muchodeporte.com Sevilla FC

Fútbol y fraternidad cervecera

Javier González-Cotta
Javier González-Cotta
05/08/2021

Hoy, para alborozo de las barrigas, se celebra el Día Internacional de la Cerveza. Habría que unirse a la fiesta evocando a los antiguos vikingos. Los rubicundos con cuernos creían que tras la muerte les esperaba el paraíso con una cabra gigantesca que les suministraría cerveza eternamente. La sabiduría de la Magna Grecia se queda en pañales comparada con el acervo cultural de estos vikingos venidos del septentrión.

Nos apetece hoy beber cerveza a gollete y brindar por tanto festolín. Porque, festividad espumosa y dorada aparte, la otra fiesta nos ha llegado a través del druida Javier Tebas y de la LFP. De ahí el maná de dinero fresco que llegará en pleno desierto de la Tebaida: el fondo de inversión internacional CVC. ¿Alguien había oído hablar de estos samaritanos del dinero? Es lo de menos. Lo importante es que, a cambio de un 11% del negocio de la propia LFP, llegará esta inyección de liquidez al marasmo del fútbol español. Como siempre habrá que ver la letra pequeña del trato. Pero, por ahora, incautos y profanos en trueques de alta finanza deberíamos brindar entre tanta fiesta líquida. Dinero líquido para el fútbol y mucho líquido tostado vía tanques de cerveza. Ya puestos, gozando de la dulce ebriedad, brindaremos por Tebas y, de paso, por San Arnoldo de Saussons, patrono de los cerveceros y fundador en el siglo XI de la abadía de Sant Peter en Oudenburg, en Flandes, donde se fabricó cerveza con agua hervida como salutífero brebaje contra las enfermedades. Del siglo XI al XXI, la abadía de Dios es hoy un bar con plasma y fútbol donde tomar cervezas y decir tonterías a la cuarta o la quinta ingesta. Choquemos, pues, nuestros tanques de cerveza y brindemos por Javier Tebas, por San Arnoldo y, ¡quién lo diría!, por Pedro Sánchez (lo haremos como se votaba a la Democracia Cristiana italiana del gran Giulio Andreotti: tapándonos la nariz). El gobierno permitirá que los estadios de fútbol acojan un 40% del aforo al menos hasta el 29 de agosto. Todo parece, pues, un sueño ebrio. Volvemos a Nervión. No importa que sea con bozal, aunque estemos a cielo abierto. 

Por todo ello, que la fiesta continúe. Que lo haga como en aquel After Hour que uno descubrió una noche –¿o era ya de día?– en la plaza dura cercana a la estación de Santa Justa y que en tiempos, al parecer, solía peinar aquel penitente de La Sagrada Mortaja llamado Diego Armando Maradona. Bebamos, bebamos cerveza. Es nuestro día internacional. Apartemos la espuma de la quinta ola del covid y disfrutemos de la espuma de dinero líquido que llega con San Tebas el milagrero. Fichajes espumosos caerán por fin. ¿O no? Por ahora la venta de Koundé se alarga más que un toque de guitarra del tedioso Carlos Santana. Tendrá que irse toda la estatuaria de los inservibles (los Gnagnon, Rony Lopes o Amadou, más el nativo Pozo, el serbio Gudelj, el amortizado De Jong e Idrissi, el sosias del actor John Turturro). Con dinero líquido y con líquida cerveza esperaremos, ebrios y contentos, a que llegue no un delantero, sino ‘el’ delantero, como en los tiempos de Luis Cuervas (q.e.p.d.). Don Luis era más de beber güisqui que cerveza. Pero San Arnoldo lo tiene por colega desde hace ya tiempo.