0-1: El acelerón infinito

Lucas Haurie 21/04/2021

El Atlético tiene a Luis Suárez, el Real Madrid se encomienda a Benzema, el Barcelona confía en Messi y en el Sevilla, Youssef En-Nesyri marca goles como churros para seguir soñando con que los colosos fallen y vivamos un mes de mayo, como poco, divertido. Marcó el fecí el tanto de la victoria el domingo e hizo el “gol-partita” el miércoles en el campo del Levante en uno de esos partidos que definen cualquier objetivo: sin jugar del todo bien frente a un rival que no es del todo asequible, se embolsaron los sevillistas tres puntos que extienden su racha ganadora hasta la frontera de la gesta. A ver qué sorpresita ayuda esta jornada.

No hay dos partidos iguales, no puede haberlos, igual que el río que pasa bajo el puente hoy es distinto al que transcurría ayer. Los mismos once futbolistas que se exhibieron durante 45 minutos en San Sebastián fueron alineados en Valencia por Julen Lopetegui sólo tres días después y, aunque seguían reconocibles muchas de las acrisoladas virtudes de este Sevilla, la impresión fue por completo distinta. Sólo un chispazo, pase raso de Navas a Jordán y disparo del catalán que moría en el larguero tras toque providencial del portero, mostró al equipo arrollador del domingo, a esa máquina irresistible y vistosa que se permitía, humildemente, presentarse como alternativa al título.

Tiene diez fijos el Sevilla en su alineación de gala, donde apenas rota el acompañante de Fernando y Joan Jordán en el centro del campo. Por segunda jornada consecutiva, eligió Lopetegui al Papu Gómez, un futbolista preñado de talento que le pone riesgo al fútbol a veces demasiado controlado de su equipo. Tuvo varias posesiones prometedoras el argentino en la primera mitad, balones en ventaja que deberían haber propiciado una ocasión y que terminaron en las botas de Pier o Malsa, los dos perros de presa a quienes Paco López había encomendado la interrupción de los ataques del rival.

Sería uno de esos partidos que se resolvería en un detalle, a lo peor contra el curso de un juego que dominaban los sevillistas ante un Levante que apenas amenazaba con las carreras de De Frutos. Ahí apareció Suso al principio del segundo periodo donde había aparecido en algunas ocasiones –dos minutos antes, muy concretamente– el mencionado Papu Gómez. Hizo el gaditano lo que no le salió al argentino, esto es, conectar con el desmarque en ruptura de En-Nesyri, que definió como un crack: dribló al portero, recortó al defensa hasta estamparlo contra el palo y alojó la pelota en la malla a placer, casi como un torerísimo pase del desprecio. ¿Cuánto vale este delantero?

El gol dio paso a otro partido completamente distinto, uno de esos cantos al feísmo y al defender-con-el-balón que receta Lopetegui para desesperación de propios y extraños, o vale decir para delectación de propios y dolor de extraños porque consiguió el vasco que el Levante regresase a la caseta sin haber rematado sobre la portería de Bono y con apenas un par de barullos que lo esperanzaron con algún rebote que, tal vez y con mucha suerte, le habría propiciado una ocasión. Otra lección de fútbol cloroformo del Sevilla, un ¿aspirante? capaz de ganar mediante varios registros distintos. Hace mucho que agotamos los epítetos admirativos, en verdad. 

Ficha técnica:

Levante UD (0): Cárdenas, Son, Vezo, Rober Pier (Sergio León, minuto 72), Duarte, Toño, Malsa, Melero (Rochina, minuto 58), Bardhi (Morales, minuto 58), De Frutos (Doukouré, minuto 72) y Dani Gómez (Roger, minuto 85).

Sevilla FC (1): Bono, Jesús Navas, Koundé (Gudelj, minuto 86), Diego Carlos, Marcos Acuña, Fernando, Joan Jordán, ‘Papu’ Gómez (Óscar, minuto 86), Suso (Rakitic, minuto 74), Ocampos (Munir, minuto 88) y En-Nesyri (De Jong, minuto 86).

Goles: 0-1, minuto 57: En-Nesyri.

Árbitro: Pizarro Gómez (madrileño). Amarillas para Bardhi, Melero, Marcos Acuña, Doukouré, Rochina y Pablo Sanz (segundo de Lopetegui).