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Operación salida: un hueso duro, y caro, para Monchi

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
21/08/2019

A menos de dos semanas para que se cierre el mercado estival, Monchi tiene todavía tarea por delante. Y no nos referimos únicamente a completar un plantel al que al menos le faltan dos piezas. Nos referimos concretamente a la necesidad de colocar a los futbolistas que no entran en los planes de Julen Lopetegui: Sergi Gómez, Arana, Kjaer, Gnagnon… Incluso Sergio Rico. Profesionales que el Sevilla FC sigue sin poder ubicar en otros destinos a estas alturas de la película. Salvo el caso del arquero formado en la cantera blanca, hablamos de jugadores que en su momento costaron un buen dinero: Gnagnon, casi 14 millones de euros; Sergi Gómez, 4,5; el brasileño Arana, 9 por el 80 por ciento del pase. El central danés, 13 millones. Sin duda, cantidades que el cuadro nervionense no podrá recuperar en el caso de colocar a unos futbolistas que nunca han estado al nivel que se demanda en un club tan exigente. Sin olvidar, por supuesto, que todos los anteriores ganan un sueldo que no invita precisamente a cambiar de aires.

Es verdad que han surgido propuestas, pero por montantes que no satisfacían ni al club ni a los propios interesados. Ofertas muy a la baja que fueron desechadas a las primeras de cambio. En las últimas horas, equipos como el Granada o el Real Valladolid han preguntado por alguno de ellos. El cuadro pucelano, por Arana, pero para concretar una cesión sin opción a compra. Posibilidad que al Sevilla FC parece no atraer demasiado. El Sevilla tiene asumido que perderá dinero, pero es que no le queda otra.

Llegado septiembre, si alguno de los descartes no encuentra acomodo, es lógico pensar que alguno tendrá que ver casi la totalidad de la primera vuelta en la grada. De momento, todos tienen dorsal, si bien apenas hay una ficha libre tras la marcha de Corchia al RCD Espanyol. Si vienen los que presumiblemente tienen que llegar todavía y se le hace ficha profesional a Pozo, no hay más remedio que dejar números libres para que quepan en el vestuario nervionense.