El otro problema del Betis, su corta plantilla

Paco Cepeda 23/10/2018

Da por cierto casi todo el mundo, crítica y público, incluido  un 'antibético' tan peligroso como Julio Cardeñosa (es ironía, por favor) que al Betis le falta gol y el paso previo, la verticalidad que precede a la suerte suprema del fútbol. Menos los empleados, incluido Setién, al menos públicamente, y determinada afición que entiende que la incondicionalidad es una postura irrenunciable y que toda crítica debilita (respetable), los demás mortales estamos convencidos de que el sistema Setién necesita una vuelta de tuerca, una mejora. Obliga la cifra de cinco goles en nueve partidos a esa evolución.

Pero el carrusel de partidos va a desnudar, quizá, el otro punto débil de lo que se está haciendo en el Betis. Hay cosas buenas, muy buenas, y ya se destacan sin regatear ningún elogio, pero cuando se sucedan los partidos de Liga, Copa y Europa League, con el paso de las jornadas cada vez más exigentes, la plantilla del Betis va a evidenciar que es muy corta en efectivos. No es una casualidad que Javi García, Guardado y Joaquín avisen. Son tres de los veteranos, los que estadísticamente más les cuesta estar a la orden de su entrenador, y eso que de momento no estñan siendo forzados a jugar muy de seguido. Así que el Betis se presentará en Milan con los 18 justitos, con algunos jugadores en esa lista que se merecerían salir de la convocatoria para reflexionar seriamente sobre su papel en el equipo. Pero no puede ser, falta gente.

Desde dentro del club se asegura que Serra quería al menos dos laterales más, uno por costado, pero que Setién dijo que prefería manejarse con menos gente, que por un lado no quería un suplente de Junior con ficha millonaria (Zinchenko) y que otro lado quería una incorporación pero a costa de la plaza de Barragán, firmado este mismo verano en propiedad después de la cesión. Está enero, sobre todo si el Betis avanza en las competiciones, para subsanar lo que anda justito. El año pasado, en invierno, el Betis fichó a Bartra y sumó a la causa a Loren, Junior y Francis, aunque éste último ya había jugado antes. Cuatro refuerzos para acabar con la sangría de atrás y tener más gol. Y con esos retoques, la idea de Setién brilló. Habrá que repetir la cosa con otra intención (el gol), pero con el mismo objetivo de la necesaria mejora.