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El favorito de enero

Antonio Félix
Antonio Félix
26/01/2022

En el particularísimo gremio de los futbolistas suelen hacer fortuna sentencias de lo más variopinto que, sin embargo, tocan la fibra de estos muchachicos, se instalan como un mantra en su cerebelo y les ayudan a impulsarse para alcanzar sus cimas. Suelen ser cosas de una simpleza exasperante, como el partido a partido de Simeone, de una poética parvularia, como aquello que contaba Lillo sobre pintar la palabra equipo en el techo para que nadie se la pisara, o de una ironía descorazonadora, como eso que Di Stéfano le podría haber dicho a los porteros de la cantera del Sevilla: Señores, no les pido que paren las que van dentro, pero al menos no se metan las que van fuera. En aras de colaborar a tal fin para que el majestuoso, increíble, jugón, huracanado, disfrutón, artista y galáctico Betis haga realidad esos sueños que, hoy, parecen más cercanos que nunca, abro aquí una convocatoria de sugerencias entre las que, por mi parte, propongo el siguiente lema para grabar en las paredes del Villamarín: Caballeros, en enero no se gana nada.

Y en febrero, tampoco. En febrero, de hecho, se puede perder todo, con un calendario temible que situará en su justo lugar a este vendaval en que se ha convertido el equipo de Manuel Pellegrini. Las cosas se van a poner muy serias en la Copa, Liga y Europa League, escenario de tralla que, en el primer tercio de la temporada, deparó serias dudas sobre la competitividad bética frente a adversarios potentes. Esto se vino matizando luego con los triunfos sobre el Barcelona, la Real y el Sevilla, para ofrecer ahora mismo la versión más refinada e impresionante del conjunto verdiblanco, sin lugar a dudas, el equipo que mejor juega al fútbol de la Liga. En estos momentos, el Betis no gana, arrasa. La sensación, además, es que se ha colocado el viento a favor. La plantilla es profunda y poderosa. Apenas hay lesiones, pero cuando existen quien entra cumple a la perfección. Jugadores del talento de William Carvalho, que parecían perdidos para la causa, se han reenganchado con su mejor nivel. Lo de Guido y Canales es un escándalo. Fekir juega en otra dimensión.

La gente, por supuesto, está entusiasmada. Cómo no. Ha sido mucho tiempo esperando esto. No sólo un equipo que deslumbrara con rachas de fútbol hermoso, sino que las complementara con una consistencia a prueba de bombas. A día de hoy, el Betis no sólo no es descartable para ninguno de los títulos en juego, sino que yo diría que se encuentra claramente entre los favoritos. Entre sus ventajas juega un plantel ultracompetitivo en el que todo el mundo parece enganchado, mérito esencial, por supuesto, de ese genio llamado Pellegrini, y cualidad de un inmenso valor en torneos que, a buen seguro, estarán marcados por los efectos de la pandemia. Es evidente que una baja en ese sentido como la de Guido, que ha surgido ahora, Canales o Fekir tendría un efecto considerable en el Betis, pero se me antoja menos devastador que el que produciría la ausencia de Vinicius o Benzema en el Madrid o de Fernando y Koundé en el Sevilla.

Es el momento del Betis, algo que tantas otras veces hemos dicho antes de producirse el trompazo. La última fue esta misma temporada, previa a los patinazos con el Athletic y el Celta. Entramos en una antizona Cesarini para el equipo verdiblanco, el grupo de moda, la tendencia en Europa, un club convertido en un estado de euforia. Nunca antes pareció tan favorito a todo. Una lástima que todavía estemos en enero.

Pdta: Hace 10 días que se jugó el aberrante derbi, y ya vamos por 10 días de retraso para firmar las paces