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Un Betis sin techo (pero no indigente)

Lucas Haurie
Lucas Haurie
21/01/2022

Podría tomarse el titular como una broma, habida cuenta del tiempo que deberá pasar el equipo sin jugar en su casa propiamente dicha a raíz de lo sañudos que se han mostrado Competición y Antiviolencia. No tiene nada que ver, sin embargo, con la clausura del Benito Villamarín y sí con las ilusiones que despierta un equipo cuya próxima parada debería ser el paraíso de un título, de una clasificación para la Champions o de ambas cosas. La remontada-goleada en el campo del Espanyol, que comenzó la temporada galleando, certifica que el Betis es más que un asentado inquilino de la tercera plaza: oposita al segundo puesto. La catarata de goles de costumbre vino acompañada de la habitual galería de gestos técnicos deliciosos: el taconazo de Canales para asistir en el 1-3, una obra de arte fuera de catálogo.

El especialista

Borja Iglesias empató el partido a la media al transformar un penalti, el octavo que marca sin fallo con la camiseta del Betis. En el Espanyol, su anterior equipo y por eso no celebró el tanto, metió los cuatro que lanzó. Va para cuatro años que el delantero compostelano no malogra una peña máxima, que ejecuta con tanta eficacia como riesgo, porque suele pegar un chupinazo a más de media altura y ahí no hay portero que llegue pero la pelota puede írsele a las nubes. A menudo, sin que nadie haya explicado muy bien por qué, se desconsideran los penaltis en el recuento de méritos de los goleadores. Borja Iglesias firmó otro doblete y reforzó su condición de especialista en la suerte de los once metros.

Cantera blanquiazul del Betis

Lluis González Pujol, delantero de los escalafones inferiores del Hospitalet con una carrera honesta –casi un centenar de partidos en Primera–, nunca le ganó al Betis en tres enfrenamientos, dos con el Español, entonces con eñe, y uno con el Mérida. Su hijo Édgar González Estrada, formado en el Cornellá, municipio donde hoy se erige el RCDE Stadium, pasó un año por el filial perico, donde permaneció inédito antes de venirse a intentar de sacar al Betis Deportivo del pozo de la Tercera. No es el único canterano bético que vistió de blanquiazul: el recién renovado Rodri, en su peregrinar por las divisiones juveniles de media España, también pasó por este club.