Para coger impulso

Lucas Haurie 06/02/2022

Los veteranos de la lucha obrera repetían ese latiguillo para galvanizar la moral en tiempos difíciles: "Demos un paso atrás para tomar impulso".  El Betis no quería perder contra el Villarreal, ¿cómo iba a querer?, pero su alineación y el lenguaje corporal de las estrellas que Pellegrini mantuvo sobre el césped transmitía un mensaje claro: "Lo importante es lo del miércoles". Que es la pura verdad. El fabuloso trío de medias puntas, los dos magos y el goleador, medía cada carrera con el cuentakilómetros en la cabeza, conscientes de que cada esfuerzo profundiza en esa fatiga muscular que ya empieza a hacer mella. Uno se pone enfrente del rival dispuesto a darlo todo para batirlo, sí, pero el inconsciente no ceja en su mensaje de alerta: "Lo del miércoles es gordísimo". Lo es y se notó. 

Con ese duende que da la tierra

Pascual González compuso e interpretó, con sus inolvidables 'Cantores de Hispalis', una sevillana que Ruiz de Lopera quiso que dejara de ser el himno del Betis por un quítame allá esos derechos de autor. No es día para recordar miserias, sin embargo, sino para homenajear modestamente al fallecido artista, valga la palabra para definir a quien la honró hasta sus últimas consecuencias. Porque este bético cabal y a contramano, criado en un barrio tan sevillista, cultivó varias facetas artísticas, todas con éxito y derrochando talento, y respiraba arte por todos los poros de su cuerpo. Fue un genio que trasladó las sevillanas, confinadas hasta su irrupción en el desván del folklore, a una dimensión desconocida de prestigio y respetabilidad. Se hizo el tío hasta su sitito en la pequeña historia del periodismo deportivo de la ciudad. En la contraportada del añorado El Correo de Andalucía, 'disputaba' unos derbis literarios con El Arrebato que eran una pura delicia. La tierra lo abrigará con su duende. 

Diferencia entre lo buenísimo y lo superlativo

Manuel Pellegrini ha perfeccionado su sistema de rotaciones hasta convertir al Betis en el único equipo español vivo en las tres competiciones con febrero apenas iniciado. La confianza que otorga a cada futbolista a sus órdenes multiplica el rendimiento de éstos, de modo que se consigue la fórmula de la excelencia: así, el mediocre es útil para causa y el bueno juega como nunca lo hizo. Sobran los ejemplos. Cuando enfrente hay un equipazo, sin embargo, no basta con la solvencia tremenda que desprenden recambios como Guardado o Miranda. En este momento, los titulares en sus puestos, William Carvalho y Álex Moreno, rayan a un nivel superlativo, a dos centímetros de la estratosfera. El mediocentro mexicano y Guido pasaron una mala tarde frente a Parejo y Capoue. Con el portugués enfrente, les habría costado más.