Rayo Vallecano | vs | Sevilla FC |
0 | 1 |
Qué fútbol hace el Sevilla, qué mediodía de espanto ofreció a sus aficionados. Qué repertorio de defectos... Muchos nacen de una plantilla sobrevalorada una temporada más. Otros los pone en escena un entrenador cuya dirección de partido en Vallecas, que no San Siro, fue un monumento a la pequeñez. Tras más de un año en el cargo, a Emery se le conoce de sobra. Es rabanito. Habla de un fútbol ofensivo e intenso, pero a la que puede tira para atrás que asusta. No tiene el menor problema en encerrar al equipo en el campo del Elche, Málaga o Rayo Vallecano. Estos son los técnicos más peligrosos, los que van de una cosa y luego hacen la contraria. Siempre quedan muy mal porque al final el campo los desnuda.
La primera parte fue para llorar. Otro monumento a la nada. Otro pasar los minutos sin que ocurriera algo de provecho. Una primera parte sesuda, de ésas que gustan a los entrenadores mediocres, a los técnicos que se ponen de los nervios cuando el fútbol entra en su fase más lógica: el riesgo. Si malo es el Rayo, algo esperado, menos ofrecía el Sevilla. No pasó del centro del campo, se limitó a verlas venir y el balance fue un tirito de Rakitic y poco más. Equilibrios aparte (en ningún momento se vio el partido controlado, que ésa es otra) con Carriço e Iborra no se puede generar fútbol alguno. Todo fue una sucesión de pases imprecisos. El descanso cayó como un regalo del cielo.
Lo bueno es que la segunda parte asomó bajo la esperanzadora probabilidad de que peor, imposible. Y sí, un poco mejor sí que estuvo el Sevilla. Sólo un poco, quede claro. El plan fue aprovechar uno de los cientos de lanzamientos de falta. Rakitic la puso y Coke remató perfectamente. Bien está que la estrategia sea un recurso, pero no debe ser la única virtud que alumbre. Ahora mismo, no hay más. A partir de ahí, el Rayo se estiró y metió en problemas al Sevilla, sobre todo con los intentos de Lass. Se conservó el triunfo porque hasta jugando tan mal es posible ganar a un rival de medio pelo. Cualquier virtud que se extraiga de este triunfo fuera del balón parado es una completa mentira. Con Caparrós o con quien sea, en el futuro urge un poco de grandeza en el juego como camino más fiable hacia la victoria. Se necesita, por ejemplo, no terminar aculado de mala manera en Vallecas con ocho defensas en el campo: Coke, Pareja, Fazio, Fernando Navarro, Diogo, Alberto Moreno, Carriço e Iborra hasta su expulsión. Tremendo.
Rayo Vallecano (0): Rubén; Tito, Zé Castro, Saúl, Razvan Rat (Longo, m.67); Baena (Adrián, m.56), Trashorras; Lass, Viera, Iago Falque; y Bueno (Larrivey, m.56),
Sevilla FC (1): Beto; Coke, Pareja, Fazio, Fernando Navarro; Carriço, Iborra; Jairo (Diogo Figueiras, m.72), Rakitic (Trochowski, m.92), Alberto; y Bacca (Gameiro, m.78).
Árbitro: Delgado Ferreiro, vasco. Expulsó por doble amarilla a Iborra (m.82). Amonestó a los locales Iago Falque y Saúl; y al visitante Fazio.
Gol: 0-1, m.57: Coke.
Notable
Ante el Rayo, siempre estuvo en su sitio. Está haciendo una buena temporada.
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