El novato

Antonio Félix 14/07/2021

Os juro que pensé que era un sueño. Una tontada que de ninguna manera podía haber sucedido en la realidad. Pero, al día siguiente, la noticia continuaba ahí, en todos los medios: "Joaquín presentará esta temporada su propio programa de televisión". "El jugador -se revelaba en exclusiva- se retirará del fútbol tras esta temporada y, a sus 40 años, entrevistará a famosos en su trabajo para encontrar un nuevo empleo". El programa se llamará 'El novato', y la productora lo completará con un documental sobre la carrera de Joaquín, que todavía no tendría título. Propongo el mío: "Cómo desaprovechar un talento divino". Juro que pensé que había sido un mal sueño. Que esto no podía ser real. Y pese al inmenso silencio al respecto de los medios del propio Betis, era completamente cierto. Lo absurdo sigue teniendo un terreno abonado en el club verdiblanco. Os lo venimos diciendo: hay quien cree que han cambiado muchas cosas desde el Loperato, pero en realidad, respecto a lo importante, no ha sido tanto.

La decisión es una majaretada que, salvo milagro, le pasará factura a Joaquín y al Betis. No encuentro precedentes de algo parecido. No sé cómo a alguien (el jugador) se le puede haber ocurrido, cómo alguien (los presidentes) lo puede haber admitido y cómo alguien (el entrenador) puede haber tragado. Cualquiera que conozca los pormenores de producción de un programa así, con varios rodajes fuera de Sevilla incluidos, entiende la dificultad para que no interfieran en los entrenamientos y partidos del futbolista, más en una temporada hipercargada tras el regreso del equipo a Europa. Pero, incluso aunque hicieran encaje de bolillos para que así sucediera, ¿qué pasa con los periodos de lesiones de Joaquín? ¿También se parará la producción para respetar sus fases de recuperación y descanso? Es de presumir, conociendo el cotarro, que todo esto se pasará por alto si el Betis circula como un avión por la temporada. Pero a las mínimas curvas, habrá que agarrarse. Internet arderá. La chirigota va a ser monumental, y ahí no va a quedar títere con cabeza. Esto es algo tan evidente, que ni siquiera al más zocato enchufado que hay en el Betis, y mira que los hay, se le pasaría por alto. La cuestión es: ¿y cómo entonces se ha permitido?

Pero esa cuestión tal vez resulte equívoca. Si de verdad queremos encontrar un sentido a este estrambote debemos reformular la pregunta, que sería la siguiente: ¿podían los directivos del Betis negarle tal capricho a Joaquín? La respuesta es no. Sin ningún lugar a dudas, los señores Haro y Catalán se podrían haber puesto firmes con Guardado si éste quisiera concursar en La Voz o si, digamos, Carvalho les pidiera participar en Saber y Ganar. Pero con Joaquín sólo les quedaba hocicar. ¿Por el bien del Betis? No exactamente. Por su bien en el Betis.

Recuerden que, tras cinco años de promesas incumplidas, con el equipo dando tumbos y la economía en ruina, el sostenimiento en el poder de Haro y Catalán se fraguó gracias a un pacto con nuevos accionistas de relevancia como el periodista Carlos Herrera, la presentadora Mariló Montero y... Joaquín. Sin ese apoyo, los actuales dirigentes verían seriamente comprometida su continuidad en el trono. Así que nada, barra libre y viva el Betis de la gracia y el salero. Monipodio sigue campando a sus anchas por Heliópolis. Sólo falta que algún periodista de verdad pueda preguntar al respecto. Y Joaquín nos explique cómo surgió la ocurrencia, Haro y Catalán cómo la bendijeron y don Manuel Pellegrini cómo se la comió.