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Nadal/Djokovic, fin de época: ¿19 años de 'lesiones... y hasta 16 lesiones?

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
28/01/2023

Rafael Nadal y Novak Djokovic, los protagonistas de la rivalidad oficialmente más prolífica en la historia del 'Tour' profesional de la ATP, han vuelto a coincidir -una vez más- en el Australian Open/2023 (que se cierra este mismo domingo con el duelo Djokovic-Tsitsipás) en un sendero de lesiones más o menos importantes o inopinadas. Con importante diferencia. En Melbourne, y tras rotura fibrilar en el músculo psoas ilíaco (exactamente igual que en 1/4 de 2018 ante Marin Cilic y en ese mismo escenario), Rafael Nadal acabó derrotado y lesionado en segunda ronda ante el poco ilustre estadounidense Mackenzie 'Mack' McDonald... mientras que Djokovic ha resistido durante todo el camino hacia su décima final australiana a lo que 'parecía ser' una microrrotura fibrilar en los isquiotibiales.

Esto de 'parecía ser' va entre comillas, habida cuenta de que técnicos, entrenadores y jugadores, incluso de otros deportes se han hecho preguntas sobre cómo es posible que una eventual rotura de fibras, por pequeña que pudiera ser, no haya impedido al grandísimo tenista serbio vencer al menos a seis oponentes más o menos de élite en su camino hacia la final de Australia. Por otra parte, y en lo que a Nadal concierne, tampoco resulta demasiado lógico y también es objeto de cuestionamiento cómo Rafa obtuvo ante McDonald su mejor marcador (5.7) en cada uno de los tres sets de su derrota en segunda ronda... cuando la lesión (rotura Grado 2 en el psoas de la pierna derecha, reconfirmada médicamente en la tarde del pasado jueves) se produjo en el tramo final de la segunda manga, ya con 6.4 y 4.3 (30/15) para el estadounidense. Tampoco es la primera vez que ocurre con Nadal algo de este estilo. Forzosamente, toca ser casi más esquemático que nunca ante una serie de situaciones con pocas respuestas lógicas para quienes no tienen mucha experiencia en estos vericuetos.

NADAL: HISTORIAL DE LESIONES. A partir de abril de 2004, cuando se fracturó -por estrés- el escafoides del pie izquierdo durante una victoria ante Richard Gasquet (18-0 para Nadal, a día de hoy), en la tierra de Estoril, Nadal ha ido acumulando lesiones en esa misma zona de ese mismo pie, algo que le ha condicionado durante el resto de su carrera y hasta hoy. Esa lesión ya impidió a Nadal acudir a Roland Garros/2004 y es la base de todos sus problemas en el pie. A partir de ahí y hasta hoy, Rafa acumula problemas más o menos duros en pies, rodillas -consecuencia de las agresivas plantillas ortopédicas para los pies-, abdominales, muñeca izquierda (que forzó su retirada en 2016, en Roland Garros, con no presentación ante Granollers en tercera ronda), tendón cuadricipital de la pierna derecha (aunque mínima, le hizo retirarse en 2010 ante Murray, en Australia y le acarrearía una serie de problemas al menos hasta 2012), espalda (US Open 2007, derrota ante Ferrer en 1/8; derrota en la final de Australia de 2014, ante Wawrinka), la fisura de costilla de 2022 en la final de Indian Wells que perdió ante Taylor Fritz... y ya, regresamos a 'este nuevo' psoas ilíaco de ahora mismo, ante McDonald.

Es imposible resistirse a repetir la frase que Andre Agassi dedicó a Nadal en noviembre de 2005, en Shanghai -cuando Nadal se retiró de la Masters Cup de aquel año, ya por 'lesión crónica en el ligamento peroneo astragalino anterior del pie izquierdo' (la misma lesión de siempre en el pie izquierdo, que se la había agravado en épica final victoriosa en Madrid ante Ljubicic; Rafa tenía ahí 19 añitos). Fue a pregunta de quien aquí firma. Fue esto de 'AA', Andre Agassi: "Nadal está extendiendo cheques a su cuerpo y no sé si éste los podrá pagar".

Por resumir, Nadal se ha retirado de la pista tres veces durante partidos de Grand Slam: Andy Murray (Australia, 2010, 1/8, tendón cuadricipital -del cuadriceps-, pierna derecha; se curó con la máquina 'Tecar'). Marin Cilic (Australia, 2018; 1/4, psoas ilíaco) y J. M. Del Potro: US Open, 2018; tendinitis en rodilla derecha, cuando Del Potro ya le dominaba, igual que Cilic en Australia. Arrastró importantes lesiones, condicionantes, durante el Australian Open 2014 (ampolla sangrante en la mano izquierda), con latigazo lumbar en la espalda en el primer set de la final ante Wawrinka... y donde uno, que estaba allí, no se explica aún cómo tiró hacia delante para acabar perdiendo por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3. "Mi espalda se quedó clavada en el peloteo", diría después. No cabe olvidar, obviamente, la más reciente retirada de Wimbledon/2022 sin disputar la semifinal ante Nick Kyrgios... después de apear a Taylor Fritz en cinco sets, pese a una rotura abdominal diagnosticada desde finales del segundo set. 

También jugó con una muñeca colapsada y vendada las dos primeras rondas de Roland Garros/2016, superando a Groth y  Bagnis... hasta que ya no se presentó en 1/16, ante Marcel Granollers. El US Open 2009 lo jugó Rafa con otra rotura abdominal... hasta que Del Potro, en el mejor momento de su carrera, le apalizó en semifinales con un triple 6-2, la peor derrota de Nadal en Grand Slam. ¿Cómo lo hace...?

LA INACTIVIDAD DE 2012.- Sin embargo, una de las peores lesiones de Nadal y la que mayor plazo de inactividad le produjo ('técnicamente' hablando) fue, con mucho, la más 'fantasmal'. El 28 de junio de 2012 -poco después de haber conquistado su séptimo título en Roland Garros en su primera final ante Djokovic, una final que la lluvia extendió durante dos días-... Nadal, finalista en 2011, sufría en la Centre Court de Wimbledon una inopinada derrota ante el checo Lukas Rosol, en cinco sets, en segunda ronda. Nadal jugó sin vendajes en las rodillas, no necesitó la salida del 'trainer'... y anotó nada menos que 19 'aces', lo que pone en duda cualquier problema en esas rodillas que tanto impulsan. 

De vuelta a España desde Londres (a partir de 2010, Nadal ya recibía tratamiento en las rodillas -por tendinopatía crónica- con plasma rico en factores de crecimiento, en la clínica vitoriana 'UIP La Esperanza', del doctor Mikel Sánchez), Rafa se fotografió con la bandera de España que teóricamente iba a portar como abanderado en los Juegos Olímpicos de Londres/2012, incluso volvió a entrenarse en Manacor... pero, como en un 'shock', ya no volvería a jugar en competición oficial hasta febrero de 2013, en el ATP/250 de Viña del Mar, Chile, donde cayó en la final ante el zurdo argentino Horacio Zeballos. 

El argumento oficial de esta inactividad, la más larga de su carrera, fue 'la enfermedad de Hoffa', una inflamación o exceso en la zona de grasa situada detrás del tendón rotuliano, bajo la rodilla izquierda. Sea como fuere, Nadal no volvió a jugar hasta febrero de 2013, entre bastantes preguntas y muy pocas respuestas. 

Algunos apuntaron a que todo venía porque Nadal 'había tenido una rotura de tendón en el torneo de Miami' (del que se retiró antes de la semifinal con Murray), pero ese argumento soporta mal un mediano análisis. A las pocas semanas tras la retirada en Miami, Rafa conquistó los títulos en Barcelona y Roma (tierra batida), además de llegar a la final de Montecarlo, que perdió con Djokovic. Después, Roland Garros... y 19 'aces' (sin vendajes) en la Centre Court ante un Rosol que, sin duda, jugó el mejor partido de su carrera. En fin... 22 títulos de Grand Slam, con 14 en Roland Garros. Poco más. Algo.

'16 LESIONES' DE DJOKOVIC MÁS SEIS ABANDONOS.- En fin y al fin, llegamos a Novak Djokovic, de quien para empezar... recordaremos una célebre descarga que le dedicó el estadounidense Andy Roddick, poco antes de que Djokovic batiera a Roddick en 1/4 del US Open/2008: "Tengo que sentirme cómodo porque Novak tiene como 16 lesiones"... declaró Roddick, aún sobre la pista Arthur Ashe, después de ganar al chileno Fernando González en 1/8, algo que le ponía en cuartos ante Djokovic. 

Habían preguntado a Andy por una presunta lesión de Djokovic en el tobillo (más problemas respiratorios), en su victoria en octavos ante Robredo... y esa fue la respuesta, con duras añadiduras de Roddick: "¿En el tobillo? ¿No es en los dos (tobillos)? ¿Y en la espalda? ¿Y en la cadera? Y calambres, gripe aviar, àntrax, SARS (neumonía por Covid; ya, entonces...), resfriado común, enfriamiento... si lo hay, lo hay. Sólo que ya son muchas cosas. Ya sabéis, o él (Djokovic) es el más rápido para llamar al 'trainer' o es el tipo con más coraje de todos los tiempos". 

"Andy ha dicho que tengo 16 lesiones. Obviamente, no las tengo. Os guste o no, esto es así", dijo Djokovic, desafiando a los silbidos de la multitud neoyorquina tras apear a Roddick a continuación, en ese US Open/2008: 6.2, 6.3, 3.6 y 7.6. "Están contra mí porque piensan que estoy fingiendo de todo pero no fue nada amable por su parte (de Roddick) decir ante 20.000 personas que tengo 16 lesiones y que estoy fingiendo, no es éste un momento agradable; ante Robredo tuve un día muy duro y acabé exhausto; nunca he pedido un tiempo muerto para distraer a nadie, pero si me pasa algo, quiero, que entre un médico y lo chequee, para saber qué está pasando", insistió Djokovic con el que Roddick se disculparía 'a posteriori', alegando que todo había sido 'un absoluto chiste'. "En todo caso, Novak debe saber encajar las bromas hacia él, ya que por su parte le gusta imitar a la gente y hacer tantas de esas bromas", apuntó también Roddick. 'Ipso facto', Djokovic dejó de hacer aquellas imitaciones a que tan aficionado era.

En aquel verano de 2008, Djokovic... ya había abandonado la pista en tres partidos de Grand Slam: Roland Garros/2005 (segunda ronda, ante Guillermo Coria, un set iguales), Roland Garros/2006 (1/4 de final ante Nadal, que le dominaba por doble 6.4; alegó molestias lumbares) y la semifinal de Wimbledon/2007 frente a Nadal, partido que registraba 3.6, 6.1 y 4.1 a favor de Rafa... única vez que Nadal ha batido a Djokovic en Wimbledon, a través de tres enfrentamientos entre 2007 y 2018. Calambres, problemas en la zona lumbar y ampollas sangrantes en los pies dictaron estos tres abandonos de Novak. 

La cuarta retirada de Novak en Grand Slam llegó en 1/4 del Australian Open de 2009. A 37 grados centígrados en Melbourne, ésa fue toda una revancha para Roddick de su derrota en cuatro sets en el anterior US Open. Alegando un golpe de calor, Djokovic, que defendía el título australiano de 2008, su primero en Grand Slam, abandonó la pista del Rod Laver Arena cuando Roddick le vencía por 6.7, 6.4, 6.2 y 2.1. 

Muy poco después, a partir de finales de 2010, el 'gurú' nutricionista serbobosnio Igor Cetojevic 'hizo click' e impuso un severísimo régimen a Djokovic, de quien verificó que sufria 'alergia al trigo', como base y razón de todos sus recurrentes problemas; Cetojevic quitó a Novak el pan, el gluten, el azúcar, la harina, la mantequilla... y en 2011, Djokovic se impuso en todos los torneos del Grand Slam, excepto Roland Garros, de donde fue apeado en semifinales por una gloriosa exhibición de Roger Federer. Djokovic escribió un libro, 'El secreto de un ganador’, publicado en 2013, donde contaba (hasta cierto punto) su experiencia con Cetojevic... con el que ya había roto, a esas alturas: “De repente hubo un 'factor X', un cambio en mi dieta que permitió que mi cuerpo funcionara como debía”, escribió Djokovic.

Aún llegarían otras dos retiradas para Novak en Grand Slam, hasta un total de seis (tres más que Nadal, el doble): ante Tomas Berdych en 1/4 de Wimbledon/2017, por dolor en el codo y cuando el checo dominaba a Novak por 7.6, 2.0... y ante Stan Wawrinka, en 1/8 del US Open/2019 (Djokovic defendía el título de 2018) por un problema en el hombro, cuando Wawrinka le dominaba por 6.4, 7.5 y 2.1... y de nuevo entre los abucheos de un sublevado público de Nueva York. Esto, sin contar la descalificación del US Open/2020, en turno de 1/8 ante Pablo Carreño (que gobernaba el primer set por 6-5), tras lanzar un pelotazo de rabia que impactó en la garganta de una juez de línea. "Son las normas y el árbitro hizo lo correcto", dijo Carreño. Era 'árbitra', en este caso: la francesa Aurelie Tourte.

En la final de Roland Garros/2021, cuando Djokovic venció a Stefanos Tsitsipás, tras remontar una desventaja de 0-2 ante el griego, después de una visita al vestuario, Tsitsipás también estalló: "No sé (lo que ha pasado), él (Djokovic) abandonó la pista, dos sets a cero abajo, no sé lo que habrá pasado 'allí' (en vestuarios) pero regresó como lo que a mí me pareció un jugador diferente, no sé, no tengo idea". A esto se añadió que Djokovic marchó aquel día a los vestuarios de la Pista Philippe Chatrier con un pequeño macuto azul con asas, en bandolera, como a guisa de mochila; algo que para nada era un raquetero. Por su parte Tsitsipás y su entorno mas cercano tampoco se han hallado exentos de controversia, por los frecuentes viajes del jugador ateniense a vestuarios... bajo la presunción generalizada de que allí recibe de algún modo instrucciones ('coaching') por parte de Apostolos Tsitsipás, su padre y entrenador.

MELBOURNE/2023.- Con estos antecedentes, más su tormentosa deportación de hace un año, no es de extrañar que cuando Djokovic se presentó para jugar el Australian Open/2023, hace ya casi tres semanas exactas, después de atrapar el título en el ATP-250 de Adelaida tras duras semifinal y final ante Medvedev y Korda... el público se mantuviera expectante. El serbio llegó a Melbourne... recibiendo tratamiento médico por lo que parecía ser -'parecía'- una microrrotura en la zona de los isquiotibiales en la pierna izquierda.

Por las trazas, algo le había pasado a Djokovic en el penúltimo juego de la semifinal con Medvedev -algo de lo que Medvedev se burló ostentosamente en la misma pista de Adelaida-, pero Novak firmó el título del torneo, batió a Korda en una final de más de tres horas... y redujo su actividad drásticamente al llegar a Melbourne, donde apenas se entrenó antes de abrirse el Australian Open, siempre bajo extraordinaria atención y con medidas especiales en relación a su persona. En Melbourne, el serbio arrancó fácilmente ante Roberto Carballés para verse sumido en aparentes crisis musculares en la pierna dañada (?) en segunda ronda, frente al poco ilustre francés Couacaud (actualmente, de Islas Mauricio) y en tercera, 1/16, ante Grigor Dimitrov, la 'eterna promesa' de Bulgaria y 'el chico con el corazón negro', según su examante Serena Williams, a quien Dimitrov dejó para pasar a ser pareja de Maria Sharapova. 

En duro turno, en agria colisión con espectadores levantiscos y con el muslo izquierdo vendado, Djokovic perdió el segundo set ante Couacaud (6.7, cuando mandaba por 5-3), se retiró al vestuario, ingirió pastillas antiinflamatorias -algo revelado por él mismo-... y pasó a someter al revoltoso francés y al público del Rod Laver Arena con 6.2 y 6.0 en los dos sets finales. Con Dimitrov, tras dilapidar otro 5-3 a favor, Novak se salvó al rescatar de algún modo el primer set en un 'tie-break' lleno de errores de Dimitrov. 

Tras salvar estos trances, Djokovic dio gracias 'a Dios' y a su equipo médico, donde el recién recuperado 'fisio' serbio Miljan Amanovic (que volvió con Djokovic tras el despido del argentino Ulises Badio) apenas se ha retirado del lado de Novak. El tenista ha pasado más tiempo conectado a la máquina 'Indiba' -de distensión fibrilar- que junto a su propia familia, según declaró el mismo jugador. Sea como sea, y aunque no sea fácil negociar con ella, una microrrotura fibrilar cicatriza forzosamente a partir de dos semanas; máximo, 20 días. Pero los plazos se acortan si los cuidados médicos son tan celosos y específicos como ha sido el caso: Djokovic, que se ha plantado en la final de Melbourne en ritmo devastador tras los apuros con Couacaud y Dimitrov ya no debería estar lesionado en estos momentos... de esa misma lesión de Adelaida; lo que no excluye cualquier otro tipo de problema, mayor o menor. "He salido adelante paso a paso y día a día, y porque me ha ayudado mi experiencia en este tipo de situaciones, con lo que ya sabía lo que hacer", resume el propio Djokovic.

Todas estas cosas han pasado, sin que Novak -ya sumergido en la eterna polémica por su no 'vacunación' (?) contra el Covid/19- contara con la crisis de imagen desatada por sus eternos enemigos de 'The New York Times'... después de que su padre, Srdjan Djokovic, se dejara grabar en el Rod Laver Arena entre gestos y palabras más o menos de apoyo y cariño hacia espectadores rusos claramente 'proPutin'. El resultado fue que el exfutbolista Srdjan -que tuvo que lanzar un comunicado como de disculpa y negación hacia todo tipo de guerras- no acudió a la semifinal entre su hijo y el estadounidense Tommy Paul. Ya se sabe que Srdjan ha dicho cosas como 'mi hijo es el Espartaco del mundo libre'. pero volvamos un poco a Nadal...

TONI NADAL, BOLAS Y PISTAS.- En toda esta conmoción también apareció Toni Nadal, tío y exentrenador de Rafa (cuya academia 'Movistar' en Manacor dirige el propio Toni) para escribir en  'El País': "Lamento que los dirigentes lleven tanto tiempo sin hacer nada para proteger a los tenistas de una disciplina que se ha vuelto demasiado agresiva. Parece que nadie está dispuesto a frenar la velocidad de la pelota, dificultando la vistosidad de la ejecución y de la táctica (...) además de a rebajar la brusquedad a la que someten el cuerpo (del tenista) para mantener la velocidad requerida. El desgaste y el maltrato físico son inevitables, pero no debería ser así. No se ha tomado ninguna medida para aminorar la intensidad de los peloteos". 

Un comentario esencial que cabe hacer ante estas afirmaciones es que, sin una sola duda, su sobrino Rafa Nadal (como cualquiera) toleraba mucho mejor todas esas circunstancias a los 24 o 25 años de edad de lo que hoy lo hace con 35 o 36 años y, ojalá, con los 37 que le van a caer el próximo 3 de junio, ya con Roland Garros/2023 en acción. 

Se trata  del mismo Toni Nadal que, el primer día en su vida que vio un entrenamiento de Novak Djokovic (fue en París, en 2006) voló raudo al vestuario de Roland-Garros, en busca de su sobrino Rafael y le anunció de lleno: "Rafael, acabo de ver algo peligroso para nosotros: vamos a tener un problema y se llama Djokovic".

FERRER, MOURATOGLOU... Y UNA ÉPOCA QUE SE CIERRA.- Y, según insiste 'ese' Djokovic, que en Australia emite señales de ir soportando ya como un exceso de presión... "Entiendo que rendirse nunca debería ser la 'trademark', la marca registrada de cualquier deportista profesional de élite. Es lo mínimo y así debería de ser siempre... esto de no rendirme nunca y de luchar por cada partido y cada victoria o título que estén a mi alcance viene desde los tiempos difíciles que en familia tuvimos que vivir cuando la guerra de los aliados contra Yugoslavia y Serbia, a finales del Siglo XX. En mi familia siempre supimos, tuvimos claro, que caer o fracasar nunca era una opción ("falling or failing, was never an option"); básicamente, siempre se trataba de sobrevivir. Eso fue forjando mi carácter. Entonces estábamos viviendo en las montañas (NB; en Kopaonik, una estación serbia de esquí, montes como a unos 280 kilómetros de Belgrado) y sí diría que en esas montañas, parte de mi educación era pasar mucho tiempo con los lobos. ("spent a lot of time with wolves"). Podría decirse, yo lo diría así, que lo que aprendí era que me tenía que ganar cualquier cosa a toda costa, como los lobos... o incluso podría ser arrojado a esos mismos lobos. Tal como yo actúo en la pista de tenis es algo holístico ('holistic')... esto es algo que retroalimenta mi vida con el impacto que tienen esa actuación y esa ambición. Y dentro de este 'todo', el resto de las cosas no cuentan mucho en esta misma vida".

Entretanto, un Rafa Nadal visiblemente mustio y algo machacado por la adversidad, volvió a someterse a ese otro reconocimiento médico en Barcelona, este último jueves 26, chequeo del que dio cuenta con estas palabras: "... Se me han realizado pruebas en la Clínica Tenis Teknon de Barcelona. Se confirman los resultados de Melbourne y los plazos siguen siendo los mismos. Establecido los tratamientos a seguir y en 3 semanas me realizarán nuevas pruebas para ver la evolución".

Nadal -que también ha emitido diversas señales de hartazgo mental y físico- cerraba el comunicado con el 'emoji' de las manos juntas, como en señal de oración. Claramente, la idea central de Nadal y su equipo (con el técnico argentino Gustavo Marcaccio junto a Carlos Moyá) se centra ahora en la planificación del inminente ciclo primaveral, la temporada de tierra batida y el nuevo -¿y definitivo, final de 'carrera'...?- asalto a Roland Garros. Casi a esas mismas horas, en Melbourne, el célebre 'coach' francés Patrick Moratouglou estableció en sus redes sociales: "Novak es el mejor jugador del mundo cuando se trata de juego de defensa y contragolpe... pero qué tal es que sea incluso mejor jugador cuando ataca la bola de frente y dictando juego, como en este 2023".

Por su parte, David Ferrer, que llegó a ser tercer jugador mundial en 2013 (cuando perdió la final de Roland Garros ante Rafa Nadal) y que hoy es capitán de España en Copa Davis, dio algunas pistas en cierta conversación personal con quien aquí firma: "Nadie puede dudar de cómo han evolucionado las cosas desde hace 50 o 60 años, cuando Santana, Gisbert o Manolo Orantes viajaban a Australia casi por su cuenta y riesgo, más bien a la aventura. Ahora no cabría entender a un buen tenista profesional sin todo un cuadro de fisioterapeutas, responsables médicos, nutricionistas, etc, que viajan con ellos, están a su disposición y les cuidan permanentemente. De esta manera, los jugadores pueden extender su carrera con cierta holgura más allá de los 35 años, algo que antes era impensable. Es otro mundo, claro". (Ferrer se retiró en 2019, con 37 años cumplidos, y obtuvo ese tercer puesto en la ATP, la cima de su excelente carrera profesional, en julio de 2013 cuando ya había firmado de sobra los 31 años).  

Cabría agregar datos físicos y biomecánicos, 'The Tale of the Tape', como en el boxeo profesional. A día de hoy, Djokovic es algo así como un felino, chacal  del desierto o mediofondista magrebí o etíope, armónicamente lleno de flexibilidad, elasticidad y estabilidad: que provienen, esencialmente de los rigores de su régimen de vida y alimentación... y de la herencia deportiva y de flexibilidad de su madre, Dijana, que fue gimnasta internacional con Yugoslavia.

Las mediciones oficiales de la ATP dan a Djokovic 77 kilogramos para 188 centímetros de altura, todo bastante en concordancia con el exterior físico del serbio. A cambio, la misma ATP concede a Nadal (siempre un año más que Novak) 85 kilogramos en un cuerpo tallado en 185 centímetros de altura. Sólo por curiosidad, a Daniil Medvedev se le adjudican 83 kilogramos... en 1,98 de altura. Dicho de otro modo, el cuerpo de Djokovic es el más liviano y equilibrado; sin ser ni mucho menos más bajo en altura que Nadal; al contrario. Así, Novak tiene bastante menos peso para mover y manejar. Es aquel 'legado mágico' de Igor Cetojevic...

Pero, por encima de consideraciones 'holísticas', presiones, recelos o sospechas... lo que está claro es que, con Roger Federer retirado desde 2022 (ya a los 41 años), además de otros jubilados de lujo como los propios Ferrer y Roddick, o ese Feliciano López que ya ha anunciado su despedida y cierre para este mismo 2023, en Madrid y con 41 años cumplidos... nos hallamos ante una época que se clausura, se liquida, desaparece.

THE END.- Más allá de '16 lesiones', 'lesioncitas' o inactividades más o mens largas, nadie que lo haya visto podrá olvidar como Rafael Nadal y Novak Djokovic dieron vida en 2012, y en Melbourne -hace ya 11 años, madre- a la final más larga en la historia de los Grand Slams, que sólo concluyó tras ¡¡5 h. 53 minutos!! de batalla a última sangre, con agónico éxito de Djokovic: 5.7, 6.4, 6.2, 6.7, 7.5. O la misma final que ambos colosos (30-29 para Novak en el 'cara a cara' con Rafa) disputaron a través de dos días y en arenal de Roland Garros, empapado por la fina lluvia intermitente de París ('averses'); también en 2012 y esta vez con victoria de Nadal...

... Y también, las 4h.57 minutos de la finalísima de Wimbledon/2019 que Djokovic (siete veces campeón en el All England Club, SW-19, Londres) arrebató tambíén angustiosamente a Federer; 13-12 en el quinto set, con 'supertiebreak' definitivo, después de que el gran maestro suizo no supiera gestionar sendos 'match points' bajo su servicio. No se extinguen tampoco los ecos de las dos gigantescas finales de Wimbledon/2008 (4h. 48 min) y Australia/2009 (4h.23 min.), con resonantes, históricos triunfos de Nadal sobre Federer. Pero aquí y así van concluyendo, se cierran y se rematan dos décadas absolutamente históricas para el tenis mundial, bajo el dominio de Novak, Rafa y Roger; seguramente, los tres mejores jugadores de tenis en todos los tiempos. Y esto sí que está por encima de lesiones o de 'lesioncitas'. Es el final. Pero qué final.