Mendilibar, haciendo futbolista a Bryan Gil

Miguel Ángel Chazarri 23/11/2020

Bryan Gil se marchó el pasado verano del Sevilla en vista de las pocas oportunidades que iba a tener. A su edad (19 años), estar parado es letal. Cuando se cerró su cesión al Eibar, una palabra saltó como un resorte a la mente de todos los sevillistas: Mendilibar. Se intuía que el competente técnico vasco iba a ser buena cosa para la carrera del jugador de Barbate, muy destacado en el fútbol de selecciones inferiores y muy por hacer para la élite. La mili de Bryan en el País Vasco comienza a surtir efecto. Ante el Getafe, fue el mejor de los suyos con diferencia. Los soldados de Bordalás lo tuvieron que coser a patadas. Creó peligro por dentro y por fuera. Amagó con regates, puso la directa... Un continuo quebradero de cabeza. Poco dado a los elogios al rival, hasta el propio Bordalás reconoció que el mejor del encuentro había sido Bryan. Su compañero, Rober Correa, se preguntó tras el choque ante las cámaras de Movistar cómo el Sevilla había permitido la salida de ese diablillo.

En el Eibar se va haciendo importante (6 encuentros/383 minutos de juego acumulados). Su impacto en los partidos cada vez es mayor, teniendo en cuenta que no abundan los regateadores. Justo cuando el Sevila va descubriendo a otro de tal especie (Idrissi), Bryan se va doctorando. El chaval tiene contrato en el Sevilla hasta 2023, tiempo suficiente para que madure y en un futuro pueda enfundarse con asiduidad la camiseta del Sevilla, si es que recibe confianza desde el banquillo. Ya hay quien ve a Bryan como el próximo Cururella o incluso el próximo Silva. Palabras mayores, más en el segundo caso que en el primero. En cualquier caso, lo mejor que se puede decir es que todo el mundo está a gusto con Bryan en Eibar, que el chaval se ha acoplado bien a su equipo y que lo dirige un entrenador ideal para hacerlo crecer.