Entre el legendario Campeonato de Tenis de Estados Unidos que Manolo Santana firmó -y recogió, de manos del luego asesinado Robert Kennedy- en 1965, en el Westside Tennis Club, de Forest Hills, Queen's, Nueva York, y el total de cuatro coronaciones de Rafael Nadal en ese mismo Campeonato (ya 'abierto', 'Open', 'US Open'), en Flushing Meadows no lejos de Forest Hills... discurrieron nada menos que 54 años. Desde 1965 (Santana) hasta 2019, el último de Nadal hasta la fecha.
Pero entre Santana y Nadal -y sin hablar del título de Arantxa Sánchez Vicario en 1994, ante Steffi Graf- aún hubo otro campeón español en el torneo masculino del gran 'Abierto' estadounidense. Este campeón, relativamente 'olvidado', fue el granadino Manolo Orantes, Manuel Orantes Corral (1,78 de altura), nacido en Granada el 6.2.1949... y al que, desde Granada, su familia plantó en la Barcelona de los años 50 con sólo dos añitos para pasar a instalarse en las llamadas 'Barracas de El Carmelo' ('Carmel'), todo en un ambiente familiar y económico no precisamente de millonarios. Esto espoleó aún más al potente zurdo Manolo Orantes para hacerse un sitio al sol del tenis mundial, a través del C. T. La Salud... y a la estela de la mejor España de Santana en Copa Davis.
Antes de detenernos especialmente en el US Open de 1975, seguramente el título más imborrable de los 34 que -según la web oficial de la ATP- conquistó Orantes entre 1969 (Barcelona, Godó) y 1982 (Bournemouth), toca detenerse en bastantes otras cosas. Orantes fue el primer español que apareció en el primer ranking de la ATP, 'Asociación de Tenistas Profesionales', hace 50 años cabales, el 23 de agosto de 1973. Se trataba de una lista de 186 profesionales, liderada por el genial rumano Ilie Nastase... con Orantes en segundo puesto, por delante de tipos como Stan Smith, Arthur Ashe, Rod Laver, Ken Rosewall, John Newcombe o Jimmy Connors.
En 1966, Orantes ya había alzado los títulos de la Orange Bowl y Wimbledon 'júnior'; y en 1967, con 18 añitos, debutó en la segunda final que España perdió en Copa Davis, en Brisbane (4-1, Australia) donde fue capaz de arrancar un set -sobre hierba- al mismísimo Roy Emerson. En 1968 firmó plata en los Juegos Olímpicos de Méjico (cuando el tenis era deporte de exhibición), tras caer en la final ante Santana. Y antes de plantarnos en el US Open de 1975, convendrá volver sobre otros grandes éxitos de Orantes, campeón del 'Masters' (hoy, 'Masters Cup' o 'ATP Finals') ante el polaco Wojtek Fibak, en 1976, algo que no ha podido alcanzar Nadal, por ejemplo; en 1975, y junto a su casi 'inseparable' Juan Gisbert, Manolo ya había sido 'maestro' o 'Master', pero en dobles.
Orantes perdió en 1974 una inolvidable final en los 'Internacionales de Francia, Roland Garros (que dominaba por dos sets a cero) ante cierto querubín sueco, Bjorn Borg, que llegaba armado de látigo o espada de fuego al ocre desierto de tierra parisina. También en París, pero en 1978 y junto a Pepe Higueras, entregó la final de dobles ante los estadounidenses Gene Mayer y Hank Pfister. Fue semifinalista de Wimbledon en 1972, derrotado por Ilie Nastase y frecuentemente afirma, más o menos cada vez que se le entrevista 'en profundidad' que... "entiendo que yo habría sido número 1 del mundo en 1975 de haberse operado bajo el actual sistema de puntos en el ranking ATP. Ese 1975 fue cuando gané nueve torneos internacionales (Montecarlo, Hamburgo, Bastad, Indianapolis, Toronto...) y, al fin de todo... el US Open". Vamos con ello, pues.
US OPEN-1975: 'HAR-TRU', TIERRA VERDE.- La de 1975 era la edición número 94 de los Campeonatos de Tenis de Estados Unidos. La hierba, la superficie de la decena de pistas de 'club' del Westside Tennis Club, en Forest Hills, había sido reemplazada en la Pista Central, el Estadio (16.000 espectadores de capacidad, construido en 1923 y hoy renovado con cabida de 13.000 espectadores, de frecuente uso para recitales y conciertos), por 'Har-tru', una pastosa arena verde, especie de tierra especie de tierra batida que aún hoy elabora una empresa estadounidense del mismo nombre, a partir de 'anfibolitas', menos densa y -así- algo más rápida que la tierra europea con base de arcilla ('polvo') de ladrillo.
La razón esencial del cambio en Forest Hills de hierba a tierra verde era, naturalmente... económica, un poco prólogo o preludio de lo que acabaría siendo la marcha del torneo del club de Forest Hills, ya en 1978. Los señoritos de la Federación de Estados Unidos, USTA y los aún más señoritos del West Side Tennis Club -el club es una reliquia; uno lo pisó en septiembre de 2009, junto al recordado amigo Manolo Santana y el felizmente presente Miguel Angel Zubiarrain, 'Zubi'- se repartían los ingresos de la venta de entradas del Campeonato de Estados Unidos.
Pero en 1975, la USTA había firmado un nuevo contrato de un millón de dólares con la cadena CBS, que quería sesiones nocturnas a tope, lo que hoy sigue siendo la 'night session'... pero que en Forest Hills se hacían poco viables por la humedad nocturna en la hierba del Westside (los jugadores tenían que quitarse las zapatillas y ponerse calcetines sobre la hierba, de baja calidad, tanto con rocío como con lluvia). En todo caso, la 'sesión de noche' fascinaba a la USTA -y, de camino, a la CBS- al elevar de modo estratosférico los ingresos por venta de entradas, además de la extensión de un ambiente colorista, cálido, y espectacular de 'jet set' al final del verano de Nueva York.
Sobre Har-tru, que se secaba razonablemente bien tras lluvias o rociadas, las sesiones nocturnas eran mucho más viables que con hierba. La mayoría de torneos de aquella época en el verano estadounidense (Washington, Louisville, Cincinnati, Indianápolis, North Conway, Toronto, Boston, South Orange...) se jugaban sobre tierra; a los tenistas no les seducía precisamente volver a la hierba, como si fuera 'otro' Wimbledon.
Así que la USTA amenazó al club de Forest Hills con trasladar de inmediato el evento a una presunta ubicación (?) en California. Finalmente hubo acuerdo aunque bastante en contra del designio de los socios (que llegaron a paralizar judicialmente las obras del cambio de hierba por 'Har-tru'... y la USTA, la Federación, también se decidió a no aguantar ni una más a los señoritos del Westside Tennis Club. El traslado al gran caldero de Flushing Meadows, entre las ciénagas del vetusto Corona Park, no lejos de Queen's, estaba listo. Cristalizaría sólo tres años más allá.
TODOS LOS 'GRANDES'.- Pero el 27 de agosto de 1975, para el arranque del gran torneo y con la 'Har-tru' en posición en el gran Estadio, todos los 'grandes' pasaban lista en Forest Hills para estrenar la curiosa 'tierra verde': Jimmy Connors, Guillermo Vilas, Manuel Orantes, Arthur Ashe, Bjorn Borg, Ilie Nastase, Rod Laver, Chris Evert, Virginia, 'Ginny' Wade, Martina Navratilova y Evonne Goolagong-Cawley. En Roland Garros, Borg había revalidado ante Vilas el título que arrebatara a Orantes en la final de 1974, viniendo de un 0-2 en sets a favor del granadino.
En la final de Wimbledon, Ashe había dado una soberana lección de tenis a Jimmy Connors, campeón del US Open en 1974. Entre las mujeres, Chris Evert se había impuesto a Navratilova en la final femenina de Roland Garros... y Billie Jean King había sometido a Evonne Goolagong-Cawley (y a Evert, en semifinales) para conquistar su sexto y último torneo de Wimbledon, también el título final de los 12 de BJ King en Grand Slam.
Hasta octavos de final (cuarta ronda), en 'aquel' Forest Hills se jugaba al mejor de tres sets. Orantes vaticinaba un triunfo europeo: "Para empezar, está Nastase; luego, Borg; en fin aquí estamos algunos..."; tras un gran verano sobre la tierra batida estadounidense, con títulos en Indianapolis y Toronto, Manolo se mantuvo perfecto ante el sudafricano Bernie Mitton (63, 62), el indio Sashi Menon (62, 62) y en dieciseisavos ya cedió un set al alemán Hans Jürgen Pöhmann (63, 36, 61), antes de firmar como cuartofinalista al superar áspera batalla en octavos ante el duro francés François Jauffret: 64 36 63 64. Ahí, el granadino ya se 'destapó': "Mi ambición es ganar aquí, y luego, descansar de una vez, porque ya estoy agotado".
NASTASE.- En tenis, la España del más terminal General Franco no concluía de sacudirse el trauma de la retirada de Santana, ya a ocho años de la última final de Copa Davis disputada por los españoles, segunda perdida en Australia (1967). Aunque Gimeno había conquistado Roland Garros en 1972 y Orantes era todo solidez y consistencia (semifinal de Wimbledon/1972, final de Roland Garros/1974, etc...), nada era lo mismo sin Santana. Pero justo ahí, en ese escenario... iba a hacer explosión, en Nueva York, la ciudad que nunca duerme, la gran llamarada del 'US Open de Orantes'.
En cuartos de final surgía ante el granadino del C. T. barcelonés 'La Salud' el escollo al que el propio Orantes calificaba como 'nuestro gran problema': Ilie Nastase, el diabólico, artístico 'showman' campeón en EE UU en 1972, en Roland Garros en 1973, y finalista de Wimbledon en 1972. Pero Orantes, cada día más acoplado a la esponjosa 'Har-tru', donde se deslizaba y ajustaba a la perfección, dominó al genio rumano: 62, 64, 36, 63.
Había como un centenar de 'visitantes' mejicanos en la tribuna del Estadio de Forest Hills; habían comprado las entradas confiando que fuera su ídolo, Raúl Ramírez, quien pasara a cuartos en su duelo de octavos ante Nastase. Ante los 'manitos' y ante el público de Nueva York, Orantes hizo alarde de 'fair play' y se ganó el respeto general de todos al regalar un punto de set al rumano, después de un error arbitral que Nastase contestó con toda su alma de zíngaro.
Orantes diría, "Yo vi buena la bola de Nastase, pero es que, además, en aquellos tiempos existía un 'fair play', un sentimiento de juego limpio que hoy se ha perdido". Al final de la jornada, sin embargo, las noticias del día eran que el presidente Gerald Ford había salido ileso del atentado perpetrado por una simpatizante de Charles Manson... y que la todavía checoslovaca Martina Navratilova acababa de pedir asilo político en los Estados Unidos.
LO INCREÍBLE: VILAS.- Desde hacía tiempo, el zurdo argentino Guillermo Vilas (de Mar del Plata, 23 años en aquel septiembre de 1975) y Manolo Orantes eran buenos amigos. Poco más adelante, entre 1977 y 1979 y siempre de la mano de Ion Tiriac, Vilas -que ese mismo 1975 había perdido ante Borg en la final de Roland Garros, segundo título del sueco en París- saldría campeón en Roland Garros (1977), US Open (1977) y Australia (1978.79). Pero aquella noche hirviente del 'Super Saturday', el sábado 6 de septiembre de 1975 en Forest Hills, justo cuando empezaba la Liga española de fútbol 1975-76... el combate de 'los dos pistoleros zurdos hispanos' iba a trazar una raya en el agua.
Entre parones por lluvia y con la humedad desbocada desde la boca del río Hudson -también llegaba el rocío-, el marplatense 'limpió' los dos sets iniciales: 61, 64. Ya con luz artificial de los focos, Orantes se recuperó con 62 en la tercera manga. Pero Vilas 'estaba ahí'. Con la tierra humedecida por la lluvia y la humedad, Vilas demarró en el cuarto set hasta 5-0 y 0/40 sobre saque de Orantes: tres 'match points'. Sendas voleas de Orantes y un remate en 'smash' salvaron ese primer trance. Y aún habría más. Manolo salvó otras dos pelotas de partido con 5-1, 40/15 y saque para Vilas, cuyo entrenador, Tiriac -que aún jugaba torneos en dobles, tenía 36 años-, iba a desfallecer o reventar entre gritos y gruñidos. Como el hoy banquero rumano apenas empezaba a aprender el idioma español... el zarandeado y desconcertado Vilas escasamente entendía las instrucciones e imprecaciones de Tiriac.
Y ahí, en el 1-5 a favor de Vilas en la cuarta manga, el zurdo Orantes aceleró con 'drives' liftados y pesados, globos más dejadas, para encadenar una fila de seis juegos que abrían paso al quinto set.
En el 'box' de los invitados, Virginia, la esposa de Manolo, se desgañitaba: 'Vamos, Manolo, tú puedes conseguirlo'. Al fin, en el décimo juego del quinto set final, Orantes alzó los brazos en éxtasis y entre la espesura de la humedad de Queen`s cuando un 'passing' de Vilas besó la red de Forest Hills. Ya se había entrado en la madrugada del domingo 7 de septiembre de 1975. Buena parte del público se había despedido en el cuarto set, dando por seguro el pase de Vilas a la final, ante Jimmy Connors; al día siguiente se iban a quedar atónitos (Vilas tendría un buen desquite al imponerse al propio Connors en la polémica final de 1977, la última del US Open que se disputó en el Westside Tenns Club, antes del traslado a Flushing; en este Open llegó a producirse un tiroteo en las gradas de Forest Hills durante el duelo Vilas-Higueras de octavos de final).
MANOLO, WILLY... Y TIRIAC.- "Sólo sé que me sentía muy feliz por no haber bajado los brazos", es lo primero que siempre dice Orantes cuando recuerda aquella memorable noche. A la inversa, para Vilas -hoy, afectado por enfermedad neurodegenerativa, el mismo 'Willy' que tuvo en sus brazos a Carolina de Mónaco-, ese partido, esa catástrofe, se trató de uno de los peores momentos de su vida: "Me sentía invencible, me parecía imposible que pudiera perder... pero perdí, aunque también pasó que en el tercer set pisé mal en una línea húmeda, me escurrí, y me desgarré el abdomen. Ya arrastraba un tirón ahí desde el torneo de Indianapolis, y las molestias fueron a más y a más hasta hacerse muy intensas. Intenté jugar como si nada pasara por no dar señales a Orantes".
Con el paso de los años, Ion Tiriac, ya de vuelta de casi todo y hecho un gran multimillonario tras presidir el Comite Olímpico de Rumanía, adquirir y dirigir el Masters de Madrid y entrenar (tras Nastase y Vilas) a Boris Becker o Ivanisevic diría esto al aquí firmante (Tiriac ya controlaba cuatro idiomas, entre ellos un español 'argentinizado', algo así como criollo: fueron 11 años junto a Guillermo Vilas): "Nunca he sabido ni he podido comprender cómo pudo pasar lo que pasó aquella noche en Forest Hills. Yo le decía a Vilas que le cambiara el ritmo y le tirara bolas cortadas a Orantes para que éste dejara de apoyarse en sus golpes y tuviera que hacer su propio esfuerzo en aquellas condiciones de humedad. Pero a nadie he visto, a nadie, jamás, entrenarse como Vilas. Nadie puede hacer eso: en 11 años, Vilas no le quitó un solo segundo al trabajo".
En aquel US Open, Tiriac había hecho entrenarse a Vilas en la pista dura de la azotea de su hotel, emparedados entre los rascacielos de Manhattan, y también calibra el 'jefe' Ion que "el cambio a unas condiciones tan diferentes como las que hubo en Forest Hills también puedo influir en todas las situaciones que se dieron para que pasara lo que pasó con Orantes, algo que sólo puede suceder una vez en la vida entre un millón de veces".
Tras manejar desde mediados de los años 80 los 'tiestos' técnicos y financieros de Boris Becker, con el que hizo auténticas filigranas de mercado y del que percibía el 35% de sus contratos ('era lo justo, ¿no?'), Ion Tiriac se reconvirtió en un 'holding' humano ambulante. "Cuando digo las cosas, las hago. En 1983, juré que ya no iba a jugar más al tenis y lo cumplí... excepto un partido de dobles con Vilas. Cuando acabé con Ivanisevic, dije que nunca más iba a dirigir a ningún jugador, y lo cumplí. Cuando tuve que descalificar por dopaje a los levantadores de pesas rumanos antes de los Juegos de Sydney, ni Samaranch se lo creía. Pero lo hice".
CONNORS... Y EL TÍTULO.- Así las cosas, no es de extrañar que muchos de los que llegaban a Forest Hills para la final del domingo 7 de septiembre... esperasen ver un duelo Connors-Vilas. A varias décadas de que existiera Internet, la semifinal Orantes-Vilas, concluida en la madrugada del propio domingo 7, no había entrado en las ediciones de los rotativos de papel.
En su semifinal, el agresivo Connors había dado cuenta con triple 7-5 de un Bjorn Borg afectado por el 'baile de condiciones' del sábado, y que, a sus 19 semijuveniles años, era como un 'lemming' lapón perdido en el extraño escenario de Forest Hills. Jimmy salía como abrumador favorito ante un Orantes... que apenas pudo descansar en la noche del sábado al domingo por avería con inundación en el baño de su habitación en el hotel de Nueva York.
Los estadounidenses querían doble título para su 'Pareja Real del Tenis': Jimmy Connors y Chris Evert, que oficialmente seguían siendo novios... aunque en realidad habían roto a comienzos del verano de 1975. La encantadora 'Chrissie' Evert sí conseguiría ese Campeonato, al batir a la aborigen australiana Goolagong-Cawley en la final (donde Chris perdió el primer set), pero el 'infiel', renegado Connors... eso ya iba a ser otra cosa.
'Jimbo' Connors escapó con 0-2 en los dos primeros juegos de la gran final ante un rocoso Orantes, el domingo 7 de septiembre. Pero Orantes -que ya había vencido a Jimmy en 1973, en Cincinnati- tenía un plan, parecido al que le había funcionado al gran Arthur Ashe ante 'Jimbo' en la final de ese mismo 1975 en Wimbledon. Manolo comenzó a jugar con variedad de golpes cortados, sin acelerar lo más mínimo, cortando el ritmo y bajando la pelota ante los tiros planos y pesados de Connors.
Existe en 'Youtube' una buena grabación de esta final Connors-Orantes, de casi seis minutos completos, donde cabe verificar todo esto. Al timón del juego y al control del ritmo, haciendo correr y esforzarse a un Connors al que atraía y superaba en la red una y otra vez con buenos globos ('lobs'), todavía pertrechado con su raqueta 'Slazenger' de madera, Orantes se hizo el amo de la 'Har-Tru', con rotundo tanteo de 64, 63 y 63 que le convertía en el nuevo campeón en Forest Hills... diez años después del éxito de Manolo Santana.
"Estoy muy orgulloso de ver mi nombre aquí", dijo Manolo Orantes tras recibir el trofeo que iba acompañado de 25.000 dólares y... una cámara de fotos. Para los que hablen de 'Igualdad', etc, sólo cabe decir que, a diferencia de Evert, que recibió un 'Ford Mustang' por su victoria -más exacta igual recompensa económica-, a Orantes le correspondió... un 'Ford Pinto', valorado en menos de la mitad que el 'Mustang'.
"No es un coche muy grande, pero al menos gasta poca gasolina" dijeron a Manolo los de la USTA (Director del Torneo, el excampeón Bill Talbert), al darle las llaves del 'Pinto'. Entretanto, Connors reconocía en rueda de prensa que "pocos tenistas pueden jugar como Orantes ha hecho hoy", Manolo estuvo al teléfono durante horas con la sorprendidísima Prensa española, y después tuvo que asistir a una cena en el consulado, con recepción final en casa de Jaime de Piniés, representante y embajador de España en Nueva York ante las Naciones Unidas. "Espero que los americanos no me odien por haber derrotado a Connors en la final", dijo Orantes a Piniés... y a su llegada a España.
EL 'MASTERS'... Y KIRK DOUGLAS.- Más allá del US Open de 1975, la otra gran victoria individual en la carrera de Orantes fue el título de 1976 en el 'Masters' de la ATP ('Commercial Union Masters'), en el entonces flamante pabellón de 'The Summit', en Houston, ante el polaco Wojtek Fibak. Fue un triunfo casi absolutamente calcado al de la semifinal del US Open del año anterior ante Vilas en Forest Hills. Y, además...
... Con dos sets a uno para Fibak, en la final del 12 de diciembre de 1976 en 'The Summit' -hoy, un centro de actividades religiosas-, Fibak parecía tan disparado hacia el triunfo como Vilas -que había perdido en semifinales del 'Masters' con Fibak; Orantes tumbó a Solomon-... lo había estado en aquella semifinal de 1975 en Forest Hills.
El polaco gobernaba el cuarto set por 4-1, a sólo dos juegos de proclamarse 'maestro', cuando a Vic Braden, locutor de la organización y 'colour commentator' en las pantallas gigantes, se le ocurrió entrevistar al actor Kirk Douglas y a su segunda esposa, Anne Buydens. Los Douglas, que ya eran buenos amigos de Orantes, ocupaban un palco... justo detrás de donde Orantes se sentaba en los descansos. Y Anne Buydens lanzó a Braden, justo en esos momentos: "Nadie puede descartar a Manolo Orantes, que nunca se da por vencido y el pasado año ya ya levantó un partido imposible ante Vilas, en las semifinales del US Open".
La entrevista de Braden al matrimonio Douglas se emitió en las pantallas gigantes del 'Summit' (existen testimonios gráficos, inclusive) y provocó toda una conmoción en el infortunado Fibak, quien entonces reparó en que la final se estaba televisando en directo también para Polonia. "Me di cuenta de que todo se estaba viendo en Polonia, pensé que algo podía salir mal cuando escuché a la señora Douglas, perdí la concentración y..."
... Y aunque Fibak aún pudo servir para el título, con 5-4 en ese cuarto set, todo se le rompió cuando Orantes le hizo 'break' para 4-2 en el juego que siguió a la entrevista de Braden con Buydens. Manolo firmó el 'break' con un 'lob' liftado 'marca de la casa. Ahí, Manolo Orantes, con recurrentes problemas de codo, estaba pudiendo jugar gracias a una nueva raqueta Slazenger Tensilium X10, de aleación de aluminio, que le había llegado en ese mismo 1976 y que encordaba a 16 kilos, lo mínimo. Manolo llevaba las 'Slazenger' de madera sólo por si se rompía la 'Tensilium'.
Al fin, el no mucho valor de Fibak se resquebrajó ante la presión y Orantes se proclamó 'Master', maestro en Houston, con tanteo final de 57, 62, 06, 76(1) y 61... y un premio de 40.000 dólares 'de entonces', 15.000 más que los 25.000 de 1975 en Nueva York. Braden había llegado a consultar a Orantes si le molestaba que se le preguntara al matrimonio Douglas, justo detrás de él. "¿Cómo me van a molestar, estando como estoy ahora?", respondió Orantes, en alusión a la gravedad que el marcador tenía para él, a las puertas de la eventual victoria de Fibak. Orantes y el matrimonio Douglas acabarían tejiendo una sólida amistad personal.
Más adelante, aquel mismo Manolo que había abandonado Granada con sólo dos años aún resumiría: "Fibak nunca había jugado una gran final, era bastante joven ahí (24 años)... y le pudo la ansiedad. Yo.... toda mi vida he estado peleando por cualquier cosa. Al principio, los de fuera decían que nunca sería un buen jugador. Después, que no soy tan bueno como Manolo Santana y que siempre decepciono o me rindo a la presión; después, que si no sé jugar más que en tierra batida; en este país, España, no sabemos valorar, aquí sólo comparamos y comparamos".
Manolo Orantes jugó Copa Davis entre 1967 y 1980. Sólo en esta competición ganó 60 partidos individuales de los 87 que disputó. Después aún fue capitán de España, entre 1985 y 1992. En ATP disputó 1.015 partidos oficiales, con excelente balance de 722 triunfos y 293 derrotas. Sumó en premios oficiales 1,398,303 dólares.
Hoy, Manuel Orantes Corral, campeón del US Open y del 'Masters', 'maestro', dirige en Barcelona su propia escuela de Tenis, 'Bonasport'. En cierta conversación, en 2015, nos regaló frases como éstas: "Leo Messi lo juega todo y tras jugar todos los torneos, cuando ya lo ha ganado todo, luego se va a jugar también con Argentina. ¿Cómo se ha fastidiado esto aquí?" Pues como se fastidió Guillermo Vilas, aquel sábado 6 de septiembre de 1975 en la noche tan ardiente como húmeda de Forest Hills, Queen's, Nueva York. Qué vida hemos tenido, Manolo...
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