Pellegrini no corre peligro

Rafael Pineda 01/12/2020

Día duro en el Betis. La cúpula de la entidad, comandada por el presidente Ángel Haro y el vicepresidente José Miguel López Catalán, abordaron con Antonio Cordón, director deportivo, la dura realidad que afecta al primer equipo, a solo dos puntos del descenso y ofreciendo unas sensaciones terribles. Los dirigentes béticos andan perplejos por las escasas prestaciones del Betis y la búsqueda de soluciones conduce a la misma conclusión: confianza total en Manuel Pellegrini para que le dé la vuelta a la situación. Realmente, los dirigentes béticos, además de mostrar una gran preocupación, poco más pueden hacer. Su margen de actuación es prácticamente inexistente para cambiar de entrenador y fichar jugadores que aumenten las prestaciones de la plantilla. Tras las conversaciones que se han sucedido entre Pellegrini, Cordón y el dúo dirigente se ha llegado a la conclusión de que el problema no es la ausencia de compromiso de los jugadores. Lo que no acaban de entender es el bloqueo mental y físico de la plantilla. 

La realidad bética es muy delicada porque Pellegrini ya avanzó en unas declaraciones muy tajantes que el Betis no podía reforzarse en el mercado invernal. Realmente, la situación es dramática en lo económico, pero la cúpula de la entidad tampoco desea que el técnico airee de esa forma la penuria monetaria que atenaza al Betis. Es más, si la situación, como podría ocurrir, se deteriora todavía más en el aspecto deportivo, los dirigentes no tendrían más remedio que realizar fichajes y mover la estructura de la plantilla incluso a costa de endeudarse. "La ruina total es bajar a Segunda División", se empieza a escuchar en el Benito Villamarín.