El momento del 'quiricocho' y el cabreo de Pellegrini

Rafael Pineda 25/11/2020

A la hora de partido en San Mamés, Manuel Pellegrini decidió abandonar la dirección del partido ante el Athletic para recluirse en el banquillo. Fue el momento de gloria del quiricocho. Cuenta Joan Capdevila que en el instante de correr detrás de Robben en la parada clave de Casillas en la final del Mundial 2010 le gritó una y otra vez al holandés quiricocho. Nada más y nada menos que un conjuro que le enseñó Rubén Cousillas en el Villarreal para invocar el mal fario hacia los futbolistas rivales. El propio Cousillas comenzó a dirigir al Betis frente al Athletic ante el asombro de los jugadores. "Fue como una especie de castigo para ellos", cuentan en el club bético. Pellegrini tiene muy mal perder y la derrota de San Mamés provocó su ira. En el viaje de vuelta desde Bilbao, el técnico apenas intercambió palabras con los miembros de la expedición. 

El técnico rumió mucho su enfado en la noche del lunes, en la que prácticamente no durmió. Tras el vuelo de regreso por la mañana, el equipo entrenó y Pellegrini volvió a mostrarse muy cabreado con los jugadores, a los que volvió a repetir, como tras Getafe, que no podían volver a repetirse este tipo de situaciones. Pellegrini mostró también su enfado a Antonio Cordón, bastante insatisfecho por el rendimiento de sus defensas centrales tras la decisión de cambiarlos en San Mamés. El técnico le hizo ver al director deportivo, presente en la ciudad deportiva, que sería conveniente arreglar esta situación en el próximo mercado invernal. Mientras la ciudad deportiva ardía con estas tensas reuniones, el club intentaba apaciguar los ánimos haciendo pública la renovación de Rodri. Tendida la cortina de humo, Pellegrini ardía hasta el punto de que estuvo a punto de suspender el descanso de hoy. Al final decidió seguir con lo planeado mientras muchos seguían pensando cómo fue posible que Pellegrini se sentara en el banquillo para dar paso al momento del quiricocho.