0-0: El invicto que no gana

Lucas Haurie 20/10/2021

Buen juego en la primera parte, muchas precauciones –lógico– en la segunda, resultado aceptable… El Sevilla no ha comprometido con su primera vuelta sin vencer e invicto su clasificación para los octavos de la Champions, pero este 0-0 en Lille sí le aleja mucho la primera plaza, asequible visto el grupo, y lo deja sin comodines: si no gana alguno de los dos próximos partidos en casa, saltarán todas las alarmas. Muchos se preguntarán por qué dio la impresión de que Julen Lopetegui empeoró a su equipo con los cambios o, por no hacer una crítica ad hominem, por qué la segunda mitad no fue una continuación de la primera. Este cronista también se lo pregunta, aunque su alma conservadora lo impulsa más a celebrar el puntito como puntazo. Tendrá que hablar el Sánchez-Pizjuán en la cuarta y quinta jornadas.

Contra lo que ha sido el curso reciente de los acontecimientos, y para pasmo de una crítica que comenzaba a acercarse a la unanimidad, el Sevilla no sesteó durante la primera mitad. Al contrario, los de Julen Lopetegui depararon cuarenta y cinco minutos más que decentes, plagados de intenciones ofensivas, en los que además persistieron en su buena costumbre de no conceder apenas ocasiones al rival. Apenas una deficiente entrega de Acuña que interceptó Renato plantándose solo ante Bono y salvó el portero marroquí con la solvencia que suele. El fiable lateral de Neuquén le daba un susto morrocotudo a su equipo, en demostración de que el mejor escribano echa un borrón. O unos cuantos.

A Grbic lo inquietaron mucho más, en cualquier caso. Rafa Mir más que nadie, pues robó un balón en una mala salida del Lille y hubo de salvar Djalo bajo los palos. Pero, por insistencia, los mejores visitantes fueron Suso y Ocampos, cada uno en su estilo, que merodearon el gol en bastantes ocasiones. Ese rato de buen fútbol sin reflejo en el marcador al descanso puede que valga para poco, de acuerdo, pero reconcilia a un equipo con su gente. Que buena falta hacía, como necesitaban los dos nombrados reivindicarse con una buena prestación, por más que el gaditano echase una aceptable media hora en Vigo. Los equipos mejoran a medida que mejoran sus elementos desequilibrantes, no hay otra.

Sea como fuere, y pese a las buenas sensaciones –Delaney e incluso Óliver mejoraban a los habituales acompañantes de Fernando–, el marcador virgen era el mismo de las tardes de bostezo, ese cero-a-cero de todos los miedos a medida que avanza el segundo periodo. El partido se fue enrareciendo, en el sentido de tornarse extraño, con las lesiones de Rekik y Acuña, que obligaron a Lopetegui a gastar cambios para componer una defensa de circunstancias, con Fernando asociado a Diego Carlos y la incógnita Augustinsson en el costado izquierdo. También salió el Papu Gómez para no mejorar a Óliver Torres. En la última tanda de sustituciones, se fueron los hombres peligrosos para que entrasen Rakitic y su baja forma, Lamela y su mandanga y… sobre todas las cosas, un olor a conformarse con el empate que tiraba de espaldas, como si el banquillo sevillista fuese consciente de que las fuerzas escaseaban.

Gourvennec lo detectó e hizo cambios ofensivos y la grada, de una flema operística hasta entonces, comenzó a rugir para espolear a los dogos, pues ése es el fiero apodo que luce el campeón francés. Paradojas de la vida, aunque el Lille colgó un par de balones que persiguió con mala uva el avieso Yilmaz, la oportunidad más clara se le presentó en el minuto 90 al Sevilla en forma de falta en posición ideal para un lanzador diestro, en ambos sentidos del término, como Joan Jordán, como el Papu Gómez o como un día lo fue Rakitic... que el croata estrelló lastimosamente contra la barrera. Sic transit.

Ficha técnica:

Lille OSC (0): Gbric; Zaki Çelik, Tiago Djaló, Fonte, Reinildo; Onana (Xeka, minuto 70), André, David (Weah, minuto 82), Bamba; Renato Sanches (Ikoné, minuto 70) y Burak Yilmaz.

Sevilla FC (0): Bono; Jesús Navas, Rekik (Joan Jordán, minuto 56), Diego Carlos, Acuña (Augustisson, minuto 64); Fernando, Óliver Torres (Pau Gómez, minuto 64), Delaney; Suso (Rakitic, minuto 74), Ocampos (Lamela, minuto 74) y Rafa Mir.

Árbitro: Michael Oliver, inglés. Amarillas para Zaki Çelik, Ikoné, Lamela, André y Burak Yilmaz.

Imagen: medios oficiales SFC