2-1: Las quejas arbitrales, en otra ventanilla

Lucas Haurie
Lucas Haurie
12/08/2022

Que sí, que sí, que vamos a dedicarle un párrafo al “penaltito”, justo eso, que le dio a Osasuna el triunfo sobre el Sevilla en el partido inaugural de la Liga. Pero no esperen aquí, donde vamos para viejos y estamos cansados de excusas de mal pagador, uno de esos alegatos victimistas que tanto aprecia el hincha escocido por una derrota. La prensa local tiene una mirada parcia, de acuerdo, pero no debe perder la perspectiva. ¿Fue la derrota en Pamplona causada por un error arbitral? Ayudó, claro, pero más contribuyó la vulnerabilidad en defensa y los escasos recursos en ataque que mostró el equipo de Julen Lopetegui, que dedicó el cuarto de hora final a protestar como un energúmeno en lugar de a intentar ordenar el deslavazado ataque de sus chicos en busca del empate.   

Los primeros diez minutos de la Liga fueron un regalo para la vista. El «Zamora» de la edición pasada, Bono, ya había intervenido providencialmente dos veces a los 40 segundos y enseguida, el Chimy Ávila cantó bingo tras cabecear un centro excepcional de Rubén Peña. La tópica salida en tromba del local en los campos norteños ponía a Osasuna por delante. Horrible Gudelj, central de emergencia, en la vigilancia de su espalda. Plantarse en El Sadar sin zagueros competentes en el juego aéreo es una imprudencia. En el saque de centro, respondió el Sevilla mediante Rafa Mir, atento para remachar el primer un pase raso de Papu Gómez, diabólico en su revuelta tras controlar dentro del área. Excelente el pase picado con el que Acuña conectó con su compatriota.

Si la primera parte no tuvo más goles pero no fue por falta de empeño de los contendientes. Los navarros apretaban como Hacienda a final de junio, incomodando la salida de balón visitante y bombardeando a Bono desde la media distancia con Torró y Moncayola, que rozó el poste. También golpearon madera los sevillistas con un tiro raso y avieso de Delaney, tras preciosa dejada de tacón de Papu Gómez. El aficionado neutral firmaría que todo el campeonato se pareciese a estos 45 minutos inaugurales. Se conoce que Lopetegui, ayuno de centrales con los que acorazar su juego, apostó en el arranque por un juego un poquito más fluido. Una golondrina no hace primavera, pero…

El arranque de la segunda sí fue ese duelo de pedernal, Arrasate contra Lopetegui, que dictan los apellidos de los entrenadores. Tocaba pensar un ratito en no perder para decantar el resultado con los cambios, como intentó el técnico sevillista activando a un Lamela que parecía inspirada y a En-Nesyri, que cazó un centro de Navas en su primera intervención. El recurso pamplonés era hacer llover balones sobre el área de Bono y en uno de ellos encontró su premio, intervención arbitral mediante. En la antevíspera, Medina Cantalejo había advertido que en esta Liga no se pitarían, textualmente, “los penaltitos”. Y fue justo eso lo que señaló el colegiado madrileño. Le botó alta una pelota al Papu Gómez, apartó el brazo para que no le rebotase y chocó levemente su muñeca con el pecho de Moncayola que caminó cuatro pasos (uno, dos, tres y cuatro) y se derrumbó agarrándose la cara como si le hubiesen dado un martillazo. Penalti ínfimo, enano, liliputiense, microscópico que el debutante Aimar transformó por el centro de la portería.

A todo esto, restaban veintitantos minutos por disputarse. ¿Por qué se embarcó el Sevilla en ese festival del desquiciamiento tan habitual cuando el marcador no le sonríe? Protestas airadas (primera tarjeta de la temporada para Lopetegui), exageración de cada contacto, obsesión por sacar ventaja de mala conciencia del árbitro, a quien a lo peor le daba por compensar, ataque por acumulación, fricciones, pelotazos. No es obligatorio volver loco, ni necesario ni siquiera mínimamente útil, pero nadie aportó un ápice de cordura al manicomio, el mejor escenario para que no se juegue, ergo para que no se mueva el marcador desfavorable. La temporada ha tenido una salida en falso y la primera crisis asoma a la vuelta de un tropiezo el viernes que viene.

Ficha técnica: 

CA Osasuna (2): Sergio Herrera; Rubén Peña (Brasanac, minuto 62), Unai García (Manu Sánchez, minuto 79), David García, Juan Cruz; Kike Barja (Nacho Vidal, minuto 56), Lucas Torró, Moncayola, Moi Gómez; Aimar (Robert Ibáñez, minuto 80); Chimy Ávila (Kike García, minuto 81).

Sevilla FC (1): Bono; Jesús Navas, Gudelj, Rekik, Acuña; Fernando, Delaney (Rakitic, minuto 81), Papu Gómez (Iván Romero, minuto 81); Ocampos (Álex Telles, minuto 81), Tecatito (Lamela, minuto 62) y Rafa Mir (En-Nesyri, minuto 62).

Goles: 1-0, minuto 9: Chimy Ávila. 1-1, minuto 11: Rafa Mir. 2-1, minuto 74: Aimar, de penalti.

Árbitro: Del Cerro Grande, madrileño. Amarillas para David García, Unai García, Chimy Ávila, Papu Gómez, Fernando, Julen Lopetegui, Moi Gómez e Iván Romero.