muchodeporte.com Polideportivo

1972: Cuando Juan Carlos I evitó el ridículo ante Franco con su 15º puesto olímpico en el Dragón de Kiel

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
17/09/2022

Entre el 29 de agosto y el 8 de septiembre de 1972, ahora han caído los 50 años exactos, en la Bahía de Kiel, aguas del Mar Báltico, se disputaron las regatas de vela de los XX Juegos Olímpicos de Verano, con sede central en Múnich. España no subió al podio en ninguna de la media docena de clases olímpicas que regatearon en Kiel, con los barcos australianos (sendas medallas de oro en 'Star' y 'Dragón') en punta del medallero. Pero la 'Armada' española en aquel 'olímpico' Báltico contó con un capitán o almirante más militarmente espectacular que cualquier otro: nada menos que Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón (Roma, 5.1.1938, 1,88 de altura), el mismo que después sería conocido como el rey 'Juan Carlos I', hoy es el 'Rey Emérito' y, en aquellos tiempos, ostentaba el título de 'Príncipe de España'. El mismo -en suma- que hoy desata expectación y especulaciones por su presencia en las exequias fúnebres de Isabel II de Inglaterra, para Juan Carlos I... 'Tía Lillibeth' y en presencia de otra deportista olímpica, la Princesa Ana de Inglaterra, participante en hípica en los Juegos de 1976, en Montréal.

El Juan Carlos de Borbón de 1972, recién salido de la juventud en la que todavía se le conocía como 'Juanito' era, en efecto, 'Príncipe de España' y no 'de Asturias'. Y lo era por titulación especial, específicamente concedida por la Ley de Sucesión que en julio de 1969 habían aprobado masivamente los procuradores de las Cortes Españolas; a instancias de S. E., el Jefe del Estado: Francisco Franco Bahamonde. Con ese título de 'Príncipe de España', concedido al hijo mayor de Don Juan de Borbón, hijo del Rey Alfonso XIII y Conde de Barcelona, el general Franco quería hacer ver lo excepcionalidad (por el Régimen franquista) de la legitimidad de aquel 'Juanito'. El mismo que el Jueves Santo de 1956, en Estoril, había empuñado la pistola automática 'Star' del 22 que, al dispararse por accidente, había liquidado a su hermano Alfonso de Borbón, segundo hijo varón de los Condes de Barcelona. En 1969, Don Juan de Borbón, siempre enfrentado personalmente a Franco, proclamó en relación a la franquista Ley de Sucesión: "Esta Ley es un engendro monstruoso". Sólo por refrescar memorias, Don Juan de Borbón no renunciaría a sus derechos dinásticos hasta 1977. Falleció en 1993, en Pamplona.

LA VELA.- Hacia la primavera de 1970, casi al año de probarse la controvertida 'Ley de Sucesión', al despacho de Franco en el Palacio del Pardo llegó una propuesta o idea que inicialmente desconcertó al poco impresionable 'Generalísimo': Juan Carlos, Príncipe de España, quería ser olímpico en vela, en los inmediatos Juegos de Múnich/Kiel. Ya había sido regatista olímpico su cuñado, Constantino II de Grecia ('Constantino Schleswig-Holstein Sonderburg-Glücksburg'), hermano de la entonces Princesa Sofía, la hoy 'Reina Emérita', madre del Rey Felipe VI. 

Constantino -que había sido depuesto del trono de Grecia en 1967, con reinado 'oficial' entre 1964 y 73-, no sólo había sido 'regatista' olímpico en los Juegos de 1960, en aguas de la Bahía de Nápoles. Junto a Eskitzoglu y Zaimis, el entonces futuro Rey de Grecia había ganado medalla de oro... en clase 'Dragón'. Justo allí, en Nápoles y en esas regatas, fue donde Juanito de Borbón y la princesa Sofía de Grecia dieron los primeros pasos en su noviazgo. Y en 1970, Juan Carlos, Príncipe de España, quería emular a su cuñado. La vela era una pasión para el ex 'Juanito', desde que aprendiera a navegar a mediados/finales de los años 40 con el barco 'Saltillo', propiedad de Pedro Galíndez, abogado, armador y alcalde de Portugalete. Con Galíndez, Juan Carlos se adentró en el mar y recibió sus primeras clases de navegación. Pedro Galíndez acabó ofreciendo como regalo este yate de motor y vela de 26,25 metros de eslora a Don Juan de Borbón, a fin de que el Conde de Barcelona lo empleara a discreción. Fue la misma fórmula que años después emplearían el empresario José Cusí y el ya Rey Juan Carlos con la archifamosa saga del 'Bribón'.

Pero fue en el crucero de regatas 'Sirimi' (clase 'Tumlaren'), adquirido por Don Juan en 1947, donde el futuro Rey ya pudo aplicar sus nociones de navegación en competición. Con sólo 11 años, y pese a su corpulencia y elevada estatura, 'Juanito' lograba ser el más rápido de su clase en una regata Lisboa-Sesimbra. A partir de ahí, Juan Carlos de Borbón fue relegando la hípica, que también le atraía lo suyo, en favor de la vela; que le apasionaba de verdad.

EL 'PLÁCET' DE FRANCO.- Como queda dicho, Franco recibió en El Pardo la propuesta del 'Borbón olímpico'. Con casi natural recelo, cabría añadir. Aunque Juan Carlos se había mostrado abierto a ir a Múnich incluso con la opción de la hípica (como la Princesa Ana de Inglaterra...), el dictador negó esa opción al tratarse de un deporte individual... y bastante arriesgado. Desde El Pardo se validó que el 'Príncipe de España' participaría en vela en los Juegos de 1972. Así que éste iba a tratarse del deporte en el que Juan Carlos firmaría sendos campeonatos de España en 1971 y 1972, ya en clase 'Dragón' (como su cuñado Constantino de Grecia) y también a bordo del bote llamado 'Fortuna'. 

En 1970, y tras la luz verde de la 'lucecita' de El Pardo, Miguel Company, entonces presidente de la Federación Española de Vela, recibió presupuesto extra para contratar al mejor entrenador posible... que dio para contratar al buen técnico danés Ib Andersen. Como modalidad se escogió, desde luego, la misma clase 'Dragón' de Constantino. Se adquirió el 'Fortuna', con ese presupuesto estatal, y se acompañó al Príncipe con dos navegantes de gran prestigio: el duque de Arión (y no 'de Avián', como algunos osados escriben), descendiente directo del 'Gran Capitan', Gonzalo Fernández de Córdoba, además del buen marino barcelonés Juan Antonio Ragué, que ya había sido olímpico en 1960, allá por Nápoles.

Ib Andersen organizó el trío del equipo 'preolímpico' para el 'Dragón Fortuna': Arión sería el 'táctico' o estratega, el hombre de los mapas, las rutas y los vientos; el experto Ragué 'maniobraría' las cuerdas y las velas; para el llamado 'Príncipe de España' quedaba el papel de 'caña'. O sea, llevar el timón, algo en apariencia fácil... pero que no lo era, ni mucho menos. No se gobernaba por las buenas uno de esos rápidos, ultrasensibles veleros 'Dragón'. Un 'Dragón' no se deja manejar sin buena mano, decisión y 'olfato' para 'pillar' viento.

Con el 'OK' del Palacio de El Pardo, el 'Príncipe Borbón' empezó a hacer viajes cada vez más frecuentes al Club Naútico de Barcelona, a fin de entrenarse en aguas barcelonesas con sus compañeros Arión y Ragué, bajo órdenes de Andersen. Todo, entre gran expectación y curiosidad. En junio de 1971 llegó el primer reto de verdad, con el Campeonato de España; dominado por el 'Fortuna' 'juancarlista', líder en en seis de las siete regatas. Esto dio moral para el evento preolímpico de Kiel, en agosto de 1971, donde el Fortuna compitió en busca de la clasificación para los Juegos, cuyas pruebas de vela de un año después se fijaban en esas mismas aguas de la báltica Bahía de Kiel. 

Ahí, Andersen ya había dado 'aprobado alto' a Juan Carlos y así lo detalló posteriormente en el libro 'El Rey y el Mar' (RBA), del periodista Ignacio Gómez-Zarzuela: Según Ib Andersen, "el Príncipe no tenía mucha experiencia; pero nos impresionó por su capacidad de concentración. En muy poco tiempo conducía el 'Dragón' tan bien o mejor que cualquiera de los mejores patrones en los otros barcos".

PASAPORTE OLÍMPICO.- Ya en agosto de 1971, en el Preolímpico de Kiel, y por problemas personales, Ragué cedió su puesto en el 'Fortuna' a otro experto regatista, Francisco Viudes, armador y propietario de un astillero. Esta vez iba bien en serio, así que los medios españoles se movilizaron, con profusión de enviados especiales, incluidos los de Efe Y TVE: José María Calle, Miguel Ors (además de TVE, en el súpervendido vespertino 'Pueblo')... sin que faltaran 'ABC', 'La Vanguardia', 'AS', 'Marca', 'El Mundo Deportivo'… los enviados especiales acompañaban al Príncipe en las cenas y salidas nocturnas por las inmediaciones de Kiel y el campo de regatas. En España, el público siguió el tema con expectación no exenta de curiosidad sarcástica. No se creía demasiado en las capacidades físicas e intelectuales del llamado 'Príncipe de España'. Pero el 'Fortuna' se sacó el pasaporte olímpico al firmar el puesto 14º en el cómputo total. Del Preolímpico, 15 entraban en los Juegos. El barquito velero español llegó a ir sexto en la penúltima jornada, así que la clausura la disputó el 'Fortuna' con idea de 'asegurar al máximo' y de evitar pequeñas catástrofes. 

De aquel Preolímpico quedó la célebre anécdota de un buen regatista argentino que, tras ser superado por el 'Fortuna' en una de las mangas soltó con frustración ante Juan Carlos y la tripulación española: "¡Hice una regata de mierda! ¡Cómo habrá sido que hasta vos me ganasteis!"... y ahí sobrevino una rèplica 'borbónica', mitad en serio, mitad en broma, que en aquellos años hizo furor: "Perdona, no volverá a ocurrir. La próxima vez haré lo posible por evitarlo". Todo se conoció a través de la Prensa de Argentina, que había tenido conocimiento detallado del incidente y los comentarios.

PREOCUPACIÓN FRANQUISTA... Y LOS JUEGOS.- Con todos de regreso en España, Franco paso a contrastar personalmente la situación... y convocó a algunos periodistas punteros para que le detallaran lo sucedido en Kiel. No hace mucho, y muy poco antes de morir (2020), el gran profesional que fue Miguel Ors relataba así al eximio periodista Alfredo Relaño Estapé su particular conversación con Franco, en despacho de El Pardo. De Franco a Ors: "¿Es de verdad bueno el Príncipe?”. Ors: “Sí, Excelencia, pero le faltará entrenamiento”. (FF.)... “¿Es verdad que lleva bien la caña o le soportan por ser él?”. (Ors)... “La lleva muy bien, Excelencia, tiene sensibilidad natural para eso, huele bien los vientos”. (FF.)... “¿Quedó bien en el mundillo?”. “Muy bien, Excelencia, fue muy simpático con todos” (Ors refirió el diálogo con los argentinos). Franco pidió más detalles a Ors. “¿Cuántos barcos competirán en los Juegos Olímpicos?”. Ors: “No sé exactamente, pero algo más de 30”. Franco: “¿Y cómo cree usted que quedará?” Ors hizo su pronóstico, más o menos arriesgado: "Pues no tendrá medalla, pero pienso que quedará entre los 15 primeros".

... Al fin de todo, Miguel Ors -que era de la misma escasa talla que el 'Generalísimo', no mucho más allá de 1,60- recordó a Relaño que Franco le despidió con cierta severidad. Tal cual: "Mire, Ors, no me gustaría que el futuro Jefe del Estado español hiciera el ridículo". "“No se preocupe, Excelencia. El Príncipe ganará el oro del cariño y la amistad de todos sus competidores”, concluyó Ors. 

A la entrada del despacho, en El Pardo, Francisco Franco había dicho a Miguel Ors: "¡Cómo engaña la televisión! Yo le había imaginado a usted más alto". Y el periodista barcelonés de 'Pueblo' (por añadidura. la primera cara emblemática de 'Estudio Estadio' en TVE) soltó una réplica instintiva, aunque con cierto riesgo: "Para mí es un honor tener la misma estatura que Su Excelencia". Después y sin embargo, los dos 'bajitos', el gallego y el catalán (en torno a 160 cms. de altura, cada uno de ellos, al igual que el narrador, el mismo Relaño)... se avinieron relativamente bien.

LOS JUEGOS... Y 'A POSTERIORI'.- Ya perfectamente conjuntado -con Arión, Viudes y Juan Carlos-, el 'Fortuna' revalidó el Campeonato de España en 1972. En los Juegos, entre el 29 de agosto y el 8 de septiembre de 1972, en las aguas bálticas de Kiel, las predicciones de Miguel Ors a Franco se iban a cumplir casi al dedillo. El barco español partía con bastante desventaja ante rivales más expertos, la gran mayoría con más de dos años de preparación. 

Además, hubo un contratiempo de última hora. Ya en Kiel y en vísperas de competir, Paco Viudes tuvo una ligera lesión muscular y fue sustituido por el espléndido navegante que sigue siendo el malagueño Félix Gancedo. Y, con Gancedo más el 'Príncipe de España' a la caña, el 'Fortuna' cerró los Juegos Olímpicos en decimoquinta posición final en clase 'Dragón', todo justamente encajado dentro de los límites y perspectivas que Miguel Ors vaticinó arriesgadamente a Francisco Franco. Los australianos Cuneo, Anderson y Shaw se colgaron el oro del 'Dragón' en Kiel, con las tripulaciones de Alemania Oriental y EE UU en posiciones de plata y bronce.

Tras la cita olímpica, Juan Carlos cambió la vela ligera de competición y por los barcos de crucero. En 1973, el legendario regatista y diseñador Paul Evström´planeó dos 'half tonner' ('medias toneladas'): Uno para Juan Carlos... y  el otro, para el empresario catalán José Cusí, que acabó siendo el armador del Rey Juan Carlos I durante los siguientes 40 años... y que aun hoy sigue siendo uno de sus amigos más íntimos.

De los dos barcos diseñados por Evström, Juan Carlos bautizó su 'navío' como como 'Shere Khan' (el famoso tigre de 'El Libro de la Selva', de Rudyard Kipling). Y Cusí eligió un nombre que posteriormente se repetiría en toda su flota de veleros: 'Bribón'. Lo explicó así: "Me gustaba 'Bribón' porque es un nombre muy español, sagaz y muy de competición. Es pícaro, pero no de ladrón... Lo cierto es que ha traído mucha cola", explicó Cusí. El 'Shere Khan' de Juan Carlos de Borbón y el 'Bribón' de Cusí se medirían con intensa rivalidad en los campos de regatas.

Más adelante, la entrada de Juan Carlos en la saga 'Bribón' se produjo con el 'Bribón II', ya al poco de ser proclamado Rey de España. En la Semana Balear de cruceros de 1976 el ya Rey arrancó en un velero que sufrió varios desperfectos, con lo que acabó subido a bordo del barco de Cusí. Ya no bajaría hasta cuatro décadas después. 15 barcos han lucido el nombre de 'Bribón'. En 14 de ellos, Juan Carlos I ha sido 'patrón y caña'. El palmarés impone: seis Copas del Rey (1984, 1985, 1993, 1994, 2000 y 2011), dos 'Sardinia Cup' (2000 y 2004), 12 Copas de España y 11 trofeos Conde de Godó. Cusí ha contado con 150 tripulantes, con 17 timoneles. 

Al fin, cuando Cusí anunció que él y Juan Carlos se retiraban de las regatas, el armador catalán relató esta historia a Efe: "Durante una regata con viento muy fuerte y con Juan Carlos al timón, el barco sufrió un pequeño incidente que le produjo al Rey una lesión en la mano. Toda la tripulación estaba paralizada. Las maniobras fueron interrumpidas y otros barcos nos superaron rápidamente, hasta que el Rey rompió el silencio diciendo: '¿Qué les pasa, esperan ver salir sangre azul?' ¡Ayúdenme, denme una mano, vuelvan a sus puestos y vayamos hacia la llegada!".

También más adelante, y en el libro ya citado de 'El Rey y el Mar' de Gómez-Zarzuela, el propio actual Rey Felipe VI narra: "Resulta extraño que nuestra familia, a la hora de involucrarnos seriamente en una actividad deportiva con una dimensión también competitiva, escogiéramos la vela... el Rey Juan Carlos, la Infanta Cristina y yo mismo tuvimos el honor de participar en diversos Juegos Olímpicos (Múnich-72, Seúl-88 y Barcelona-92) como integrantes del equipo español de vela, compitiendo en diferentes clases de barcos. También entre nosotros, la vela ha servido siempre para mantener y alimentar un sano y divertido espíritu competitivo intrafamiliar". 

... La vela, el deporte de aquel 'Juanito', el pupilo de Ib Andersen, el olímpico en Kiel... iba ser el deporte de la Familia Real española que fue consagrada por la Ley de Sucesión de Francisco Franco. Quizá por eso mismo, el propio Francisco Franco se sintió 'obligado' a evitar un real ridículo en Kiel, en aquellos Juegos Olímpicos de Múnich... 50 años atrás.