De avejentado a falto de referentes
Miguel Ángel Chazarri 04/09/2024 |
Los extremos suelen ser perniciosos y el caso del Sevilla puede que sea un ejemplo más. El equipo de Nervión ha pasado de contar con una plantilla avejentada, y cara, de la que claramente había que salir, a desprenderse de todos los veteranos, más otros que terminaron contrato o fueron vendidos, y reponerlos con futbolistas que aún no se sabe bien lo que son... ¿Sirven? ¿No sirven? ¿Podrán manejar las situaciones de tensión? ¿Siente algo Iheanacho? ¿Padece Lucien Agoumé?
La pasada temporada, con toda la razón del mundo, se criticaba que el Sevilla luciera sus galones europeos en la Champions con muchos jugadores que superaban los 35 años: Navas, Ramos, Fernando, Rakitic, en ocasiones hasta el Papu Gómez... Un imposible que llevaba directamente a la eliminación en la fase de grupos. Especialmente en competición europea, contexto en el que el ritmo de juego es más alto, cantaban las deficiencias.
De aquello se ha querido aprender. Pero la limpia ha sido demasiado arriesgada. El club -ojo, el club- le marcó a Víctor Orta una política clara, basada en los fichajes de jugadores jóvenes y con capacidad para revalorizarse. Lo primero es un hecho. El más veterano que ha llegado es Saúl (29). Lo otro...
El Sevilla presentó una media ante el Girona de algo más de 24 años. Una estupenda edad, por supuesto, y en modo alguno un problema siempre y cuando haya calidad en el campo y una base fiable. Desprenderse en el mismo verano de Ramos, Acuña y Ocampos, con el goleador vendido y Navas retirándose, representa un elevado riesgo si no se construye una nueva base con futbolistas más curtidos. Peleando la categoría, no digamos con un descenso, nadie se revalorizará.
Se supone que le toca dar el paso adelante a los Badé, Saúl... Por supuesto siempre con el grandísimo Navas al frente, aunque el palaciego siempre fue más un referente en el campo que en el vestuario. Con la leyenda aparte, los jugadores de más de 30 que quedan, Gudelj y Suso, tampoco son especialmente líderes. Ni siquiera titularísimos. Es evidente que los roles se deben regenerar, pero ahora mismo esa evolución no se ve. La imagen que ofrece el Sevilla es la de un equipo bastante irreconocible hasta para el propio sevillista. Ver a Marcao portando el brazalete el pasado domingo es el claro ejemplo de ello. Sin tener incidencia en el resultado, pues al Girona le duró el partido un tiempo, dicha foto dejó a más de uno estupefacto.