

La historia de las casas de apuestas y los juegos de azar
![]() Redacción 09/11/2023 |
Las apuestas deportivas y los juegos de azar son en la actualidad una de las formas de entretenimiento más habituales que la población se puede encontrar en el campo digital. Llevan miles de años entre nosotros, pero es desde hace tres décadas cuando han dado el salto a las pantallas, iniciando así una nueva era digital donde, por cierto, han sabido adaptarse a las tendencias tecnológicas que han ido apareciendo. En este artículo, pondremos el foco en los primeros pasos: su origen y evolución.
La oferta en internet es ahora muy amplia y son muchas las opciones de las que disponen los usuarios en el momento de establecer conexión. Por ese preciso motivo, ganan peso portales especializados en comparar como https://www.oddschecker.com/es/casas-de-apuestas, que hace hincapié en las mejores casas de apuestas deportivas del momento. En estos, uno puede observar cuáles son los puntos fuertes de cada una de las plataformas y qué prestaciones ofrecen a los clientes, sean estos habituales o primerizos.
El dado, el pionero en los juegos de azar
Los primeros juegos de azar de la historia deben su origen a las civilizaciones de Sumeria y Asiria en los años 2600 a.C. Sus ciudadanos usaban huesos extraídos del talón de los animales que cazaban para combatir el aburrimiento. Al ser lanzados, podían caer en cuatro posiciones diferentes, convirtiéndose así en la primera versión de lo que hoy conocemos como dado. Pero no fue hasta 600 años más tarde, en el Imperio Egipcio, donde se incrustaron los números en las seis caras de estos cubos y se consolidó como entretenimiento.
También pasaron por Grecia y Roma, donde hay textos que así lo documentan, pero es clave el papel de la civilización india, que dejó por escrito las normas y el funcionamiento de los juegos con estos cubos. China es otra de las civilizaciones importantes, pues en el año 3000 a.C. ya se realizaban las primeras apuestas. En términos generales, cada uno de los territorios fue desarrollando las prácticas de ocio a su manera, añadiendo particularidades y funcionamientos distintos.
No podemos obviar la aparición de las cartas, tan habituales en juegos como el póker o el blackjack. Según la mayoría de expertos, su origen data del siglo XII en el Imperio Chino, donde se usaban papeles sucios y negros para el juego de la hoja, de gran popularidad tanto en las clases más nobles como en las más humildes. Del continente asiático fue expandiéndose por todo el mundo; los primeros juegos usaban símbolos mágicos y de batallas antes de que aparecieran las primeras barajas en el siglo XV.
Las apuestas deportivas, de origen griego
Las apuestas deportivas, una modalidad que permite predecir los resultados de una partida o campeonato, nacieron en la Antigua Grecia hace más de dos mil años en disciplinas como el atletismo, la lucha o el pentatlón. Como no podía ser de otra manera, años más tarde, el Imperio Romano las acogió con la novedad de asentar un espacio físico para realizar los pronósticos: el circo romano, donde competían los gladiadores para luego dar el salto a las careras de cuadrigas.
Aunque los orígenes se sitúan en estas dos épocas históricas, el funcionamiento más parecido al de nuestros días lo encontramos entre los siglos XVIII y XIX. Se fue extendiendo por todo el viejo continente y ganó gran popularidad en las islas británicas, considerada la cuna de las apuestas, con las carreras de caballos y de galgos. La influencia fue tal que no tardaron en aparecer en otros lugares del mundo, como Norteamérica, donde desembarcaron en los Estados Unidos para terminar de consolidarse.
Poco a poco, debido a la aparición de las casas especializadas, se fueron integrando deportes de gran popularidad. Esto provocó que el número de interesados fuera creciendo, pero la gran explosión de este fenómeno no es otro que el salto a internet, durante los primeros años del siglo XXI, llegando a todos los usuarios y siendo una de las opciones disponibles en el campo digital. Desde entonces, han vivido un aumento de interés muy grande que nada tiene que ver con sus inicios en torneos de deportes romanos o griegos.