Hace 88 años exactos, el domingo 12 de mayo de 1935, la Selección española de fútbol... de la España de la II República vencía por 1-2 en el Müngersdorfer Stadion de Köln/Colonia a la Selección de la Alemania... del III Reich de Hitler. La gran victoria de las llamadas 'furias rojas' disfrutó, así pues, de un incalculable valor de simbolismo... que se dispararía con el paso de los años. De los años... y de las décadas: España no volvió a vencer a la República Federal de Alemania -por entonces, vigente subcampeona mundial- hasta 35 años después del día del Müngersdorfer, el miércoles 11 de febrero de 1970 (ahora, con el águila franquista en el pecho), en Sevilla, por 2-0 y en un Estadio 'Ramón Sánchez-Pizjuán' casi repleto y aún por concluir.
Este último partido de 1970, tan 'amistoso oficial' o 'de gala' como aquél del resonante triunfo en Colonia también fue y es conocido como 'el partido de Lora', por tratarse del debut internacional -a las órdenes de Ladislao Kubala- de Enrique Lora Millán, el canterano sevillista de La Puebla del Río, paisano -así pues- del torero Morante que, dentro de un Sevilla imperialmente dirigido por Maximilian Merkel (ex piloto de combate de la Luftwaffe, con infinidad de vuelos sobre la Unión Soviética, en guerra) saltó a la fama aquella misma noche del 2-0 a los subcampeones mundiales de Alemania Federal. Ése fue un Lora tan vibrante y restallante como un centauro de las marismas de La Puebla que, con el número '7' a la espalda, alimentó con tantos balones al madridista Amancio por la banda derecha del césped de Nervión, que el propio Amancio Amaro tuvo que decir al infatigable Lora: "Reparte entre todos, Lorita, que me asfixias'.
Entre el suceso histórico del gran Estadio de Colonia y el sensacional debut de Lora, un extraño, curioso hilo 'sevillista' cose los dos únicos triunfos que España logró ante Alemania Federal entre 1935 y 1970. Aquel Müngersdorfer Stadion de 1935, prácticamente reconstruido desde la base -y eliminada la pista de atletismo- para el Mundial de 2006, pasó a denominarse 'RheinEnergie Stadion'... y fue éste de la capital renana el mismo recinto donde el Sevilla Fútbol Club conquistó su sexto título de Europa League, al batir a 'la' Inter de Milán por 3-2, la noche del 21 de agosto de 2020. Fue ésta una final 'a puerta cerrada', como se recordará, 'por aquello' del Covid-19.
Otra puntada más del curioso hilo: el 'entrenador' de la España vencedora en Colonia, en 1935 (el oficial 'seleccionador' era el médico y periodista vitoriano Amadeo García de Salazar), fue Ramón Encinas, 'Moncho' Encinas, el hombre que dirigió en 1946 al Sevilla campeón de Liga 45-46... y también (junto a Caicedo) a los campeones coperos sevillistas de 1948; todo, antes de ocupar la secretaría técnica del club.
LA REPÚBLICA, FRENTE AL REICH.- Pero este texto ve la luz, esencialmente, porque ahora están cayendo los 88 años exactos de aquel iniciático triunfo de 'Las Furias Rojas' en un Müngersdorfer abarrotado con 74.000 espectadores (el 'RheinEnergie' de hoy se detiene en 46.195 asientos para partidos internacionales y 50.000 en Bundesliga, con el 1. FC Köln)... una colosal masa de público donde no se encontraba el Canciller del III Reich, un tal Adolf Hitler. Poco 'fanatiker' del 'fussball', nuestro hombre.
Viajaron al Müngersdorfer Stadion (silueteado de grada a grada por banderas del Partido Nacional Socialista alemán, con grandes esvásticas), algo así como unos 2.000 aficionados españoles... pero más de 200.000 personas -se calcula- se vieron imposibilitadas de acudir al gran evento de Colonia, cuyas entradas se habían agotado con un mes de antelación. Se fletaron desde toda Alemania decenas de autobuses y hasta 23 trenes especiales.
Alemania vibraba con el deporte. Se hallaba a poco más de un año de los Juegos Olímpicos de Berlín -los memorables de Jesse Owens-... y España, también a plazo de poco más de un año... pero de la Guerra (In)Civil. Por simple casuaiidad, menos de un año antes, en agosto de 1934, el 'Reichkanzler' Hitler había sido nombrado 'Führer' ('Conductor', 'Líder') del III Reich. Ya debería conocerse aquello de 'Ein Volk, Ein Reich, Ein Führer', 'Un Pueblo, Un Imperio, Un Jefe', que terminó como terminó; como habitualmente suelen terminar esas cosas.
Además de unos 180 enviados especiales de Europa e incluso América, las principales personalidades asistentes al partido del Müngersdorfer, algo así como un prólogo de los Juegos Olímpicos de 1936, fueron el último embajador de la España de la II República en Berlín, Francisco Agramonte y Cortijo, el alcalde de la ciudad renana... y el Ministro de Educación del Reich, Bernhard Rust, autor de la célebre frase (en realidad, bastante adelantada, para su tiempo): "Toda función de la Educación es crear nazis".
En este imponente escenario, como en la tienda de campaña de un emperador, las 'Furias Rojas' tuvieron que escuchar el 'Deutschland Über Alles' ('Alemania Sobre Todo'), himno nacional alemán... hasta un par de veces. La primera vez pilló al equipo español de camino al lugar de formación oficial. Los jugadores españoles se detuvieron en circunferencia sobre el círculo central; inmóviles, respetuosos y con la mirada en el césped, mientras público y jugadores alemanes alzaban brazos en el saludo de 'Heil Hitler'. Allí mismo retumbó también el 'Himno de Riego', el de aquella España republicana.
ZAMORA, EN EL BANQUILLO.- Algo 'tocado', con una pequeña lesión, el legendario portero internacional barcelonés Ricardo Zamora, 'El Divino', se hizo la fotografía oficial con el equipo de España... y se marchó al banquillo de los reservas, donde -vestido de guardameta y junto a Moncho Encinas-, Zamora pasó a tomar notas de los acontecimientos, como si fuera un entrenador ayudante o, quizá peor... un cronista. 'El nacionalismo alemán, desbordado, concedía una importancia sensacional a esta lucha', se escribió en 'La Vanguardia', de Barcelona.
Así pues, la España de García Salazar y Encinas alineó (2-3-5) a: Guillermo Eizaguirre; Zabalo, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Simón Lecue (flamante campeón de Liga española con el Betis Balompié); Ventolrà, Luis Regueiro, Isidro Lángara, Iraragorri y Gorostiza.
Bajo la dirección del árbitro belga Johannes Langenus, con quien España siempre ganaba, la Selección de Alemania, a la que entrenaba formalmente el ferviente nazi Otto Nerz (aunque el cargo de 'Seleccionador' era de Hagenmuller) se dispuso en novedoso 3-3-4. AsÍ: Buchloh; Bender, Busch, Janes; Münzenberg, Gramlich, Conen; Fath, Hohmann, Lehner, Rasseinberg. Este sistema era innovación del ex futbolista Nerz, un convencido 'nacionalsocialista', a quien el Gobierno de Hitler destituiría tras el fracaso 'olímpico' del año siguiente, en Berlín. Precisamente, Nerz combatió en la 'Batalla de Berlín', en 1945. Su vida se extinguiría en el recinto carcelario de Sachsenhausen, ex 'Lager', en 1949.
El 12.5.1935, en Köln/Colonia hacía un frío bastante invernal para ser casi mediados de mayo, pero el asunto se dirimía a orillas del Rhin, el cubil de 'Los Nibelungos'. Y a los pocos minutos de arrancar, en balón dividido, Jacinto Quincoces y Simón Lecue chocaron entre sí y fueron sustituidos por otro bético campeón de Liga, Pedro Areso, y por el irunés madridista Pedro Regueiro. Sí podían darse cambios en los amistosos internacionales.
A los 11 minutos, Alemania ya mandaba por 1-0, tanto de Edmund Conen; que poco después también sería seleccionador germano. Pero al descanso, España ya sellaba el 1-2 definitivo, tras sendas dianas de Isidro Lángara; en los minutos 29 y 45. En la segunda parte, la Selección del dúo García de Salazar-Encinas resistió... y venció.
En el primer Alemania-España de todos los tiempos... había ganado España. Hay imágenes de la celebración española, en pleno terreno de juego, que muestran a un García de Salazar exultante, junto a algunos jugadores 'rojos' con el puño en alto, en clara respuesta al ambiente enfebrecido y a las decenas de miles de saludos nazis.
La Prensa alemana destacó la seguridad en defensa más el 'notable contraataque' del equipo español, con Guillermo Eizaguirre, Areso, Lángara y Ventolrà como destacados. Aparte de constituir la primera victoria en la serie total histórica ante Alemania, este éxito del Müngersdorfer Stadion continúa alzándose a día de hoy como la única victoria de España en suelo alemán.
35 AÑOS SIN GANAR.- Con Hitler y los suyos aún en el poder alemán, las selecciones de España y Alemana volverían a enfrentarse otras dos veces. El 23.2.1936, ante 40.000 espectadores en el recinto barcelonés de Montjuïc, la Alemania de Nerz se tomó la revancha del Müngersdorfer, con tanteo calcado: 1-2, goles de Josef Fath para los alemanes y para España, de Luis Regueiro (el provisional 1-1).
La tercera y última vez que la Selección de la Alemania nazi se midió con la española... la República ya había caído. Ya se trataba de la España franquista. Fue el domingo 12.4.1942, en el Estadio Olímpico, 'Olympiastadion' de Berlín, ya con Sepp Herberger al frente de la Selección de Alemania. Allí, alemanes y españoles (con Eduardo Teus de seleccionador) firmaron tablas en 1-1, con goles de Karl Decker y Francisco Campos, de penalti.
El 28.12.1952, en un recién edificado 'Santiago Bernabéu' y ante 80.000 espectadores, España aún produciría un brillante 2-2 ante una República Federal de Alemania... que se hallaba a menos de dos años de atrapar su primera corona de campeona del mundo, en la histórica final ante la Hungría de Puskás del 4 de julio de 1954: 3-2 para la Alemania de Turek, Rahn, Fritz y Ottmar Walter: 'El Milagro de Berna'... y del 'Mesías' Herberger, Pero España, sin saberlo, había abierto en aquel 1-2 del Múngersdorfer Stadion renano una tortuosa senda de 35 años sin ganar al 'National Mannschaft'. Hasta que...
FEBRERO DE 1970; LORA... Y SEVILLA.- Llegaba el Año de Gracia de 1970, año de Mundial (Mexico/70... Brasil)... para el que España no se había clasificado. Y España no había vuelto a batir a la República Federal de Alemania desde aquel épico 1-2 'republicano' en el Müngersdorfer Stadion. En una fila de cinco duelos sucesivos, los ya citados de Montjuïc, Berlín, Madrid, un 2-0 para Alemania en Fráncfort (1958) y el oficial 1-2 para los alemanes que apeó a España de la World Cup/1966 en el Villa Park de Birmingham... se habían registrado dos tablas y tres victorias del 'National Mannschaft'.
En el verano de 1969, tras el patetismo del fracaso (ante Bélgica) en el 'PreMundial' mexicano España había entronizado como seleccionador al antiguo 'crack' húngaro Ladislao Kubala Stecz: Laszi'. A Kubala le dio tiempo de dirigir el último partido de la fase previa mundialista, aquel 6-0 a Finlandia del 15.10.1969 en el evento patriotero de La Línea de la Concepción, frente al Peñón de Gibraltar.
Este día, Kubala aún hizo jugar -por última vez- en la Selección española a un Francisco Gento ya con 36 años. Y, bastante más cercano a quienes esto leen, Laszi también hizo debutar a un sevillano, del Betis: Joaquín Sierra, 'Quino', máximo artillero de la Segunda División 1968-69. El trianero Quino devolvió la gentileza de entrar a jugar por Gento (en el minuto 53) con el último gol de España, el 6-0; un testarazo de Joaquín tras saque de esquina, a los 85 minutos.
El segundo partido de la España de Kubala ya era un amistoso... pero bastante más serio que la 'capea' de Finlandia. Llegaba a Sevilla... Alemania Federal. Subcampeona mundial en 1966, cuando puso KO a España en Birmingham y, naturalmente, con pasaporte sellado para el Mundial México-70. La fecha, el miércoles 11 de febrero de 1970, en el Estadio 'Ramón Sánchez-Pizjuán', lejos aún de su finalización.
Ante los temibles 'panzers' (de Helmut Schoen, antiguo ayudante de Sepp Herberger), a los que España no vencía desde 1935, en Colonia, Kubala -por novedad y agitación- convocó nada menos que a 21 jugadores. Sin Velázquez, Luis Aragonés... Gento... y entre los convocados, Enrique Lora Millán, el 'motor' del Sevilla de Max Merkel... en el que Lora usaba el número 'siete', con sus 162 centímetros de altura. Otro 'pequeño gran hombre', nada menos que José María García, motejó a Lora como... "un impuesto de lujo que Kubala ha de pagar ante el 'Jugador Número 12' de la afición de Sevilla".
Para alimentar las lenguas viperinas, en la concentración de Madrid, en la Ciudad Pegaso, y en partido de entrenamiento con el Plus Ultra, filial del Real Madrid... Kubala había alineado a Lora como extremo por la derecha. Lora no 'se encontró' allí, alejado en la banda y al final, Kubala le dijo: 'Te he visto algo despistadillo'. El exjornalero marismeño de La Puebla -y a mucha honra- repuso al 'megacrack' magyar de Budapest: "Míster, es que yo no juego como extremo. Llevo el 'siete' pero juego en la media". A Kubala sólo le quedó un '¡Ah!', por toda respuesta. Alguien contó la escenita al propio García y cundieron los recelos, condimentados con lo del 'impuesto de lujo': Kubala ni sabía de qué jugaba Lora, decíase en los mentideros de Madrid.
Lora, que había 'escardado' con alpargatas de esparto empapadas en el fango de las tablas de arroz de la marismas, y se había formado deportivamente en el Coria CF, no jugaba como extremo, tal como significaba ese número en la época. Era un tremendo, incansable mediocampista. Una 'dinamo', una bujía inextinguible.
Pilotado por 'Mister Látigo' Merkel, con mano de hierro, el avión del Sevilla volaba... y rugía con el motor del vivaz, combativo Lora, más todo el insólito equipamiento del 'materiell' de Merkel, que sacudía a ese mismo Sevilla con pesas, balones medicinales, sacos de arena y ejercicios en las gradas; ejercicios con esos mismos sacos, inclusive.
Según relato reciente del recordado amigo José María Negrillo, ayudante y traductor de Merkel, que también nos falta aquí entre nosotros, Kubala eligió a Merkel -que había hecho campeón alemán al TSV 1860 de Múnich, en 1966- como su 'consejero áulico'. Como el 'Kaiser' Franz Beckenbauer no iba a jugar, dada la súbita enfermedad grave de un hijo pequeño, Max Merkel iluminó a Kubala y le hizo saber que 'el juego de Alemania pivotará en torno a lo que haga Wolfgang Overath; si éste no jugara, todo girará en torno a Günter Netzer. Pero es igual; sea quien sea, Lora ya dará cuenta de él'.
Una pequeña lesión y el carácter amistoso del partido hicieron que el 'bundestrainer' Helmut Schoen prescindiera de Overath. Iba a jugar Netzer, a quien Lora iba a perseguir de campana a campana por el pasto de Nervión...
Alemania Federal llegó a Sevilla con todos sus efectivos vacunados de la viruela, por reciente epidemia en Westfalia... y con 104 periodistas a las espaldas. Y a las 20:30 (frías) horas del miércoles 11.2.1970, ante 30.000 espectadores en Nervión, la España de Kubala se presentó en 4-2-4 con: Iríbar; Sol, Gallego, Costas, Eladio; Lora, Uriarte; Amancio, Gárate, Antón Arieta (II) y Rojo I. En los minutos 69 y 85, Ufarte y Melo entraron por Gárate y Sol, seguramente en desagravio a la no convocatoria de Luis.
Enfrente, sin Beckenbauer ni Overath y también en el 4-2-4 de moda en esos días (casi un 4-2-2-2) los temidos 'carritos' blanquinegros de Helmut Schoen, aquel ayudante del 'Mesías' Herberger: Manfred Manglitz; Berti Vogts, Willi Schutz, Wolfgang Weber, K. H. Schnellinger; Günter Netzer -que ficharía en 1973 por el Real Madrid-, Helmut Haller; Libuda, Gerd Müller, Uwe Seeler y el hoy recientemente fallecido Jürgen Grabowski. Bajo arbitraje del 'referee' francés René Vigliani, Schoen no llegó a hacer cambios.
... Entre los minutos 17 y 41, sendas dianas de Antón Arieta (fallecido en mayo de 2022 y cuñado del hoy lehendakari Iñigo Urkullu) revientan el partido y tumban a los 'panzers' de la República Federal de Alemania, RFA. Suenan a compás las palmas por sevillanas del 'Número 12', palmas rítmicas que homenajean a España, a Lora -que devoraba a Netzer y 'sobrealimentaba' a Amancio'-... e incluso al propio Kubala, cuyo apellido se corea: 'Ku-ba-la'.
Antón Arieta también debuta con dos grandes goles; el primero, jugada ensayada en tiro a balón parado con otros dos 'leones' de Bilbao: Fidel Uriarte (que saltó sobre el balón) y Chechu Rojo... que tocó hacia Arieta, quien clavó el 1-0 en la primera escuadra del meta Manglitz. Arieta y Gárate eran muy amigos, por la buena amistad de la esposa del primero con la hermana del segundo.
"No entiendo cómo esta España no va a estar en México, en el Mundial" proclaman Schoen y los enviados especiales de la RFA. Para Lora, el debut fue un sueño... que vino con el pan bajo el brazo. El Sevilla de José Ramón Cisneros le había renovado contrato recientemente con un 'bonus' de 100.000 pesetas de la época en caso de que el 'pequeño gran hombre' de las Marismas del Guadalquivir debutara en la Selección española, quizá dando la situación como impensable (algo atisbado más tarde por el propio Lora).
Enrique Lora -cuya ficha anual en el Sevilla era de 200.000 pesetas- utilizó buena parte de este dinero del 'bonus' en comprarse su primer coche, un 'Seat 600 Especial'. Le costó 72.000 pesetas, algo así como 450 euros de hoy. Hasta octubre de 1972, Lora fue internacional con Kubala un total de 14 veces. Aquella camiseta con el '7' que se convirtió en pesadilla del nibelungo 'borusser' Netzer (luego, madridista) acabó en casa de un amigo de Lora, en Gines. Desde el 1-2 de mayo de 1935, en Colonia, España no ganaba a Alemania Federal. Por Lora tuvo que ser: 35 años habían pasado.
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