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5-1: El árbitro y Chukwueze condenan a un Betis que se hundió

Rafael Pineda
Rafael Pineda
27/09/2019

Ricardo, portero internacional del Betis, confesó que Paco Chaparro le motivó para hacer un gran partido en Villarreal escuchando 'Resistiré', canción del Dúo Dinámico, grupo del que es fan, por cierto, Manuel Ruiz de Lopera. Gracias al Resistiré, el Betis obtuvo su último triunfo en el feudo del equipo castellonense. Doce años después, el influjo del Resistiré ha amainado. Chaparro sigue entrenando a la vera del río y el Betis continúa sin conocer el triunfo en Villarreal. Desde luego, no es fácil que lo consiga en ningún campo de Primera con un sistema defensivo tan endeble. Y no solo perdió. Ofreció 15 minutos miserables tras el 2-1. El Betis, desde luego, no jugó del todo mal antes y fue objeto de un penalti VAR que lo sacó del partido. ¿Qué es un penalti VAR? Pues un contacto dentro del área que visto a cámara lenta obliga al árbitro, que no ha jugado al fútbol en su vida, a pitar penalti porque es indudable el contacto.

La jugada, no obstante, no debe ocultar las infames prestaciones del Betis en defensa y la inaceptable dimisión postrera. No solo, por ejemplo, porque Joel a los 11 minutos lo salvara, más bien porque plantear los partidos a un intercambio de golpes es una apuesta demasiado arriesgada si tus hombres de ataque no están afortunados. No lo estuvieron Borja y Loren y Asenjo salvó al Villarreal en dos buenas llegadas de Joaquín y Carvalho. Perdida la pegada, el Betis fue incapaz de controlar las carreras de Samu mientras Cazorla jugaba andando porque nadie le apretaba. Sencillamente, porque en el Betis no defienden ni sus centrales. La bajada de brazos en los últimos 15 minutos fue, sencillamente, lamentable e impropia de un equipo que desea aspirar a Europa. Tiró por tierra lo bueno que se esbozó con anterioridad, dejando un sabor de boca amargo y triste. Rubi y sus futbolistas deben saber que hay formas y formas de perder. Cada gol del Villarreal en el tiempo de alargue, con mucho espacio por delante para sus jugadores, supuso una afrenta para la credibilidad de un equipo que ya fue goleado en el Camp Nou y que acabó ofreciendo una imagen lamentable. Los partidos duran 90 minutos. Jamás hay que tirarlos.  

El Betis, que por momentos jugó bien, pagó, en definitiva, su ausencia de fortaleza donde el fútbol se dirime de verdad, en las áreas. Ante el Levante estuvo afortunado arriba y ganó. En campos como el del Villarreal, donde hay más calidad y velocidad, el inexistente sistema defensivo del Betis lo condena, irremisiblemente, a la derrota. Son ya 15 goles los que ha recibido este equipo. Conviene recapacitar sobre lo ocurrido. Aunque el golpe del penalti de VAR fue duro, los buenos equipos deben rehabilitarse y saber jugar los partidos. Con un 2-1 se puede seguir peleando en busca del empate, jugando al fútbol con inteligencia y talento, que el Betis tiene. Lo que no vale es borrarse del partido y dejarse humillar por un chaval como Samu, que destruyó cualquier oposición de un equipo que no volverá a competir hasta el próximo viernes. Imágenes como las del último cuarto de hora en La Cerámica no se pueden volver a repetir. Por el bien de Rubi y, sobre todo, por la credibilidad de un grupo que tiró la camiseta a la basura.

Ficha técnica:

Villarreal (5): Asenjo; Rubén Peña, Albiol, Pau, Quintillá; Moi Gómez (Samu, m. 57), Iborra, Anguissa, Cazorla (Trigueros, m. 85); Gerard Moreno y Ekambi (Ontiveros, m. 79).

Betis (1): Joel Robles; Emerson, Bartra, Feddal, Pedraza (Tello, m. 75); Joaquín (Lainez, m. 79), Canales, Carvalho, Álex Moreno; Borja Iglesias y Loren (Raúl, m. 79).  

Goles: 1-0. M. 39. Ekambi. 1-1. M. 48. Emerson. 2-1. M.69. Cazorla, de penalti. 3-1. M. 76. Ekambi. 4-1. M. 92. Gerard Moreno. 5-1. M. 94. Samu.  

Árbitro: Estrada Fernández. Amarillas a Moi Gómez, Joaquín, Quintillá y Feddal.