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Julio 1971, hace 50 años: José María de la Concha y Joaquín Sierra 'Quino' abandonan el Betis de Núñez Naranjo

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
22/07/2021

En pleno julio de 1971, hace ahora 50 años exactos, el Real Betis Balompié, presidido por José Núñez Naranjo, el llamado 'Presidente de la Verdad', se enfrentó a sendos terremotos internos que pusieron en estado de 'shock' a un club, una Junta Directiva y un equipo que acababan de regresar a Primera División. En 1970-71, el Betis, dirigido técnicamente por Antonio Barrios, se había proclamado campeón de Segunda y sólo había caído en Copa del Generalísimo (1/8) ante el Valencia CF que entrenaba Alfredo Di Stéfano: brillante campeón de la Liga española  70-71. En 1/16, ante el RCD Español (Solsona, Griffa, Amas, José María...) y en Barcelona, en el desaparecido Estadio de la carretera de Sarriá, el 30-4-1971, ese mismo Betis había salido adelante por primera vez en la historia en una eliminatoria oficial resuelta por penaltis (0-0 y 0-0). Fue tras noche de diluvio en Barcelona y con partidazo de jugadores legendarios como Pepe González, Rogelio, Díaz...

Pero en julio de 1971, y en plena reconstrucción del equipo, de cara al ya sellado retorno a Primera... sobrevino, para empezar, la dimisión irrevocable de José María De la Concha Meneses, también legendario secretario técnico del club. Entre 1969 y 70, De la Concha fue 'general manager' y 'constructor' del sólido, rocoso equipo bético que ascendió a Primera. En esos momentos, finales de los años 60, De la Concha regresaba al Betis después de un periplo exterior que incluyó estancias en las secretarías técnicas de un potente Atlético de Madrid y del entonces emergente Calvo Sotelo de Puertollano: del que De la Concha iba a extraer para el Betis de modo inmediato a un tal Antonio Biosca Pérez, central internacional y mundialista (1978), más el mediocampista cántabro Rufino Rodríguez (luego, a Hércules, Mallorca, Tarrasa...) y, ya en 1973, al portero Eduardo García Fernández: discreto suplente de J. R. Esnaola en los años más gloriosos.

Pero los caracteres y modos, tan personalistas y peculiares, de Barrios y De la Concha estaban condenados al choque directo. De la Concha presentó la dimisión irrevocable al presidente Núñez en la primera semana de julio de 1971. Eventualmente, 'Concha' (fallecido en 2005 como socio Nº1 del Real Betis Balompié y Hermano Nº1 de la Hermandad de los Gitanos) no tardaría mucho en regresar al club: Barrios fue despedido en diciembre de 1971, tras terrible 6-0 adverso ante la Real Sociedad, llegó Ferenc Szusza... en 1973 se produjo un nuevo descenso... y Núñez Naranjo reclamó de nuevo los servicios de José María de la Concha: quien, una vez más, en el verano de 1973, elaboró los planes y planos de un equipo del Betis que -de nuevo, con Szusza y ya con Esnaola- sería campeón de la Segunda 1973-74.

En la última semana de ese mismo julio de 1971, Núñez Naranjo tuvo que gestionar otra dura crisis. Joaquín Sierra Vallejo, 'Quino', el ariete internacional y -casi más importante- trianero y bético, anunciaba su decisión firme de abandonar la práctica activa del fútbol. Fue tras la negativa del club a la la oferta inicial de traspaso presentada por el Valencia campeón del presidente Julio de Miguel, del gerente Vicente Peris Lozar y del mismo Alfredo Di Stéfano: quien estaba 'enamorado deportivamente' de Quino desde la Copa de 1966, con el destrozo de Quino al Español de un Di Stéfano que se despedía de los terrenos de juego.

Esa oferta inicial del Valencia agrupaba 10 millones de pesetas más los jugadores Poli, Fuertes y Nebot. De un Valencia en 'vacas gordas', Pepe Núñez sólo quería conseguir todo el dinero posible. Así que el presidente contraofertó con demanda de 18 millones de pesetas, como unos 108.000 euros de hoy. Quino se sintió impotente ante tal situación, dado que había accedido a reintegrarse en la disciplina del club tras una temporada 70-71 casi totalmente en blanco (por insólita situación de rebeldía y apartamiento del equipo). Además, ya había existido otro amago de retirada de Quino, en mayo de 1971. En fin, y sin haber cumplido siquiera 26 años, Joaquín Sierra se movilizó y aceptó poner fin a la endemoniada, conflictiva situación bajo promesa formal de que el club accedería a su traspaso en caso de 'oferta convincente'. Pero en todo caso... Quino, fantástico jugador, bético de clase y de cuna, ya no volviería a vestir la camiseta del Real Betis Balompié.

Pese a todo, Núñez Naranjo y Vicente Peris continuaron negociando 'bajo la mesa', y al fin, en agosto de 1971, la operación de traspaso de Quino al Valencia de Di Stéfano se cerró en un total de 17,8 millones de pesetas, según recogen crónicas de la época. El Real Madrid, que había andado por ahí, se había retirado más o menos disimuladamente de la puja por el ariete internacional (y del ruido) y el Valencia se hizo con Quino. Era ese Valencia flamante campeón de Liga, verdugo del Betis en la Copa... y justo el equipo al que Quino había marcado su primer gol en Primera División, el 1-12-65. El 31-8-71 fue cuando Quino firmó -con el bolígrafo de oro del propio gerente valencianista Vicente Peris- su contrato de tres temporadas en Valencia. "No he dejado de entrenarme, aunque sea en forma privada y mi peso es el que tenía cuando dejé de jugar: 75 kilos", declaró Joaquín Sierra... que no jugó la Copa de Europa 71-72 con el Valencia campeón de Liga por haber firmado más tarde de haberse cerrado el plazo UEFA de inscripciones. Por cierto, el 3-9-1971, viernes, se dio en Sevilla una máxima de 43 grados a la sombra. El 5-9-71, domingo, el Betis de Núñez y Barrios abriría el Campeonato 1971-72 con derrota por 2-0 en el 'Estadio Santiago Bernabéu' ante el Real Madrid; goles de 'Ico' Aguilar y Amancio Amaro Varela.

El 7 de agosto de 1971, José Núñez Naranjo, 'El Presidente de la Verdad' (que falleció en 2013, poco después de las imágenes que acompañan este texto), declaró en 'Marca' al gran compañero que fue Mariano Martín Benito: "Nadie es imprescindible, y si logramos el ascenso prácticamente sin Quino, un gran jugador sin duda, también podremos conseguir la permanencia. Otro tanto puede decirse del secretario técnico, hombre de labor positiva. Confío en la plantilla y en que todos pongan el mismo corazón y entusiasmo que durante la campaña anterior para salir adelante. En cuanto a los refuerzos pedidos, el entrenador cuenta con gente joven, que es con la que le gusta trabajar, y aún no se ha cerrado el capítulo de fichajes. Confiamos en que antes de que empiece la temporada podremos contar con un par de jugadores que den solidez al equipo (...), siempre hemos obrado como creíamos más acertado para el Betis, y si pusimos un precio a Quino fue basándonos en su valía, puesto que es uno de los mejores jugadores de España, y a la vista de lo que se ha dado por otros y de lo que se pedía por algunos, no estimo que hayamos desorbitado el precio, ni mucho menos. Estoy recibiendo muchas cartas de la afición en que se elogia nuestra postura. Ya he dicho en otras ocasiones que cuando sepa que la afición no está conmigo me marcharé".

El 13-2-1972, un infarto masivo fulminó a Vicente Peris cuando presenciaba un Valencia-Atlético de Madrid en Mestalla, jornada 21 de la Liga 1971-72. El 1-0 colocó segundos del Campeonato 71-72 a los desolados jugadores valencianistas de Di Stéfano... mientras que el Betis, al que ya entrenaba Ferenc Szusza, regresó colista de un casi consabido descalabro en San Mamés: 3-0. El 20-2-1972, en la jornada 22ª, aún caliente el cadáver de Vicente Peris, Joaquín Sierra Vallejo (que ya había sido titular en Sevilla con la Selección española de Kubala en el crítico 0-0 de España ante la URSS del gran meta Rudakov, el 27-10-1971, Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán)...  regresó al campo de ese Betis, colista de Primera tras la jornada 21. El Betis se impuso al Valencia por 1-0, en glorioso testarazo -lejano y acrobático- de Rogelio Sosa Ramírez. Y ahí empezó a cimentar la permanencia en Primera en esta campaña 1971-72. 

Durante el minuto de silencio que se guardó por Vicente Peris,  la afición del Betis, envenenada por tantas circunstancias... explotó contra Quino; después y en bastante menor medida, contra Antón, el otro ex bético canterano, internacional y de Barbate, que también se ha había ido al Valencia. Así lo contó José Antonio Blázquez en 'ABC de Sevilla', en la ficha técnica del Betis-Valencia del 20-2-72... "Con ambos equipos alineados en el centro de la cancha, por los altavoces del recinto deportivo se reclamó un minuto de silencio como muestra de respeto y tiempo de oración por el desaparecido gerente del Valencia, don Vicente Peris. El silencio fue roto repetidamente con voces insultantes dirigidas a Quino. El tono soez de tales agresiones verbales para un jugador que perteneció al Betis agravian en mayor medida a la afición sevillana que al propio Quino".

Han pasado... 50 años. Pero es como si fuera ayer.