Las claves de la salida exprés de Diego Carlos

Miguel Ángel Chazarri
Miguel Ángel Chazarri
26/05/2022

"El Sevilla no puede seguir perdiendo dinero, porque las empresas, cuando pierden, van para allá". La frase fue pronunciada recientemente por Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi', director general deportivo del Sevilla. En el inflamable mundo del fútbol, la rápida venta de Diego Carlos por 32,5 millones de euros ha causado algo de extrañeza. Se puede pensar, y con argumentos lógicos, que el brasileño era un futbolista para romper el techo vendedor del club, esa especie de tarifa plana en las salidas que antiguamente se situaba en los 25 millones, y que con esta operación tampoco es que se haya elevado demasiado, ni siquiera para un club rico y comprador de la Premier como el Aston Villa. Toda operación tiene su contexto. Así se ha gestado el inesperado adiós del central:

La necesidad: La palabra tiesunez lo resume todo y no necesita de mucha más explicación. El Sevilla irá arreglando su economía con ingresos ordinarios, ingresos por la Champions y las ventas de jugadores, pero en este momento anda muy apurado. De ahí que no haya esperado más, de ahí que no se la haya jugado con una subasta probable, pero que igual no se abría. El clásico "pájaro en mano..." ha mandado en la operación. Diego Carlos tenía clara su elección y no se han encontrado motivos para esperar, ni siquiera que un club de la Premier como el Newcastle siguiera animado. Queda más de un mes para el cierre del balance. Antes era obligatorio vender. El Sevilla ha dicho aquí y ahora. Fin del partido.

El agujero. A la tiesunez se llega por un excesivo gasto o por falta de rendimiento deportivo. El Sevilla presentó en la última Junta de Accionistas un déficit de 41 millones. La eliminación de la Champions en la fase de grupos ha sido un descalabro. Y no podemos olvidar que se viene de un invierno de operaciones ambiciosas que comprometen mucho, como las de Tecatito y Martial, sobre todo la de Martial. En enero se respiraba ilusión. El club entendió que era el momento de ir a por algo más que el cuarto puesto. El sueño no se ha cumplido, pero en la hoja de Excel siguen las obligaciones.

El compromiso con el jugador. Por el acuerdo de renovación al que se llegó, Diego Carlos pasaba a cobrar 8 millones de euros, 4 netos. Un coste elevado que el club se ahorrará. Por contra, se marcha un puntal de Lopetegui, uno de los jefes del equipo, el defensa que ha jugado hasta lesionado. Contablemente se tiene en cuenta el respiro, aunque puede que sea relativo, pues por Diego Carlos vendrán otros. ¿Cuánto cobrarán? Existía el compromiso con el jugador de atender ofertas y así ha sido.

Koundé, la segunda parte. A la venta de Diego Carlos le seguirá la de Koundé al Chelsea casi con total seguridad, en los plazos que dicte el mercado. La idea del Sevilla es ingresar por su excelente pareja de centrales unos 100 millones de euros. Con los 32,5 de Diego Carlos, habría que irse a los 67,5 por el francés. Koundé es más goloso, más joven (23 años por los 29 de Diego Carlos), internacional por Francia... Tuchel lo quiere y lo espera. A ver qué oferta traslada la entidad inglesa... Por debajo de 55, con esta venta nada deslumbrante de Diego Carlos, parece difícil que se cierre. No queda claro que el Sevilla, tras el adiós del brasileño, haya adquirido fuerza negociadora ante un Chelsea que lo tiene todo cerrado con Koundé desde hace meses. El tiempo dirá.

Lopetegui. A todo esto, el entrenador sigue de vacaciones y con su charla con el club pendiente. ¿Este movimiento indica que se va de la mano y que Lopetegui ya conoce y acepta lo que se va a cocer en el Sevilla este verano? Quién sabe... Francisco López Alfaro recibe el Dorsal de Leyenda el próximo miércoles en un gran acto. Para esa fecha, o posiblemente antes, habrá noticias concretas al respecto.