Caparrós y el 'modo Colusso' en el Sánchez-Pizjuán

Miguel Ángel Chazarri 26/04/2025

Joaquín Caparrós no ha entrado con buen pie en su cuarta etapa al frente del Sevilla. Un empate y una derrota. El descenso se acerca. Peor que los números, lógicamente cada vez más preocupantes tras el 1 de 18 firmado, es la sensación de no poder ganar un partido. La sensación de que pase lo que pase, al final la tostada caerá por el lado de la mantequilla.

El botón de Caparrós se pulsó en base a lo emocional. Se trataba de tocar la mente de los futbolistas y de calmar el ambiente en la grada. La realidad indica que el Sevilla se jugará la permanencia ante el Leganés en casa el día 4 y frente a Las Palmas en Nervión en la antepenúltima jornada. Estos 6 puntos asegurarían la permanencia. Pero donde precisamente tiembla el equipo es en casa. Falta calidad y personalidad, que viene a ser lo mismo. Los jugadores, y así lo exponen internamente, se sienten atenazados en el Sánchez-Pizjuán, donde no es fácil jugar con la presión generada por los malos resultados.

El utrerano tendrá que desbloquear el 'modo Colusso', aquel menudo jugador argentino que militó en el Sevilla en la temporada 1996/97 y que reconoció que le temblaban las piernas cuando salía a jugar. No es una plantilla veterana. Las referencias en el campo son muy pobres. Con decir que Saúl ejerce el liderazgo, que da las charlas en el corro... Que Marcao ha llegado a portar el brazalete... Todo dicho.

Se supone que la grada empujará para evitar el descenso. Fuera de casa tampoco es que haga nada el equipo. También pierde, aunque sí saca partidos, o ratos, más potables. El equipo es débil y está bastante despersonalizado. He ahí uno de los graves problemas. El dato ya es sabido. El Sevilla no gana en casa desde que se retiró Navas (1-0). Los números en su feudo (20 puntos) también son de zona baja, sólo empeorados por el Getafe (19), el Alavés (19) y los tres últimos, Las Palmas (17), Leganés (19) y Valladolid (13).