Pellegrini elige el orden de inscripciones: primero, los fichajes

Miguel Ángel Chazarri 17/08/2022

La situación en el Real Betis ya es angustiante. Ahora mismo no se atisba la forma de equilibrar el exceso de masa salarial de la plantilla que tanto penaliza y a la vista está que siete jugadores, muchos de ellos muy importantes, no pudieron ser inscritos para el primer partido de Liga. Ni siquiera con la venta de Bartra.

Manuel Pellegrini, entrenador del equipo, es víctima de la situación, pero a medida que se vaya desbloqueando el atasco por supuesto que tiene voz y voto. Según el programa 'El Pelotazo' de Canal Sur Radio, el chileno ya ha establecido el orden de inscripciones. Cuando se pueda, el primero será Luiz Felipe, que arrastra una sanción de un partido de Italia. El segundo, el otro fichaje, Luiz Henrique. El tercero, el portero suplente y no tan suplente, Claudio Bravo. Tras el meta, Guardado, para terminar con la Leyenda, Joaquín, y Willian José, que en un momento dado, si la situación sigue en drama, podría salir al mercado para un traspaso. De Camarasa ni se habla. Lo más probable es que no sea inscrito.

El Betis busca y rebusca soluciones. Las mismas no aparecen. Sólo con un gran traspaso, vía altamente improbable, y con la activación de una palanca podría aclararse la situación. No es fácil articular ni una cosa ni la otra. El ticketing es la vía más probable para lograr ingresos, pero LaLiga le está diciendo al Betis que montar dicha solución manteniendo a todos los futbolistas en plantilla es inviable. 'El Pelotazo' también ha apuntado como solución que los accionistas auxilien a la entidad con un préstamo de 15 millones, el importe del límite salarial excedido. Hablamos de cantidades enormes y no es fácil que alguien se retrate de una forma tan contundente.

La situación económica del Betis es tremendamente complicada. Apostó por una política de gastos muy exigente justo antes de la pandemia. Se desplomaron los ingresos, los gastos siguen y los grandes traspasos no han llegado, motivo por el que ahora LaLiga se muestra inflexible. Y tampoco tiene la facilidad del Barça, que aún no ha inscrito a Koundé, para generar dinero.