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Luis del Sol regresó al Betis hace 50 años exactos, en 1972... y se nos fue hace un año

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
02/07/2022

Las pirámides de Egipto del Betis de finales de los años 50, que regresó a Primera División desde el páramo de Tercera fueron los 'siete pulmones' ('Sette Pulmoni') de Don Luis del Sol Cascajares, nacido el 6.4.1935 en Arcos de Jalón (Soria). Nacido de una familia de ferroviarios que de inmediato se trasladó a Sevilla, a las dependencias de las industrias subsidiarias ISA, en el arrabal de San Jerónimo, en el llamado 'empalme' (ferroviario): el chico, Luisito (o 'Cepillito' porque se pelaba al cepìllo), hijo de Don Bonifacio (maquinista de MZA, la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante) y Doña Abelarda, el octavo de ocho hermanos, apenas tenía dos meses cundo los Del Sol Cascajares tomaron casa en el 'Empalme'.

Ese apelativo a los siete pulmones de Luis del Sol Cascajares emergió ya en Italia, cuando el hijo de los ferroviarios de Arcos de Jalón había fichado por ‘la’ Juventus: la llamada 'Vecchia Signora', la 'Vieja Señora' de la ilustre familia Agnelli, cuyo patricio más patricio quedó fascinado por el fútbol de aquel 'Luisito' tras cierto desempate europeo Real Madrid-Juventus del 28.2.1962: 3-1, con gol decisivo de Del Sol. Pero los 'Siete Pulmones' del chiquillo del Empalme -que llegó a trabajar de panadero, vistas las necesidades de casa- subieron al Olimpo del fútbol europeo después de dos traspasos, ambos millonarios: el primero, en marzo de 1960, del Betis al Real Madrid. Exactamente, el 27 de marzo de 1960. Tres semanas después de cierto 1-4 encajado por el Betis ante el Sevilla en Heliópolis, Luis del Sol Cascajares (que el 21.9.1958 había anotado el primer gol oficial en la historia del 'Gran Estadio' luego llamado 'Ramón Sánchez-Pizjuán', en el 2-4 del Betis al Sevilla, segunda jornada de la Liga 58-59)... ya en ese marzo de 1960, Don Luis jugó el que iba a ser su último partido con el Betis, 0-3, derrota ante el Barcelona de Helenio Herrera,... hasta el verano de 1972. 

Con no demasiados socios en lista, Benito Villamarín andaba cerrando la operación de compra y escritura del Stadium Municipal de la Exposición de 1929 a favor del Betis (se consumó en 1961) y negoció con el Madrid, que necesitaba reforzar su línea medular en plena recta final hacia la quinta Copa de Europa. El trato se firmó en seis millones y medio de pesetas, trato que Villamarín negaba al público incluso cuando Del Sol, grandísima estrella en aquel Betis redivivo, ya tenía un pie en el servicio aéreo a Madrid. 

Nos recordaba Luis del Sol: "En plena ola de rumores, el presidente Villamarín me llamó y me comunicó que me iba al Madrid: 'No te preocupes, está todo hecho', me dijo. Lo andaban negociando en Madrid, pero de eso me enteré más tarde, me dijo. No supe nada más en esos momentos pero también sabía, porque me lo habían dicho los del Real Madrid cuando iba a la Selección, que en Madrid iba a ganar más sólo con las primas que con toda la ficha de un año en el Betis". 

Todo con todo, Luis de Sol iba a firmar 57 partidos oficiales con el Betis en Primera División, más 121 en Segunda y once en Copa: total, 189, a lo largo de siete temporadas en el primer equipo: once totales dentro de la entidad, a la que lo había llevado su compadre Manuel Cruz. El ténico Pepe Valera, jugador campeón de Liga en 1935 con el Betis, resultó decisivo para agregar a los escalafones inferiores verdiblancos al también llamado 'Gordito del empalme'. Del Sol marcó 49 goles en el Betis, seis en Primera División. Por ahí, por ese traspaso gestionado por Benito Villamarín con Antonio Calderón y Santiago Bernabéu, por ahí pasó  Luis del Sol a compartir la quinta Copa de Europa madridista en Glasgow, en aquella célebre jornada del 7-3 que propinó el mejor Real al Eintracht Frankfurt. El segundo gran traspaso se produjo al comienzo de la 1962-63, tras aquel desempate del Parque de los Príncipes, en París. Del Sol se enroló en la ‘Juve’, a requerimiento personal del ‘Avvocato’, Gianni Agnelli: de quien Del Sol acabaría siendo uno de sus jugadores predilectos. No es que Luis del Sol (172 compactos y achaparrados centímetros de altura, para unos potentes 68 kilos en forma) fuera exactamente un 'pulmón'; eran, en efecto... 'Siete Pulmones', 'Sette Pulmoni' o más bien un ciclón... ambidextro, infatigable, que atravesaba líneas en el 'calcio' de los 60, llegaba arriba y finalizaba en carrera con izquierda o derecha, a babor y estribor. "“Mis dos jugadores predilectos han sido Alfredo Di Stéfano… y Luis del Sol”, solía sentenciar el ‘Avvocato’ Agnelli, 

'LA' JUVENTUS DE 'CASA AGNELLI'.- En el verano de 1962, tras decir adiós al Madrid y a Madrid en cierta final de Copa ante el Sevilla (Real Madrid venció 2-1), Del Sol abandonaría el Realísimo rumbo a 'la' Juventus de Gianni Agnelli, 'capo' supremo de la FIAT, ingeniero y senador vitalicio, deslumbrado y con hipnosis 'Del Sol' tras aquel desempate de febrero de 1962 en París (este Real Madrid 'de Del Sol' perdería ante el Benfica en Amsterdam la final de la Copa de Europa de 1962: 5-3). Los 'bianconeri' del ilustre 'avvocato' Agnelli abonaron por el 'Cepillito' de San Jerónimo nada menos que 35 millones de pesetas... que el Real Madrid invirtió en levantar su Ciudad Deportiva de La Castellana. El famoso directivo madridista Raimundo Saporta Namías despidió así a Del Sol: "Te dejamos ir porque es mucho dinero y lo necesitamos... pero si no estás a gusto en Turín, nos llamas y te vienes". Saporta le prometió que en 1962-63 podría pasar a ganar tanto dinero como el que más en el plantel madridista. Pero, después de una reunión doméstica, la familia Del Sol-Ardila emprendió rumbo a Turín bajo una reflexión dominante: "En el Madrid ya lo hemos ganado todo, en España y en Europa y es buen momento para buscar nuevos horizontes en Italia"

Un Real Madrid necesitado de dinero para el proyecto expansivo de la Ciudad Deportiva junto a la Plaza de Castilla recibió los citados 35 millones de pesetas (350 millones de liras) de los Agnelli; con ese dinero, récord de traspasos en el fútbol español, diez millones de pesetas más (y cien millones en liras) de lo que 'la' Internazionale de Milán había pagado al Barça en 1961 por Luis Suárez Miramontes, el Real Madrid edificó esa legendaria Ciudad Deportiva, ya 'florentinamente' liquidada. "La realidad es que por entonces, el club estaba algo tieso de dinero para todos esos proyectos que había sobre la mesa, y así me lo hicieron saber. Recuerdo que el traspaso se hizo en las oficinas de la Seat o de la Fiat, en Madrid. Me metieron en un despacho de allí, mientras Bernabéu negociaba con los directivos italianos; la Fiat era y es propiedad de los Agnelli, como 'la' Ferrari, la Juve, o yo qué sé, más de medio Turín”, contaba el 'Sette Pulmoni', que relataba asi sus años estelares en la 'Vecchia Signora' de los Agnelli:

“En Turín me trataron muy bien. Vivía en una zona residencial que era propiedad de la familia Agnelli. Ellos siempre cumplían su palabra. Igual no pagaban una millonada, pero lo que prometían sí que lo daban. Sin falta. El club lo llevaba directamente Giampiero Boniperti, un mito como jugador y que luego fue diputado en Italia y Europa. Conmigo, Boniperti se portó fenomenal. 'La' Juventus en una entidad muy especial. Seria, potente y con mucho poder; pero, a la vez, es un club muy familiar. Cuida sus raíces, su gente y su cantera. Nos quisimos mucho los dos, el club y yo. Mi compromiso fue total. Cuando me venía para España llenaba el coche con ropa hecha a medida... Fueron ocho años buenísimos, en los que quizá sólo nos faltó ganar algo verdaderamente grande en Europa... Di Stéfano me llamó para colocar a su amigo Heriberto Herrera como técnico en la Juve, donde yo ya era mucho. Ganamos la Liga (1966-67) y en la pretemporada, Heriberto va y me dice que yo era un marqués… Casi lo cojo por el cuello… Yo intentaba dar ejemplo a los jóvenes con mi esfuerzo y mi dedicación”.

Junto a estrellas del calibre de Anzolin, Sarti, Leoncini, Giancarlo Bercellino, Omar Sívori, John Charles... Del Sol aguantó ocho temporadas en la 'Vecchia Signora' turinesa, entre 1962 y 70. Anotó 29 goles en 294 partidos oficiales con los 'bianconeri'. Con 'Luigi' en sus filas, 'la' Juve ganó Liga y Copa de Italia. Allí le llamaron -y ahora, sí; ahora, de veras- 'Sette Pulmoni', el 'Siete Pulmones'. Y el 'Avvocato' Agnelli le comparaba nada menos que... con Alfredo Di Stéfano. "Yo tenía claro que quien me ganara a mí o a nosotros... no podía ganarnos andando". Ese fue el lema vital de Luis del Sol, que hoy -desde 2012- tiene una estrella con su nombre y propiedad en el Paseo de la Fama del Juventus Stadium (hoy, Allianz Stadium), en el solar de Delle Alpi: Torino/Turín/Piamonte.

ROMA... Y BETIS.- Cerrado el ciclo en Turín, Luis del Sol pasó por 'la' Roma (a las órdenes nada menos que de un Helenio Herrera de vuelta de casi todo)...  y en el verano de 1972, exactamente en julio de 1972, se dio el gustazo de regresar -casi gratis- al Real Betis Balompié. Ya en junio del 72, Del Sol se puso a entrenarse en la pradera del campo del Betis ('casi todos los años entreno aquí, en el campo donde me hice futbolista, pero este año es distinto. Son muchos recuerdos que no se pueden olvidar', decía en 'Marca'); allí, Luis quedaba en aquellos días de junio de 1972 para correr, charlar y beber tinto de verano en el legendario 'porrón' de cristal del no menos legendario bar de los bajos de la antigua Preferencia heliopolitana, junto con Rogelio Sosa,líder indiscutible del equipo, y con el entrenador-'milagro': Ferenc Szusza. 

Para aquellos entrenamientos 'individualizados' en Heliópolis (a los que empezó a acudir cada vez más y más público... los béticos son así), Luis del Sol Cascajares se llevaba como compañero a su hijo, Luisito del Sol Ardila, nacido en Turín y entonces con ocho años. "No habrá ningún obstáculo...  si ficho por el Betis será un acuerdo rápido porque no habrá que hablar de dinero. Lo haremos tomando café. 'La' Roma sabe mi propósito de no volver a Italia y siempre se ha portado magníficamente. En Italia siempre procuré dejar bien alto el pabellón español; mi fichaje por el Betis ha sido por amistad y por nostalgia... en el Betis tengo enterrada una buena parte de mi vida y de mis raíces, me pidieron que sí quería jugar con ellos... y no lo dudé. Se comprenderá que el dinero ha sido lo de menos", reveló Del Sol en sendas buenas entrevistas, inmediatamente antes y después de regresar al Betis, realizadas con dos profesionales tan recordados como Mariano Martín Benito ('Marca') y Miguel Vidal ('AS Color').

... Así que Luis del Sol Cascajares, ya todo un 'Sette Pulmoni' talludito y con 37 años cumplidos, volvió a firmar contrato con el Real Betis Balompié el 5 de julio de 1972, ahora hace 50 años exactos. Fue por una sola temporada (1972-73), una ficha fija -incentivos al margen- no superior al medio millón de pesetas (como 3.000 euros de hoy) en la Secretaría de Conde de Barajas y en presencia, de izquierda a derecha y en la imagen que abre texto, del vicepresidente deportivo José León Gómez (exacto: 'nuestro Pepe León', el que asiste materialmente la firma de Del Sol) y del presidente Jose Núñez Naranjo, el llamado 'Presidente de la Verdad'. 

De la mano del técnico húngaro Ferenc Szusza, el Betis acababa de permanecer en Primera División tras la campaña 1971-72, esencialmente gracias a cuatro goles milagrosos de Rogelio Sosa Ramírez, a Sporting (2), Valencia y Granada, tantos que valieron al Betis seis puntos vitales (2-1, 1-0, 1-0)... y tres de esas dianas, con la cabeza. Los cinco goles totales de Rogelio idéntica cifra que sumó Pepe González, ambos como máximos goleadores béticos en aquella campaña 1971-72, constituyeron la quinta parte de los 25 que el Betis acumuló en la Liga 71-72. 

Tras firmar contrato, Del Sol insistió a Vidal en 'AS Color': "Vuelvo a la que es mi casa; y es aquí donde tengo una parte importante de mi vida de futbolista. Me fogueé en Utrera… allí,  yo admiraba a la gente por los regates que eran capaces de hacer. El Betis siempre fue mi casa, me llama y no hay más que decir". En la atardecida tropical del 17-8-1972, sin focos disponibles en el recinto, como en los viejos tiempos de posguerra, Luis del Sol volvió a jugar con la camiseta del Betis en Heliópolis, por primera vez desde marzo de 1960. Fue con calzonas verdes y con una goleada de 5-1 al achicharrado Sloboda Tuzla, en tarde de presentación de aquel equipo de Ferenc Szusza, con calor sahariano y golazo espectacular de Rogelio en córner directo: un tanto que avergonzó y echó del campo a Rizah Meskovic, meta (bosnio) internacional con Yugoslavia del Sloboda y de un fortísimo AZ'67 Alkmaar. Puesto en ridículo por 'la Zurda de Caoba', el pobre Meskovic arrojó los guantes y se fue a los vestuarios. 

Y aquí, en 'su' Betis, se retiró Luis del Sol en 1973, al final de la temporada 72-73. Jugó 17 partidos en Liga y cinco en Copa (total, 22), con una expulsión por roja directa tras rifirrafe con el medio paraguayo Domingo Benegas, del Atlético de Madrid líder de Max Merkel (fue en un 1-0 para el Betis, 4.2.1973; Benegas insultó y escupió a Del Sol, que respondió con una bofetada: 'hay cosas que no se las consiento ni a mi padre'. La imagen en color de Del Sol con la camiseta del Betis que acompaña este texto se tomó el 17.9.72, en el 'Vicente Calderón', en su regreso a Madrid y antes de una derrota por 2-1 ante el Atlético). 

DESCENSO... Y DESPEDIDA.- El final deportivo de Luis del Sol, el crepúsculo definitivo del astro del Empalme de San Jerónimo, de Heliópolis, Turín y Roma se produciría muy poco después del dramático descenso, en Castellón, el 20.5.73, tras caer por 3-1 ante el Castellón del técnico Lucien Muller, Corral, Clares, Planelles... y Vicente del Bosque. 

El 13.6.1973 y en el mismo campo del Betis que le vio nacer y crecer para el fútbol de alta competición, Luis del Sol disputó su último partido oficial con la camiseta del Betis y en la gran competición. Fue una vuelta copera en cuartos de final de Copa del Generalísimo 72-73 ante ese mismo Castellón de Del Bosque Corral y Planelles, que había apuntillado el descenso del Betis en Castalia... y que en la ida de la Copa había dinamitado la eliminatoria de cuartos con un demoledor 4-0. Ese mismo Castellón perdería por 2-0 la final de 1973 ante el Atlético de Bilbao. "Aquella noche de la Copa, ya casi en pleno verano, el campo se me hacía cuesta arriba" relató a quien suscribe un Del Sol que, algunos años después, en 1989, explicó y detalló así su retirada en una pieza con su firma en para el libro '60 años del Campeonato Nacional de Liga'. La pieza-declaración se titulaba: "El descenso influyó en mi retirada'. Y continuaba: 

'Mi regreso a España, a 'mi' Betis no fue tan fácil. La Roma no me quería dejar marchar, pensaba que me quería ir a otro equipo italiano (...) y tenía la carta de libertad pero con la condición de no firmar por otro equipo italiano. Sólo de esta forma pude fichar por el Betis. Tenía entonces 37 años y me llamaron muchas personas amigas... a mí, la idea me apetecía también y me hacía ilusión (...)

...Firmé por un año y la verdad es que nunca pensé que pudiéramos perder la categoría. Encontré el fútbol español un poco cambiado en relación a como lo dejé, aunque sin mucha diferencia. El fútbol español y el italiano son muy parecidos en cuanto a sistemas de juego se refiere. Si acaso en Italia era aún más complicado, porque la disciplina era mayor y las opciones defensivas, menores.

Pepe Núñez, que era el presidente, insistió en que renovara contrato a pesar del descenso, pero yo estaba un poco cansado de tantos viajes, hoteles y, además, un poco decepcionado por el descenso. Tenía 38 años y pensé que era una buena edad para retirarme, aunque me encontraba en forma. Gracias a Dios, las lesiones siempre me habían respetado y, quizás si no hubiéramos descendido, hubiera continuado otra temporada más. Aquel Betis era un equipo joven, demasiado joven. Empezaban hombres como López, Biosca, Bizcocho, Del Pozo… y luego estábamos dos ó tres veteranos. A unos les faltaba experiencia y a otros nos sobraba.

Nunca olvidaré la última jornada de Liga (72-73). Ibamos a Castellón, nos jugábamos todo y salimos al campo como si fuera un partido más. En lugar de amarrar, de jugar con cabeza, salimos a jugar al fútbol, sin preocupaciones y así nos fue. No creo que aquel partido se planteara bien y nos fuimos a Segunda. Ni marcamos a sus hombres claves, ni tomamos la más mínima precaución. Nuestra mentalidad no era idónea, por eso perdimos. No éramos peores que los del Castellón. Todo esto, ahora que han pasado muchos años, se puede decir pero entonces si se comentaba algo al respecto, rápidamente te decían que eras un rebelde y todas esas cosas. Yo era consciente de que no podíamos jugar así e, incluso lo dije, pero quien mandaba era el entrenador, el húngaro Ferenc Szusza, que tenía una mentalidad distinta a la nuestra y pensó que nos íbamos a salvar jugando alegremente, sin marcajes, ni precauciones. Fue un duro golpe para todos y ahora pienso que fue, evidentemente, lo que me influyó para que me retirara definitivamente".

EPÍLOGO.- Después, Luis del Sol entrenó al Betis Deportivo y en diversas etapas y a partir de 1986 (como en la Liga del 'playoff' (1986-87), al primer equipo del Betis. Fue el responsable más directo del ascenso verdiblanco en Jaén, como remate de la campaña 2000-01. Después, Luis lideró la secretaría técnica verdiblanca a la que incorporó a jugadores con experiencia, como Francisco Bizcocho, campeón de Copa en 1977. En la 'Vecchia Signora' turinesa, en 'la' Juventus de los Agnelli, Luis, 'Luigi', Sette Pulmoni' es como un semidiós. Es una leyenda viva; vivísima. 

La copla que viaja con las chicharras a través del viento solano desde San Jerónimo a Mairena del Aljarafe, donde, junto a los cerros de San Juan de Aznalfarache pasó sus últimas días Luis del Sol, gloria del Real Betis Balompié, del Real Madrid y de 'la' Juventus, aún viajaba hasta las riberas de Coria del Río, donde a orillas del Guadalquivir, y en compañía de Rogelio Sosa Ramírez, el eximio periodista Alfredo Relaño dijo a Luis del Sol, un día de 2012 y junto al Guadalquivir, el 'Padre Betis': "Vosotros ganábais siempre con el Madrid porque siempre jugábais a ganar, por eso no perdíais casi nunca".

Luis del Sol Cascajares nos dejó un poco más solos el 20 de junio de 2021, ahora también hace un año prácticamente cabal y exacto. Sólo dos días antes había muerto en Turín uno de sus grandes patrones y amigos: Giampiero Boniperti. Como él siempre pretendió, Luis del Sol dejó la trayectoria y la estela imborrable de nada menos que todo un hombre... y un competidor sensacional, indomable. Y ese es el cimiento de la mística redentora del ‘Sette Pulmoni’. Resulta inevitable que, en estos tiempos del cólera, el perfume añejamente verdiblanco de Luis del Sol  'recuerde siempre el destino de los amores contrariados', que diría Gabriel García Márquez. Pero, por encima de errores, horrores y azares, es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites. Esa vida, el legado y la vida de Luis del Sol y toda la leyenda mística del 'Sette Pulmoni'... siempre vencen al tiempo, Don Luis.