Contra los grandes, el escalón que todavía se resiste

A toro pasado es sencillo hablar, pero lo sucedido ante el Barça demuestra que al Sevilla FC todavía le falta un trecho para codearse de verdad con los más grandes del balompié nacional. Basta recordar los nombres de los equipos que han derrotado a los de Julen Lopetegui desde el pasado mes de diciembre.

El Chelsea (0-4), el Real Madrid (0-1), el Atlético de Madrid (2-0), el Borussia de Dortmund (2-3) y hace unas horas el FC Barcelona (0-2). Cinco derrotas, cuatro en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, que lo dicen todo del verdadero nivel de un equipo al que no se le puede negar su gran temporada y que, ojo, se encuentra a noventa minutos de alcanzar una nueva final con una renta holgada de 2-0. Quizás lo más llamativo no sean las derrotas en sí, entendibles por el enorme potencial de estos clubes y por la superioridad en todos los parámetros con respecto al Sevilla, sino la placidez con la que, en líneas generales, se movieron por la pradera de Nervión.

Tal circunstancia no es nueva para el cuadro blanco. Los grandes se le resisten especialmente por la calidad de estos equipos y porque el Sevilla suele jugar con bastantes complejos ante ellos, como ocurrió este sábado, cita en la que los de Lopetegui no tiraron ni una sola vez a puerta con peligro. Basta con repasar los números en los feudos del Real Madrid, el FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Athletic de Bilbao y el Valencia. A los dos últimos les ha derrotado en los últimos meses en el Nuevo San Mamés y en Mestalla, pero hay que viajar bastante para recordar alegrías ligueras en el Santiago Bernabéu (con Manolo Jiménez en el banquillo nervionense), en el Nou Camp (a comienzos de siglo) o en el Metropolitano, campo inédito todavía en Liga para el Sevilla FC. Lógicamente, la cita del miércoles ante el cuadro culé es la mejor oportunidad para dar el paso adelante, pues clasificarse para una final dejando en el camino al Barça es un objetivo mayúsculo.

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