Diversión

Antonio Félix 28/07/2021

Entre las tontorronerías que acontecen cada verano, la canción, la foto de la sombrilla interminable de Chipiona, el posado de la Obregón y así, va ganando terreno una ciertamente característica: la chorrada de turno del director deportivo del Betis, don Antonio Cordón. Esta vez, el hombre tampoco ha decepcionado.

"Tenemos que vender, sí o sí", avanzó el jefe de los fichajes béticos, actividad que, ya saben, no deja de resultar secundaria en su proceder, pues como nos iluminó en el pasado, "hay muchas cosas más importantes en este trabajo que fichar". Desde luego habrá de haberlas, porque fichar, lo que se dice fichar, este señor ficha poco. Ya el último año la cosa estuvo canina, pero es que ésta está para morirse. Lo curioso es que Cordón, lejos de esconderlo, lo proclame a los cuatro vientos. "Vender sí o sí". Seguro que el mercado, donde no hay más que buena gente, habrá tomado nota para echarle una mano.

La raquítica economía del Betis, que se debe más a sus disparatados desmanes de grandeza que a la pasajera pandemia, no es algo que pueda achacarse a Cordón. Sí lo es que un director deportivo de su supuesto prestigio aceptara trabajar en unas condiciones en las que, sencillamente, resulta casi imposible hacerlo. Las razones por las que quiso solo él las sabe. Nosotros sabemos que, desde entonces, ha defendido una labor mayormente irrelevante con argumentos que insultan hasta a la más leve inteligencia. "Mi trabajo tiene cosas mucho más importantes...".

Su trabajo, ya que ni siquiera puede fichar a coste cero si no descarga una masa salarial descabritada, es conseguir vender a alguno de los magníficos jugadores que sus antecesores, o váyase a saber quién, firmaron para el Betis. Y es discutible que a eso ayude su imploración al mercado. Proclamar tu tiesura puede servir como excusa ante la afición. Como estrategia en la compraventa, resulta más discutible.

De momento, Cordón no consigue vender a nadie, y por tanto tampoco traer. Su gran fichaje es un portero para un puesto donde ya tiene a un gran portero y lograr retener a Miranda, algo que no consiguió con dos jugadores claves como Mandi y Emerson. Su amistad con Pellegrini probablemente influirá en que el entrenador no monte el lío, pero eso no obsta para que el hombre se eche las manos a la cabeza y avise de que, con lo que hay, no da para una temporada con Europa. Cordón le ha pedido paciencia. Dice que todo se hará al final. "En este mercado nos vamos a divertir mucho", ha sentenciado este verano, siempre fiel a su cita. Fijo, señor Cordón, que los béticos se están tronchando.