comercialmente y por mercados, los Juegos Olímpicos (de Samaranch) necesitaban a Becker a Graf y a las estrellas de la NBA. Pero... ¿necesitaban la NBA y Becker a los Juegos? La cosa es que Estados Unidos no quería más 'olímpicas' derrotas en 'The Olympics', que SÍ captan la imaginación de la gran audiencia estadounidense. Con la gran crecida de ingresos e impactos de mercadotecnia a la cabeza, Samaranch, Stern y Daume coincidían en los argumentos a favor. Y, coordinados, se los pusieron por delante a un Stankovic, quien terminó cediendo... bajo la seducción de la fascinación y ventas que los profesionales de la NBA también podrían llevar a los Mundiales FIBA. "A la NBA le interesa mantener la relación con la FIBA... y a la FIBA, con la NBA", sostiene aún hoy en estos mismos días el potente inversor inmobiliario de Arizona que es Jerry Colangelo.

Además, tras los Juegos de Seúl y los pasos adelante en los 'Drafts' y fichajes por parte de franquicias como Atlanta Hawks y Portland Trail Blazers... la NBA ya calibraba la indudable proyección de emergentes figuras europeas -y mayoritariamente, del Este- como los propios Sabonis, Drazen Petrovic, Volkov, Sarunas Marciulionis, Dino Radja, Stojko Vrankovic... En todo caso, y cabe insistir, lo que en los Estados Unidos de América interesaba por encima de todas las cosas eran los Juegos Olímpicos, 'The Olympics'. Los 'Olympics' que venían eran los de 1992, en Barcelona. En los Mundiales FIBA, la NBA no aterrizaría con todo su poderío hasta 1994, en Toronto, con victoria en la final sobre Rusia por aplastamiento (137-91)... entre un sombrío desastre español, en pleno proceso de putrefacción de la gran Selección de los años 80. 

Tras trazar líneas maestras y cerrar el acuerdo 'del Palace', en aquel octubre de 1988, ya sólo quedaba rematar la oficialización de la decisión de la Asamblea de la FIBA: que se produjo en Múnich, el 7 de abril de 1989, con 56-13 en tanteo de votos a favor y la abstención de Grecia. Fue como cierre de la III 'Final Four' de la Copa de Europa de la FIBA (tras 1967 y 1988), una 'Final Four' en la que explotó y dominó con 'su' Jugoplastika de Split el destello de un cometa llamado Toni Kukoc. Primero, en semifinales, Kukoc, 'TK' (más Radja, Perasovic... Dusko Ivanovic) hizo hincarse de rodillas (87-77) al Barça de Aíto, Epi y Audie Norris, el mismo que al siguiente mes de mayo iba a conquistar la llamada 'Liga de Petrovic'. Y después, en la final, los genios de Split frotaron la lámpara de la Basket Ball Halle de Múnich ante el hipnotizado Maccabi de Doron Jamchi, Kevin Magee y Bozidar Maljkovic: 75-69.

En su 95ª sesión, en San Juan de Puerto Rico, en agosto de ese mismo 1989, el Comité Internacional Olímpico, CIO refrendó la votación de la Asamblea de la FIBA... y lo siguiente verdaderamente importante para 'USA Basketball' (que envió un equipo 'de trámite' al Mundial argentino de 1990) fue la puesta en marcha del 'Original Dream Team' de cara a los Juegos de Barcelona, ya bajo el acuerdo y supervisión de la NBA. 'La cosa', la 'máquina', el llamado 'Dream Team', el 'Equipo de Ensueño', tenía que irse poniendo en marcha sin el menor asomo de lentitud y fue a partir del mismo mes de enero de 1992. Había una explicacion bien sólida...

A la vista del fracaso en las semifinales de Seúl, y pese a la ulterior medalla de bronce, Estados Unidos tenía que ganarse su billete olímpico para Barcelona en el llamado 'Torneo FIBA de las Américas', el Preolímpico americano, que se iba a disputar en Portland, Oregon, entre el 27 de junio y el 5 de julio de 1992. El 'Dream Team' no bajaría en todo ese torneo clasificatorio de una anotación de 105 puntos (a Canadá, 105-61), con máximo de 136 puntos a Cuba (136-57), más 128-87 a Argentina, 127-80 a Venezuela en la final, etc..

Los miserables acomplejados de siempre llegaron a lanzar que 'los jugadores de la NBA no van a pasar controles antidopaje en los Juegos Olímpicos'. "Con Magic Johnson, Larry Bird, Michael Jordan, Charles Barkley, John Stockton, Patrick Ewing, Scottie Pippen, Clyde Drexler, David Robinson y todos los demás, todos juntos en mi equipo, a mí me basta con llevar el traje bien limpio y que no se me derrame encima el agua del cubo del 'trainer", fue una sentencia genial de Chuck Daly, el técnico campeón de la NBA con Detroit Pistons en 1989 y 1990... y campeón olímpico con ese mismo 'Dream Team'. La excepcional persona que era Chuck Daly desapareció de entre nosotros en 2009.

LA HERIDA JORDAN-THOMAS.- En sus orígenes, el 'Dream Team' echó a rodar después de cerrar -como se pudo- una dura herida entre Michael Jordan e Isiah Thomas, 'Zeke', el base 'Pocket Magic' ('Magic de bolsillo') de los Detroit Pistons. El 'Dream Team' también iba de establecer un nexo de unión, como el último gran acto, puente o nudo entre las estrellas de los años 80 y las de los 90. En septiembre de 1991, el Comité de Selección -manejado esencialmente por Rod Thorn y Russ Granik, los dos principales ayudantes del Comisionado Stern- daba a conocer los diez primeros de los 12 seleccionados para Barcelona. 

Las dos plazas restantes (Clyde Drexler, Christian Laettner) se iban a dar a conocer al final de la temporada NBA 1991-92. La ausencia de Thomas en esa lista de septiembre de 1991, donde sí estaban Jordan, Magic, Bird -los tres primeros, las tres grandes estrellas, cabeza y hombros sobre el resto-... Pippen, Ewing, Stockton, Robinson, Karl Malone, Barkley, todos los que tenía que estar… dejaba a Isiah Thomas con opciones rayanas en cero. 

Todos esos jugadores seleccionados acertaban en su carrera NBA más del 50% de sus tiros, excepto Bird (49,7%) y Pippen: 49,2%. Técnicamente, Thomas (nacido en 1961) no era un base pasador como Stockton, sino un relampagueante 'point guard', más o menos anotador… con el 45,2% de media en tiros de campo. Chuck Daly, el entrenador de los Pistons campeones en 1989 y 90, iba a dirigir al equipo... pero no movió un dedo por Thomas… ni cuando Stockton sufrió una pequeña fractura en el pie, en la primavera de 1992. Pesaba absolutamente la herida que aún venteaba Michael Jordan, a cuenta del boicot del equipo del Este -liderado por Thomas- durante el 'All-Star Game' de 1985, en Indianapolis, cuando un Jordan 'rookie' sufrió la marginación y boicot de las 'Estrellas' de la Conferencia Este, que le acusaban -según criterio del propio Isiah- de 'provocar', al aparecer para el 'Slam Dunk Contest' cargado de joyas de oro y con chándal especial de Nike sola y exclusivamente para él. No era precisamente la (requerida) ropa oficial de los Chicago Bulls, el 'basketball club' de Jordan; era una cosa para exhibirse y deslumbrar: 'showboating'. Cuenta la leyenda que Jordan y Thomas no se hablaban ni aunque viajaran los dos solos en un ascensor. 

El propio Magic Johnson reconoció la existencia del boicot a la periodista Jackie MacMullan en el libro 'When the Game was Ours', que MacMullan escribió en 2009 sobre la rivalidad entre Magic y Larry Bird, entre los Lakers y los Celtics. La cruda herida de Indianápolis quedó abierta en la carne viva de Jordan, quizá el más implacable competidor que ha visto el deporte profesional moderno en los últimos 50 o 60 años. Sobre la cicatriz echaron sal gorda las brutales batallas de desgaste y castigo con que los Pîstons de Isiah y su cuadrilla de descarnados matones (Laimbeer, Dantley, Rodman, Rick Mahorn...) iban apartando a los Bulls de Jordan de cada final de la NBA… hasta 1991. Estaba muy claro que, para que Michael Jordan jugara en el 'Original Dream Team'... no podía hacerlo Isiah Thomas. Y así se lo reconoció el propio Jordan (que ya se había colgado el oro olímpico en 1984, en Los Angeles y en final ante España) en cierta grabación al excelente periodista Jack McCallum, de 'Sports Illustrated'. "Dije a Rod Thorn" -señaló Jordan a McCallum-, "Hey, Rod, sabes que para que yo esté en tu equipo olímpico hay un jugador que no puede estar ahí". En su libro 'Dream Team', McCallum recoge también, literalmente, que "Jordan toma todo el crédito por apartar a Thomas de ese equipo olímpico". 

El ya difunto Daly (que no votaba en el Comité de Selección) apuntó a tener listo el teléfono… de Joe Dumars, otro gran base-escolta 'piston'. Jack McCloskey, oficial veterano de la Guerra de Vietnam y 'general manager' de los Pistons 'Bad Boys' de Daly, asumió con tranquilidad inicial la no selección de Thomas… para luego dimitir de inmediato del Comité de Selección ante la furiosa reacción de un Isiah fuera de sí... al que su teórico gran amigo Magic Johnson sí intentó consolar y reconducir por todos los medios. 

Pero la realidad es que ni McCloskey ni el propio Daly movieron un dedo por Isiah ante un Comité de Selección que ya era consciente de estas otras palabras de amenaza, casi calcadas a las que McCallum recoge y que Michael Jordan había dejado caer ante varios miembros del Comité. Amenazas 'jordánicas' que otro periodista espléndido, Sam Smith, confirmó en su libro The Jordan Rules, que Smith dedicó al firmante, en su día: "No jugaré para ningún equipo en el que esté Isiah Thomas". 

Los de 1992 eran unos Juegos muy especiales, a los que no querían dejar de asistir ninguno de los grandes veteranos de los 80, con Magic y Bird por delante. De hecho y tras los Juegos, Bird ya no disputaría ningún otro partido oficial en la NBA. Arrastrando los anticuerpos del SIDA, y entre recelos generalizados -que Karl Malone, por ejemplo, propagó a los cuatro vientos- Earvin 'Magic' Johnson solo iba a alinearse con los Lakers durante otros ocho partidos oficiales en 1996, playoffs incluidos. Johnson cerró su carrera en la pista con derrota y KO en el Summit de Houston, en los playoffs de 1996.

RECELOS.- Antes de los Juegos, Bird y Johnson no tuvieron más que remedio que estar de acuerdo con la exclusión olímpica de Isiah Thomas, a quien Magic había tenido que preguntar en 1991-92, cuando todo el problema del SIDA si el propio Isiah había esparcido rumores de que él, Magic, 'era gay'. La realidad es que Isiah había hecho preguntitas malévolas sobre Magic por el entorno de los vestuarios, pero al mismo tiempo y, como Presidente del Sindicato de Jugadores de la NBA (NBPA), había luchado de lo lindo para que Johnson tuviera su gran y más imborrable noche en aquel 'All-Star Game' de Orlando, en 1992. En todo caso, la rerlación Thomas-Johnson también hizo 'crack'. Como Presidente de la citada 'Players Union', NBPA, el Sindicato de Jugadores de la NBA, Thomas también chocó duramente nada menos que con David Falk, el 'superagente' de… Jordan, por supuesto... y también, representante de Patrick Ewing, otra gran figura en el 'Dream Team' de 1992. 

En el Documental Oficial del 'Dream Team', Michael Jordan se limita a declarar oficialmente: "Tuve insinuaciones sólidas de que en los sitios más altos no se quería a Isiah dentro del equipo". De hecho, el 'Dream Team' se remató bajo otra dura exigencia de 'Air Jordan' y sus jefazos de Nike 'Air': en el podio de Barcelona no se podrían exhibir el logo ni los símbolos oficiales de Reebok, el patrocinador oficial de 'USA Basketball'. Así, en las imágenes de la entrega de medallas se comprueba como los jugadores estadounidenses del 'Dream Team', ya campeones olímpicos (103-70 en la final ante la Croacia de Drazen Petrovic), se tapan la chaquetilla de Reebok… con la bandera de las barras y las estrellas: tal fue la solución de compromiso a la que se llegó mientras Jordan declaraba: "El mayor atractivo que tiene para mí el equipo olímpico es compartir tiempo con tipos que conozco pero a los que solo veo habitualmente cuando somos rivales en la pista". 

El que todas estas megaestrellas, con esos halos y egos, pudieran llevarse bien dentro del 'Dream Team', el llamado 'Equipo de Ensueño' era algo tan vital... que presumiblemente resultó 100% clave para el arrollador éxito final. McCallum y Smith corroboran las palabras de Jordan sobre Isiah Thomas. Peor aún y después de todo, Johnson contó en ese libro de Jackie MacMullan (2009): "Nadie en aquel equipo olímpico quería jugar con Isiah… Michael no quería jugar con él. Scottie Pippen no quería ni verle. Bird no apretó por él, Karl Malone no le quería. ¿Quién decía ‘necesitamos a este tipo’? Nadie". En una entrevista en 2012 para el Diario 'AS', el hoy comentarista televisivo de éxito Charles Barkley, entonces otro señalado 'Dreamer Teamer', 'The Round Mound of Rebound', relató al aquí firmante: "Ningún equipo habría podido ganar a aquel 'Equipo de Ensueño': el nuestro, el mío. No habrá ningún equipo como el nuestro, nunca habrá otro equipo como el 'Real Dream Team'. No sólo era el equipo, que era más grande que ninguno en todos los sentidos, sino cómo nos llevábamos ('get along'): la dinámica y la química del equipo. En ese sentido de la dinámica del equipo ('dynamics'), la Selección española de los hermanos Pau y Marc Gasol, etc, lo hace muy bien. Eso siempre es algo clave". 

Ya en 2003, cuando Larry Bird se hizo cargo de la Jefatura de Operaciones de los Indiana Pacers, la primera medida que Bird tomó fue destituir a un entrenador llamado… Isiah Thomas. "No había comunicación y tenía el sentimiento interno de que no iba a funcionar, así que no tuve que pensar demasiado", explicó Bird. Después, Thomas trabajó con los Knicks y con los New York Liberty de la WNBA, siempre a las órdenes de James Dolan, el excitado y emocional 'boss' de las franquicias neorquinas y de la mismísima compañía 'Madison Square Garden'. Allí, Isiah recibió una demanda por acoso que luego cerró con un pacto. Mantiene bajo su firma una Compañía de Inversiones Inmobiliarias en Detroit, LLC Estate, y representa a una buena marca de champán francés. 

En diciembre de 2017, la NBA montó, para su 'NBA TV', uno de esos lacrimógenos 'shows' de reconciliación que tan caros le han sido siempre. Fue entre Earvin 'Magic' Johnson, llamado en la NBA 'Cheesy', 'Quesitos', por su sonrisa de 'quesito'... y el propio Isiah 'Zeke' Thomas, Isiah Lord Thomas III, tan apartado y marginado en aquel Equipo de Ensueño. Aquel 'show' televisivo de reconciliación entre los viejos 'gunslingers', aquellos dos pistoleros de la NBA de los 80, fue un 'show' de dos minutos y diez segundos en el que Magic dijo a Isiah... "eres mi hermano, así que déjame pedirte perdón si te he hecho daño y no hemos podido estar juntos, Dios es bueno por reunirnos otra vez. Es una locura todo lo que nos ha pasado, pero todo ha ido mejor, hermano". Thomas replica a Magic: "Si es que los dos hemos sido siempre dos ganadores, Vamos, siempre estaré aquí...", fueron las palabras de Isiah ('Lo sé, lo sé', replica Magic), palabras ya a solo diez segundos del fin de la 'emotiva' grabación de 2:10; "pero es que aún estoy cabreado porque me ganaste", concluye Isiah, refiriéndose a la memorable final NBA de 1988 en la que los Lakers de Magic abatieron a los Pistons de Thomas, tras duro combate: 4-3. Hubiera sido más emocionante la grabación NBA del reencuentro entre Magic y Thomas, de haber podido contar con la inquietante presencia del tal Michael Jeffrey Jordan, que siempre flotó en el aire de semejante reencuentro, 'On the Air'. Pero era imposible. 'Air' Jordan no toma prisioneros. Y menos, 'On the Air'.