Objetivo Valdebebas

Javier González-Cotta 22/04/2021

El ruido está ahí afuera. Mientras tanto, el SFC va ganando sus partidos silenciosamente. Sabemos que no vamos a ganar la Liga, aunque las matemáticas digan lo contrario. Pero a lo tonto, haciéndonos el tonto (valga la redundancia), ahí vamos, como quien se deja querer por pudor. Hemos escuchado decir al bien amado Florentino Pérez que el SFC está realizando “una magnífica temporada” este año. Lo dijo en la  SER o no SER en horario nocturno, lo cual contribuyó a que conciliáramos un sueño parecido al de un bebé, de continuo y sin molestia alguna. Estamos muy agradecidos a Florentino Pérez Rodríguez. Hemos soñado de hecho con ser parte de uno de los cinco invitados a su Superliga. Le estamos muy agradecidos por querer que se nos invite a este elenco de invitados a su opíparo banquete. No lo ha dicho formalmente, pero se presupone que con el currículum que el SFC lleva desde 2006 en adelante es posible que el Mesías y Mecenas Florentino Pérez crea que somos dignos de formar parte de su exclusivísima Superliga.

En mis 51 años, servidor confiesa que pocas veces como esta el Real de Madrid nos ha soliviantado tanto como en la presente ocasión. Estamos educados en los robos históricos del Real de Madrid . Muchas, muchísimas veces, el Real de Madrid nos ha ganado con autoridad, sin necesidad de ayudas arbitrales. Nos lo hemos merecido por amedrentamiento o por, simplemente, no saber competir. A menudo hemos sentido frustración. Sabemos de nuestras miserias. No hace falta que nadie nos recuerde las veces que hemos perdido con justicia contra el enemigo sentimental. Pero, dicho lo presente, ocurre no obstante que no existe un equipo en el mundo que nos haga despertar las vísceras, malearlas y contaminarlas como el Real de Madrid. El fútbol es nostalgia, ensoñación y pasión (y, por supuestísimo, dinero y negocio obsceno). Pero hasta aquí hemos llegado.

El SFC, decíamos, no va a ganar la Liga, aunque estemos a tres o seis puntos del podio. La justicia, sea poética o no, nunca existe del todo. Por eso el SFC no ganará la Liga, aunque la merezca por limpieza y por ética respecto a los llamados tres grandes de nuestra Liga (quiere decirse las tres pesadillas). Sea como sea, ahí estamos, silenciosos y acechantes. Hemos dicho aquí varias veces a cara destapada que nos causan enojo y malestar el Atlético de Madrid y el FC Barcelona o FC Indepe. Dentro de dos jornadas jugaremos con el Real de Madrid de Florentino Pérez Rodríguez. Créanme, no habrá mayor deleite dentro de unos días que ganar en aquel descampado con ínfulas –de nombre Valdebebas– y contribuir a que el equipo de nuestros amores no gane la Liga. La tragedia será que empujaremos a que la gane el Atlético de Madrid o el FC Indepe. Deberíamos representar esta tragedia griega en el teatro de Epidauro, en el Peloponeso. Si hay que morir del soponcio, que así sea y que Zeus nos acoja en el Olimpo de los desgraciados.