Dulce regresión

Javier González-Cotta 20/08/2021

Como preámbulo de la segunda jornada de Liga, nos llegan tres noticias relacionadas con el balón y el mundo de ayer. 1) Panini celebra su 50 aniversario con una edición especial del álbum para la Liga 2021/2022. 2) El Papa Francisco se entretiene jugando al futbolín. 3) El Ayuntamiento de Sevilla ha modificado la ordenanza que prohibía a los niños jugar al fútbol en la Plaza de San Lorenzo. Por todo ello, el aficionado irredento, detractor del fútbol moderno, se siente bendito y agraciado con este baño de dulce regresión.

Vayamos por partes. Respecto a 1), los cromos Panini recuerdan en su dorado aniversario a todos los equipos que fueron partícipes de la Liga española desde la temporada 1971-1972. Equipos como el Burgos, el Murcia, el Hércules o la UD Salamanca son homenajeados para la ocasión. La memoria es una extraña plasta, mitad tejido adiposo y mitad postilla. 

No sabemos por qué demonios recuerda uno en los viejos cromos de infancia a unos jugadores y a otros no. Pero lo cierto es que la memoria nos hace recordar con siniestro placer algunos futbolistas que deberían ocupar la orla del olvido. El nombre de Pepe Juan (UD Las Palmas), el de Juan Baena (Hércules) o el de Del Cura (Celta de Vigo), son sólo algunos de estos nombres que el paso del tiempo no ha conseguido fumigar. Por todo ello, Panini viene a ser el álbum del coleccionista añorante; pero refleja también, en nuestro caso, el fantasmal triunfo de la retentiva a través del fútbol.

Respecto a 2), hemos visto al Papa Francisco jugando al futbolín en el aula Pablo VI en un gesto maravillosamente retrógrado. En una audiencia privada a unos peregrinos lo invitaron a jugar a un futbolín adaptado a personas discapacitadas. Somos más de Benedicto XVI desde que luciera sus rojos zapatitos. Pero el Papa Francisco es de los nuestros, es hincha del San Lorenzo de Almagro y nos representa a todos en esta bella estampa del futbolín. Dado el papal contexto, la Playstation, en comparación, nos parece un invento satánico, lo cual no deja de ser irónico, a sabiendas de que el diablo habita entre muros y estancias del Vaticano.

Respecto a 3), la ordenanza municipal que prohibía a los niños jugar al fútbol en la Plaza de San Lorenzo de Sevilla ha sido modificado parcialmente (que no totalmente). Lo que se prohíbe ahora no es jugar al fútbol, sino el uso de balones de reglamento para evitar perjuicios a base de balonazos sobre fachadas, veladores, retablos y estatuas. La ordenanza nos sigue pareciendo un dislate, aunque haya quedado atenuada con la supuesta permisividad que traerá el uso de pelotas de plástico (contaminante) o balones hinchables y playeros de antaño, tipo publicidad de Nivea o de Peusek.

Con estos mimbres dulcemente regresivos se presenta, pues, la segunda jornada de la LaLiga. Coincide la nueva comparecencia del SFC en plena combustión de fichajes. En parte nos distrae de la martingala sobre Afganistán de la que, salvo contadísimas excepciones, participan los ignaros, los pasteleros del apocalipsis y los ubicuos sabelotodo. 

Coincidimos con los compañeros que advierten de la adulteración de la competición en estos primeros partidos donde se juegan aritméticamente los mismos puntos trascendentales que estarían en juego al final del campeonato. Hasta el 31 de agosto las plantillas seguirán rocambolescamente abiertas y el urgente cambalache de necesidades hará que los equipos no muestren su auténtica faz hasta casi finales de septiembre con el rodamiento de las nuevas piezas. Siendo cierto, es preferible atender al gran bazar de los fichajes que sentir vergüenza ajena de los 'afganólogos', como los llama Eduardo Jordá en la prensa amiga.