Sevilla FC1-0: Ni medio despiste en Lituania
 Miguel Ángel Chazarri 09/08/2018 |
La intención era dejar el partido resuelto y no pudo ser. Jugó el Sevilla de más a menos ante el Zalgiris. Aceptable en la primera parte y bastante mal, como desconectado en la segunda. Fue cayendo en un quiero y no puedo, producto de su enorme dificultad para marcar, para sentenciar aunque sea de la nada, de un chispazo. No fue posible, ya que el grave problema de la pasada temporada aún no se ha solucionado. En ello siguen. Tampoco es que atrás diera imagen de solidez. Los lituanos fabricaron ocasiones claras. No muchas, pero sí muy claras. El sello de Machín se vio muy a cuentagotas, siendo generosos. Se mueve el entrenador con un repertorio muy limitado. Mucho más de lo que parece. Y en zonas fundamentales para su forma de entender el fútbol. Por ejemplo, en la banda izquierda, donde Arana volvió a firmar un soso partido. No digamos en el área rival. El trío de ataque de salida fue Nolito, Ben Yedder y Pejiño. Poca cosa.
Cierto es que al primer tiempo se debió llegar con más diferencia en el marcador. Se produjeron ocasiones para ello. Fueron cayendo las oportunidades poco a poco, fruto del poco nivel del Zalgiris y de las buenas combinaciones del Sevilla. Hasta Nolito estaba algo entonado. Al recuperar tan pronto la pelota, los de Machín constantemente asediaron la portería lituana. Del minuto doce al catorce, tres ocasiones claras. No obstante, poco a poco cayó el partido en una siesta. Reposó el Sevilla, quizás porque se sentía muy superior. Banega dirigió bien el juego. Aleix Vidal intervino mucho y casi siempre bien. Ben Yedder no se quedaba aislado como tantas veces, sino que bajaba y desahogaba cuando no le caía la pelota en el área. Atrás, chocó la imagen de Gnagnon, al que es de suponer habrán puesto a plan estricto. Sí, su complexión será así, no hay duda, pero si pierde varios kilos, lo agradecerá. Él y el equipo. El primer tanto llegó fruto de una falta de Banega magistral. Ir por delante, ante equipos tan inferiores, supone tres cuartas partes de la eliminatoria. Pero, hete aquí, el Zalgiris se animó y creó peligro. Se produjeron desajustes defensivos que Machín debe corregir a la voz de ya. Porque los lituanos tiraron con pistola de agua, que de lo contrario... Un fallo de Berrocal en el corte provocó un mano a mano de Ogana ante Vaclik que el portero resolvió a la perfección. Los centrales no cerraban bien. Comenzó el runrún, aunque realmente no había nada que temer. Era cuestión de que el Sevilla viera puerta.
Pero no la vio. Con el 1-0 quedó el partido, lo cual deja un aire decepcionante. Los de Machín lo intentaron, aunque fueron a menos. A bastante menos. Tuvieron dificultad para robar la pelota. Los animosos lituanos detectaron el defecto y por fases hasta la tocaron con sentido. Vaclik incluso tuvo que salir a salvar de nuevo a tiro de Antal dentro del área. La cosa se ponía fea. Por supuesto, el Sevilla no marcaba. El grave problema brotó en todo su esplendor. No hay gol. O hay poco. Con Ben Yedder desdibujado, las opciones de reducen a Sarabia, que salió en la recta final. No miren a Muriel, que sí, lo intentó, pero sus acciones fueron quedando neutralizadas a medida que se acercaba a la portería contraria. Como lo tuvo que ver Machín para intentar meter en la dinámica a Ganso, apartado como si hubiera cometido sacrilegio contra alguien del santoral sevillista. Tampoco hizo la luz el brasileño. Con el partido enredado y el Zalguiris pidiendo la hora, el 1-0 debe valer, pero... Un golito más, sólo hacía falta un golito más.
Ficha técnica:
1 - Sevilla: Vaclik; Aleix Vidal, Berrocal, Gnagnon, Carriço, Arana; Nolito (Sarabia, m.74), Éver Banega (Ganso, m.74), Amadou, Pejiño (Muriel, m.59); y Ben Yedder.
0 - Zalgiris: Bartkus; Baravykas, Mbodj, Tomic, Slijngard; Mikoliunas (Nyuiadzi, m.74), Manzorro (Simkus, m.77), Blagojevic, Simkovic; Antal (Filipov, m.89); y Ogana.
Gol: 1-0, M.34: Éver Banega.
Árbitro: Bojan Pandzic (Suecia). Amonestó a los visitantes Mbodj (m.59) y Simkovic (m.63).
Incidencias: Partido de ida de la tercera eliminatoria previa a la fase de grupos de la Liga Europa, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo más de 26.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por Monolito Pérez, quien fuera masajista y utillero del Sevilla durante cuatro décadas y que falleció este jueves a los 94 años.