0-0: Enorme en la casa de un grande (otra vez)

Lucas Haurie 20/10/2020

Puntazo y partidazo para empezar la Liga de Campeones y algo mucho mejor que eso: el Sevilla terminó sacando un par de saques de esquina en el campo del Chelsea después de sobar la pelota durante más de tres minutos impidiendo que Frank Lampard hiciese dos cambios que había previsto. Eso se llama poderío, queridos lectores, el que atesora un grupo que en dos meses ha ganado su sexta Europa League al paso de la oca y ha llevado hasta una prórroga agónica al todopoderoso Bayern de Múnich. El empate en Stamford Bridge es importante en el plano contable, desde luego, pero puede que lo sea mucho más por el prestigio que dimanan las últimas apariciones internacionales de los sevillistas.

Julen Lopetegui, que no se termina de sacudir la pelusilla cobardona en según qué partidos, alineó a Gudelj en el doble pivote con Fernando. En esta ocasión, sin embargo, el exceso de prudencia era sólo aparente pues el Sevilla dominó una primera media hora en la que el Chelsea sólo compareció por las mediaciones de Bono con una carrera de Werner que tapó bien Sergi Gómez, lesionado poco después. El centrocampista serbio, de hecho, estuvo a punto de adelantar a los suyos en un cabezazo que desvió Zouma y salvó Mendy (Kepa no jugó, por desgracia). Su partido fue colosal, una exhibición de energía e inteligencia táctica.

La salida del central catalán, a quien suplió su paisano Joan Jordán, no modificó el dibujo de un once que se plantó con Fernando –que todo lo hace bien– como pareja de Diego Carlos y siguió generando peligro antes del descanso, con Suso, tras jugadón de Acuña que hizo la pared con el banderín de córner, y con Ocampos, cuyo tiro fue a morir a las manos del portero.

A la vuelta de vestuarios comparecieron los ingleses más hambrientos, como aguijoneados por 45 minutos de sufrimiento inesperado. Bono, que hasta entonces había intervenido sólo en alguna meritoria acción con el pie, hubo de emplearse para detener los remates sucesivos de Zouma, Werner -un tiro raso de lo más dañino- y Chilwell. La réplica de Lopetegui fue quitar a su protegido, el casi siempre desdibujado Suso, para que Ocampos y Navas se asociasen al fin en la derecha, lo que se constituyó una amenaza a la que el Chelsea se agarró como excusa para firmar las tablas. O, al menos, para no irse tan alegremente al área sevillista.

Se echó de menos más mordiente ofensiva en un tramo final en el que el campo parecía inclinado hacia Mendy, que no tuvo otro trabajo que rezar para que se marchase alto el empalme de Joan Jordán, en estrategia fabulosamente ejecutada por Rakitic. Tuvo vergüenza torera el croata, tal vez ayudado por el gran trabajo de Gudelj, y estuvo más presente que en otros partidos pero sigue sin ser el “factor X” por el que se le paga un dineral. Hay que seguir esperando igual que se esperó toda la temporada pasada, hasta los estertores de agosto, a que los arietes resolviesen con sus goles partidos atascados. Porque, sí, sigue faltando un atacante bueno. Uno bueno de verdad.

Ficha técnica:

Chelsea FC (0): Mendy, James, Thiago Silva, Zouma, Chilwell, Kanté, Jorginho (Kovacic, minuto 64), Pulisic (Odoi, minuto 90), Havertz, Mount (Ziyech, minuto 62) y Timo Werner (Abraham, minuto 90).

Sevilla FC (0): Bono, Jesús Navas, Diego Carlos, Sergi Gómez (Joan Jordán, minuto 32), Marcos Acuña, Rakitic (‘Mudo’ Vázquez, minuto 79), Gudelj, Fernando, Suso (Óliver Torres, minuto 57), Ocampos y De Jong (En-Nesyri, minuto 79).

Árbitro: Davide Massa, italiano. Amarillas para Jorginho, Mount, Marcos Acuña, Chiwell y Joan Jordán.