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Kaiser Federer: 1.251 victorias, 103 títulos... e 'inferior' a 29 tenistas: "Nadie lo podrá olvidar nunca"

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
27/09/2022

Hasta el fin de agosto de 2022, el jugador de tenis, hombre o mujer, que más dinero había ingresado/generado en este mismo planeta y en este Año de Gracia de 2022 se llamaba, se llama... Roger Federer: 90 millones de dólares totales; todos ellos, por supuesto, fuera de las pistas -donde Roger no ha disputado un solo partido oficial en 2022- y gracias a sus contratos con las 'superfirmas' Uniqlo, Rolex, Credit Suisse y Zapatos 'ON', además de la gestión de su propia marca y logo, 'RF', ya 'liberado' de 'Nike' desde 2021. Tras Federer viajaban en ingresos en 2022 -siempre según 'Forbes', el magacín estadounidense especialista en el tema-... Naomi Osaka (56 millones de dólares, también amasados en su inmensa mayoría sin jugar y a base de 20 firmas, como criptomonedas 'FTX', agencias de representación, cosméticos...), Serena Williams (33 millones de dólares, empresas 'Serena Ventures', 'Nike' o 'Gucci'), Rafa Nadal (31,4 millones de dólares) y Novak Djokovic: 27,1 millones de dólares. Indiscutiblemente, en los ingresos de Nadal y Djokovic, que dominaron los tres torneos de Grand Slam (2+1) hasta el US Open ya sí tuvieron bastante que ver los rendimientos deportivos.

OK. Después de tres intervenciones en la rodilla (¿con cartílago y meniscos no recuperables?... nadie ha dicho nada) y 41 años cumplidos el pasado 8 de agosto, Federer acaba de pasar a la historia como jugador de tenis de alta competición; y así, 'Former Tennis Player', le define ya la 'Wikipedia English', la más solvente. La clamorosa retirada o pública jubilación de Federer en el -bien conocido- Arena londinense de Greenwich, donde Roger alzó (2010, 11) dos de sus seis 'Masters Cup' o título de las 'ATP Finals' resultó ser, en 'su' 'Laver Cup' (propiedad del propio Roger)... tan sentimental como lacrimógena. 

Como despedida personal de alguien que tuvo cierto trato con Federer -siempre, exquisito- y al que sólo cierto canallita impidió disfrutar de una foto 'a tres' con Roger y con su 'hermano archirrival' Rafa Nadal, todos en traje de gala, dejaremos aquí la curiosidad de unos datos no tan vistos... y la misma crónica que el aquí firmante envió al Diario 'AS' en la noche del 6.7.2008, desde Londres, en el partido que todos consideran -incluso el mismo Federer- como el más emotivo, histórico e inolvidable en la carrera de Roger, y eso que acabó perdiéndolo: la final de Wimbledon-2008, en la que Nadal derrotó a Federer sobre hierba por primera... y última vez, tras una batalla memorable, ocasión imborrable.

En lo prosaico, Roger Federer se nos despide de la ATP con 1.251 victorias y 275 derrotas en los 1.526 partidos oficiales ATP (83,55% de victorias, total de 103 títulos y 130,6 millones de dólares en premios) que el gran maestro suizo ha disputado desde que debutara como profesional en el Open suizo de Gstaad, el 7.7.1998, cuando aún no había cumplido 17 años... con derrota por doble 6-4 ante el argentino Lucas Arnold Ker; que de este modo iba retirarse como uno de los 29 tenistas que pueden presentar un 'cara a cara' victorioso con Federer, un 'brillante' 1-0 para Arnold. Los otros 28 tenistas que 'dominaron' a Federer son exactamente Byron Black (0-1), Kenneth Carlsen (0-1) y, todos los inmediatamente siguientes. Todos con 0-1, Joan Balcells (1999, en Challenger ITF, en Espinho), Markus Hantsck, Sergi Bruguera, James Sekulov, Francisco 'Pato' Clavet, Jan Siemerink, Andrea Gaudenzi, Chris Van Garsee y Andrei Medvedev. Con un bonito 0-2 sobre Roger se despidió el zurdo argentino Franco Squillari. Llegan Pat Rafter (0-3) y Thomas Enqvist (1-3). Y ya vienen, con 1-2, el sudafricano Wayne Ferreira (hoy, mentor de Frances Tiafoe, 1-3), Guga Kuerten y Dominik Hrbaty. Con 2-3 a su favor ante Federer se retiró nada menos que Álex Corretja. Con 2-4, Yevgeni Kafélnikov, después un as del 'póker' en Marbella. 

De los que quedan en activo, ya mantendrán siempre un balance favorable con Federer todos éstos: Rafael Nadal (16-24), Novak Djokovic (23-26), Dominic Thiem (2-5), Evgeny Donskoy (0-1), Andrey Rublev (0-1), Thanassi Kokkinakis (0-1) Félix Auger Aliassime (0-1)... y nada menos que Pablo Andújar: 0-1. La victoria de Andújar (tres sets, 64, 46, 64, sobre la tierra batida de Ginebra, en 2021) fue, al mismo tiempo la antepenútltima derrota que Federer sufrió sobre una pista. La penúltima, ante Auger Aliassime en octavos de final de 2021, en Halle... y la última el 63, 76, 60 con que el polaco Hubert Hurkacz (1-1 en el 'cara a cara' ATP) remató la carrera de Roger en la alta competición. Resultó ser en 1/4 de Wimbledon-2021, la misma opaca, densa y espesa tarde del All England, Centre Court, en la que Federer -según el mismo revela- acabó reflexionando: "Con el 6-0 del último set y tal como se desarrolló ese set, me di perfecta cuenta de que no podía seguir jugando, de que el tenis profesional había acabado para mí".

Aparte de los ya citados en la lista de 'ganadores en el cara a cara', Federer ha perdido con estos otros españoles: Albert Montañés (3-1 total para Roger, al que Montañés batió en la semifinal de Estoril-2010), Albert Costa (3-2, Roger), Albert Ramos (2-1, Roger), Félix Mantilla (1-1, Mantilla batió a Federer en la final del Masters de Roma-2003), Juan Carlos Ferrero (13-3) y Tommy Robredo; 12-1, Federer. 

De 28 tenistas españoles con los que Federer jugó partidos oficiales (incluido Balcells en el 'Challenger' de Espinho-99, aunque no fuese en 'ATP Tour'), sólo 12 se dieron el gusto de ganarle. Repitamos sus nombres: Balcells, 'Pato' Clavet, A. Costa, Corretja, Bruguera, Ferrero, Mantilla, Montañés, Robredo, Nadal, Albert Ramos y Andújar. Sin embargo, Federer exhibe una superioridad extraordinaria ante Carlos Moyá y Fernando Verdasco (7-0 ante ambos), Feliciano López (13-0) o... alguien tan cualificado como David Ferrer, quien llegó a ser número 3 de la ATP en julio de 2013. Pues... 17-0 para Roger ante David. O 9-0 ante Bautista... o 5-0 sobre Almagro. Por simple cuestión de tiempo, Federer no llegó a cruzarse en modo de partido profesional con Carlitos Alcaraz, la gran estrella emergente de estos días...

LA GRAN FINAL DE 2008.- Nos recrearemos ahora en la gran final de Wimbledon de 2008, la histórica, memorable ocasión en la que Rafa Nadal destronó a Roger Federer -que había ganado las cinco finales en el All England desde 2003, dos al propio Nadal. Entre los dos grandes rivales produjeron aquel domingo, 6.7.2008, lo que el propio John McEnroe nos describe como 'el mejor partido de tenis de la historia'. 

Según John Patrick McEnroe Jr, para el eximio Jon L. Wertheim, en el documental 'El Mejor Partido de Siempre'... "He presenciado, he comentado, he jugado y he visto mucho tenis, pero no me cabe duda de que el partido de 2008 en Wimbledon  entre Rafa y Roger fue el mejor partido de tenis de la historia; Rafa Nadal es el mayor luchador que he visto en la pista y eso que jugué 30 veces contra Connors (exactamente, 34, 20-14) para McEnroe, así que algo sé. Ya primera vez que vi a Nadal supe que iba a ser uno de los mejores jugadores sobre arcilla de todos los tiempos". Entre 1980 y 84, John McEnroe jugó todas las cinco finales de Wimbledon que se disputaron entre 1980 y 84, conquistando tres títulos (81, 83 y 84) y cediendo los otros dos: 1980 (final antológica frente a Bjorn Borg) y 1982, la derrota frente a Jimmy Connors.

De aquel partido, antes de la crónica, cabe extractar estas palabras del propio Federer: "Jugar contra Rafa Nadal es la prueba que estaba esperando, cada vez que juego contra él quiero ganarle... y pienso que sí, que pudo ser el mejor partido de tenis de la historia... en tenis siempre tienes que ganar el último punto para llegar a la meta; ser jugador de tenis significa estar buscando constantemente soluciones y tomar pequeñas decisiones... pero todo eso es más duro frente a Nadal que frente a ningún otro. 

A eso, Nadal (que hasta esa final de 2008 nunca había ganado a Federer sobre hierba... y nunca volvería a hacerlo) oponía estas resueltas intenciones: "Cada punto que juego y que cada pelota que pego lo hago con una intención, molestar al rival, buscar la manera en que aquella bola puede dañar al contrario y darme a mí la oportunidad de ganar el punto". 

(Aunque, según Martina Navratilova... "cuando Federer golpea la pelota, su nivel de intensidad es exactamente el mismo que el de Nadal", algo que matiza así el reportero y escritor William Skidelsky: "Federer es un aristócrata del deporte. Todo en él es ausencia de esfuerzo, destreza, talento, arte...  es algo que se refleja en su comportamiento y en su forma de jugar a tenis, mientras que Nadal es energía. Ese contraste llega a un punto crítico cuando juegan entre ellos, un 'punto de choque".

Confirma Federer (cuyo primer gran alboroto fue el inopinado triunfo sobre Sampras en 2001, en Wimbledon: "Sobre hierba, yo buscaba la perfección quizá demasiado pronto, al golpear derechas, reveses y todo tipo de golpes. Siempre pensaba en Boris Becker, Stefan Edberg; y ellos, los campeones de hierba en Londres, me inspiraron a buscar esa perfección... que tan difícil era. Así que me costó liberarme de mis frustraciones, mis entrenadores decían que eso no era bueno para mí, que me costaría liberarme de esa energía negativa", algo que confirma el padre, Robert Federer.

Sobre aquella finalísima de 2008 en el All England Club de Wimbledon, Federer también revela a Jon L. Wertheim que "en los primeros dos sets es como que no creía que fuera a ganar el partido, mi problema es la forma un poco terrible en que había perdido la final del Abierto de Francia, un mes antes, ante Nadal", algo que confirma palabra por palabra el técnico 'de casa', de 'Chez Federer' en toda su última década de carrera: Severin Luthi: "Le afectó esa derrota en París". Y tanto: 61, 63 y 60 para Nadal. Demoledor. Devastador. 

A esas alturas de la vida, el 'drive' pesado de Nadal, en zurdazos (¿o hachazos?) altos, 'picados' y 'superliftados', obligaba constantemente a Roger a pegar el revés en 'alta suspensión'  a una bola 'como con uñas' que provocaba sobre el sedoso, preciso juego del campeonísimo suizo el mismo efecto que una tuneladora sobre un banco de arena o un asta de toro sobre un capote o una lentejuela; en fin, una máquina hambrienta de picar carne y esperanzas.

(Ya algo más adelante, y a partir de 2015, coincidiendo con una cierta 'humanización' de la pegada y la sobrenatural movilidad de Nadal, Federer halló o leyó la manera de 'encontrar' a botepronto con el revés los trallazos cruzados asesinos -cada vez menos 'pesados'- que disparaba el 'drive' cruzado de Nadal... y remató los duelos 'cara a cara' (que llegaron a ir 23-10 para Nadal) con un brillante 6-1 de cierre (24-16 en total para Rafa); siempre a partir de 2015, Nadal sólo volvería ganar a Federer en 1/4 de Roland Garros en París en 2019, un día de viento y condiciones horribles, con un claro 63, 64 y 62 para Rafa... y Roger, que había arrebatado a Rafa la final de Australia en 2017, clausuró la rivalidad, su estela y su balance con un duro y brillante 76, 16, 63 y 64 en la semifinal de Wimbledon, un éxito que llevaría al suizo a la última de las tres finales que el 'aristócrata del tenis' perdió en el All England ante un tal Novak Dkojovic; en total, Roger Federer cierra carrera con 20 títulos de Grand Slam, por 22 actuales para Nadal... y 21 para Djokovic).

... Así, a la final de Wimbledon, en 2008 llegaba un Nadal que había llorado tras perder la final de 2007 en ese mismo Wimbledon ante el propio Federer, tras cinco durísimos sets y tras sufrir un pinchazo en la rodilla... y que esta vez aparecía mejor preparado ante lo que cabía esperar de 'Sir' Roger Federer, el máximo esplendor sobre la hierba. "Tras la final de Wimbledon de 2007 me sentía mal conmigo mismo por no haber sido capaz de sobreponerme a la adversidad en un momento tan importante para mí; y ahora sentía que llegaba mejor preparado". Según el propio Federer, "Rafa ya estaba llamando a la puerta y todo el mundo del tenis estaba expectante". Para Pierre Paganini, preparador físico de Federer y otro de los hombres/analistas que mejor conoce la rivalidad entre Rafael Nadal y Roger Federer... "Nadal es un luchador que también sabe ser artista". Nadal dominó aquella final imborrable por 64, 64, 67 (5), 67 (8) y 97. Entonces aún no había 'tiebreak' en el quinto set, en Wimbledon.

Y para el que la quiera... esta es la crónica de aquella 'final de finales' o 'el mejor partido de tenis de la historia', tal como apareció el 7.7.2008, vivida y lanzada desde el propio All England...

'NADIE LO PODRÁ OLVIDAR NUNCA'.- 'Nadie lo olvidará. Jamás. Nadie olvidará la angustia, el triunfo. Podrán pasar otros 42 años hasta que otro tenista español gane Wimbledon, que no pasarán. Podrán irse generaciones enteras, que no se irán, porque Rafael Nadal Parera volverá a ganar más veces en el All England Club. Y será muy pronto, como pronosticaron los dioses de este juego: Björn Borg, Manolo Santana, John McEnroe. Pero nadie olvidará esta tarde en la que Nadal lloraba entre un diluvio de flashes sobre la Catedral del tenis mundial, instantes después de doblar la mano al gran Roger Federer y sólo segundos antes de que Sue Barker le presentara como "The new Wimbledon Champion".

Como el Mowgli de los sueños del escritor Rudyard Kipling, Rafa Nadal pasó delante del Triunfo y el Desastre. Trató a esos dos impostores exactamente del mismo modo. Pero, al fin, sólo se reunió con el Triunfo. Esta vez, la preciosa piel del suizo Federer, el Shere Khan del tenis, cuelga en el patio de Mowgli. Y esta vez, Nadal, un gladiador esculpido en el mismo acero que Joe Frazier, no tuvo un Eddie Futch que le tirase la toalla, como aquel día ancestral de Manila, en 1975: cuando Futch detuvo a Frazier, ganó Muhammad Ali, que se vio "al borde de la muerte". Pero ganó Muhammad Ali. Esta vez, Federer no tuvo la suerte que acompañó a Ali. Federer, acosado por Nadal, una sombra galopante de pesadilla a la que enloquece la fragancia de la victoria, cedió su corona en el All England.Los números dirán que Nadal dejó escapar una asombrosa cadena de oportunidades: dos sets arriba, 6-4 ambos, 3-3 y 0-40 en el tercero. Y los dos match points en la muerte súbita del cuarto. Pero enfrente estaba el gran Roger Federer, con una derecha que puede ser tanto violín como martillo, y con un servicio como un estilete o un guante. "Roger puede ganar juegos con su saque en un minuto o poco más... y eso es mucho más difícil para mí", razona Nadal'.

LOS PARONES.- 'Hubo dos suspensiones, y las dos cortaron el ritmo de Nadal en momentos importantes: sirviendo 4-5 abajo en el segundo set, y con 2-2 y deuce en el quinto. Federer sirvió 25 'aces', 25 saques directos. Firmó 89 puntos ganadores. Federer es un atleta artístico de ensueño: tanto como aquel mismo Muhammad Ali, que danzaba como una mariposa y picaba como una avispa. Pero enfrente del artista Federer había una fuerza desatada, Nadal, que detesta la derrota con la ambición ganadora de Joe Frazier o de Rocky Marciano. Más, incluso, que John McEnroe, quien perdió aquí mismo ante Borg la fantástica final de 1980, tras ganar el 'tie break' del cuarto set por 18/16.

Aquel domingo de 1980 (también, un 6 de julio), McEnroe cayó, entre otras cosas, porque fue sirviendo por detrás en el quinto set ante la concentración inhumana de Borg. Este domingo de 2008, Nadal también servía por detrás en el quinto, con las heridas abiertas de los dos 'championship points' perdidos en la muerte súbita de la cuarta. Esas heridas hubieran mandado al fondo a cualquier otro jugador en el mundo. No a Nadal. "Tiene la solidez de una roca", dijo Federer tras la derrota, con expresión infinita de tristeza infinita.

Federer usa la raqueta como un instrumento que crea arte en movimiento. Todo eso le vale ante el 99% de los jugadores que se mueven por las canchas del mundo. Pero una cosa es tirar a Ancic o a Söderling con ese precioso revés y con la finísima derecha de seda, y otra cosa muy distinta es percutir contra un muro ambulante que se desplaza, que no cede, que devuelve por golpe, que te martiriza el revés. Pero cualquier cosa que el mundo diga sobre Roger Federer, deberá atenerse a una verdad suprema: Roger es tan artista como hombre de coraje y de valor.

Y, ¿qué es Nadal, entonces? "El verdadero número uno en estos momentos", nos responde Bud Collins, el viejo colega de los 'Dems' de Boston, que ha venido 41 veces a Wimbledon. En hora y 34 minutos, Nadal ganó dos sets a Federer con sólo dos bolas de break: en todo el torneo, nadie había ganado un solo set al suizo. Nadal firmó la segunda manga llegando desde un 1-4. Pero Nadal, amo y señor de Roland Garros y nuevo conquistador de Wimbledon, pasó de estrechar la mano al Triunfo, a saludar la cara del Desastre: perdió el tercer set en la muerte súbita, con alguna bola dudosa, y Federer, luchando por su vida y por su honor, encontró esperanza tras esa victoria parcial.

No fue esperanza, sino una resurrección, lo que aleteó en los ojos del gran genio suizo cuando también volvió a arrebatar a Nadal el 'tie break' en el cuarto set, después de verse 2-5 abajo con el saque de Rafa en ese mismo juego. En esa muerte súbita fue cuando Federer levantó dos 'match points': uno, con un saque directo, y otro bajo el servicio de Nadal (8-7): ahí, un fantástico revés paralelo de Roger cambió el rumbo de la final, la envió directamente a la mejor historia del tenis y colocó a Nadal ante la prueba más extraordinaria'. 

RESISTENCIA INHUMANA.- 'Ningún otro ser humano hubiera podido ganar entonces a Federer esta final de Wimbledon, en las condiciones en que Nadal debería haber quedado: sirviendo por detrás en un quinto set ante Federer, en la final del All England. Borg se asombraba en el Royal Box. Pero ahí, el mundo contuvo el aliento y empezó a preguntarse qué y quién es Nadal. Él, que debería tener la moral apuñalada, resistió los asaltos iniciales del suizo Federer en el quinto set, pese a la nueva suspensión por una lluvia, que arreciaba de nuevo.

En este 'final set', Rafa sólo se vio ante una bola de 'break', en el octavo juego. La negoció con éxito y a partir de ahí, fue abriendo la agonía de Federer, que se desangraba y extenuaba juego a juego. Con 5-5, Nadal ya tuvo 15/40 sobre el saque de Roger. Apenas se veía, pero algo quedaba claro entre el crepúsculo: cuando el servicio dejara de salvarle, Federer sólo sería un náufrago en la tempestad de furia generada por Nadal. Con 7-7, y a la quinta ventaja, Nadal rompió y pasó a servir para el partido, para los Campeonatos de Wimbledon. Un 'passing' milagroso de Federer limpió la tercera bola de partido, pero a la cuarta, tras cuatro horas y 48 interminables minutos de partido, 413 puntos y dos suspensiones incluidas, Wimbledon cayó en manos de Nadal; y Nadal, sobre la hierba de Wimbledon, tan sagrada como rala.

...Y ya tendremos siempre la memoria de la gloria en el All England. El día en que el chico bronceado, nuestro Mowgli, nuestro campeón, lidió con el Triunfo y el Desastre como los dos viejos impostores que son, y los supo tratar exactamente del mismo modo. Wimbledon es ya su casa y su hierba, su reino y, al mismo tiempo su tierra. Nadie olvidará este día ni esta final. Nadie lo olvidará: nunca'.