La razón por la que no se apostó fuerte por Borja Iglesias

Paco Cepeda 22/10/2018

Es fútbol ficción, porque no ha pasado, pero resulta interesante relatar ahora a posteriori una semana del pasado verano en el que el Sevilla se planteó seriamente el fichaje de Borja Iglesias, para ser uno de los delanteros del Sevilla de Machín. Era fácil, o no tanto, era cuestión de poner los diez millones de euros de su claúsula, cantidad que recibiría el Celta de Vigo, tras su cesión exitosa en el Zaragoza. 

Se planteó su fichaje porque cuando se preguntó por Maxi Gómez pedían 40 millones y alguien en la dirección deportiva del Sevilla dijo que el punta cedido en el Zaragoza (22 goles y seis asistencias en año pasado) era igual o mejor. Y se sopesó, porque los diez millones es en este fútbol una cantidad casi menor. Pero pasó que alguien también señaló que si se apostaba por un goleador de Segunda y de Segunda B (más de 30 goles en el filial del Celta) se le mandaba un mensaje muy negativo a la cantera, especialmente a Carlos Fernández y Marc Gual, como delanteros que están en la órbita del Sevilla para dar el salto.

Efectivamente, aunque diez millones siguen siendo diez millones, el paso no se dio más por lo de la cantera que por el precio del jugador. Al final apostó el Espanyol y hoy Borja Iglesias (25 años, 4 goles y 2 asistencias en 9 partidos) está cuajando en Primera división porque aseguran que los goleadores acusan menos que otros jugadores los saltos de categoría.