La idiotez del "partido a partido"

Javier González-Cotta 26/02/2021

Somos parciales, subjetivos y emocionales. A menudo la razón nos resulta un estorbo. Pascal, filósofo y lúcido matemático, buscó a Dios en el corazón del hombre y desdeñó la razón para ir a su encuentro. Decimos esto porque siempre nos ha gustado la enigmática frase del gran Vujadin Boskov: "Fútbol es fútbol". En su aparente vacuidad se halla el arcano de este deporte. En el fútbol nunca se sabe. Normalmente el talento, el peso del escudo y la chequera se imponen en el resultado final. Pero a veces el azar y lo impredecible hacen que el fútbol sea tornadizo y morbosamente caprichoso como la ruleta rusa. "Fútbol es fútbol" es la frase que lo contiene todo. Por el contrario, la odiosa frase del "Partido a partido" del Cholo Simeone nos parece una engañifa. La prensa mediática de la Villa y Corte ha hecho suya esta máxima de tres al cuarto. Se repite como un mantra, como si fuera un logro discursivo entre la espontaneidad y la filosofía prudente. El arte de la prudencia fue una de las grandes virtudes de los clásicos. Pero el "Partido a partido" de Simeone no es más que una memez elevada a la categoría de chispa filosofal. No nos gustan ni el Cholo ni el cholismo. Hemos dicho más de una vez por aquí que detestamos la marca simpática que quieren vendernos del Atlético de Madrid en los Telediarios y alrededores. Nunca olvidaremos que el Vicente Calderón siempre fue el estadio más desagradable que pudimos conocer. Por eso nos revienta que cada dos por tres en los foros futboleros –o incluso en foros de todo tipo– haya alguien que recite el "Partido a partido" como ingeniosa metáfora para la existencia. Lo hemos escuchado en boca de actores, epidemiólogos, politicastros, tertulianos del 'Sálvame' y deportistas en general.

Decimos esto porque se avienen dos partidos cruciales contra el FC Indepe en Liga y luego en Copa. Hemos vuelto a escuchar el "Partido a partido", pero en versión hispalense, y nos han venido a visitar los demonios. Habrá que ver lo que dará de sí un partido y luego el otro. Marcarán el probable sino de la temporada (Borussia aparte). La Liga huele a posibilidad lejana, pero a posibilidad o, al menos, se vislumbra como hipótesis de ilusión. Y la final de Copa titila en el horizonte como la palmera del oasis en el tórrido desierto. Los partidos contra el FC Indepe hay que jugarlos uno tras otro, evidentemente. Estamos nerviosos, quizá morbosamente atraídos por la incertidumbre. Pero, por favor, que nadie en el SFC y alrededores apele al "Partido a partido", que es, como queda dicho, una idiotez que ha hecho fortuna, lógicamente, entre idiotas. Repetimos: somos parciales, subjetivos y emocionales. Pongámonos ya la vacuna contra el cholismo.