Sevilla FC	vs	Alavés
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Ficha técnica · El Mejor

1ª División (2020/2021) > Jornada 38

El ansiado récord y el ansiado (más todavía) descanso

En los Juegos que comenzarán dentro de los meses en Tokio, en el estadio o en la piscina o en el velódromo, quedarán fijados algunas plusmarcas olímpicas perfecta e inmediatamente olvidables porque los atletas que vayan a Japón van a por las medallas que allí se reparten, sinónimo de gloria imperecedera. No es el récord sino el triunfo lo que busca el deportista y por eso compareció el Sevilla tan de vacaciones contra el Alavés: consciente de que podía llegar a 77 inéditos puntos… y más consciente todavía de que tal logro significaba cero, la nada dividida entre mil. La cosa, así, sumergió a quienes tuvieron el infortunio de presenciarla –de grado o por obligación– en un aburrimiento atroz, un tedio aplastante sólo aliviado por la certeza, ¡albricias!, de que pasaremos los tres próximos meses sin soportar semejantes tostones.

Los entrenadores no piensan así, ellos son de otra raza. Se vio cuando Alejandro Darío Gómez conectó, metido ya el partido en el descuento, el derechazo que decantó el tanteo. Se puso el Papu a bailar junto a sus compañeros, todos muertos de la risa, mientras Lopetegui y su asistente se abrazaban al borde de la apoplejía, como cuando se marca un gol que vale la permanencia. Son un poquito cuquis, escrito quede desde la admiración y el cariño. Porque lo que querían (queríamos) todos los demás eran unas vacaciones porque este grupo ha disputado 69 partidos en 347 días. Cuatro noches ha descansado el Sevilla, de promedio, entre encuentro y encuentro los últimos once meses y medio, desde que se reinauguró la campaña 19/20 con aquel derbi (11 de junio) a la salida del confinamiento estricto.

Las titularidades de Vaclik y Franco Vázquez eran una atención de despedida que algunos optimistas irredentos pensamos que pudiera ampliarse a Gudelj, Escudero y Rekik, otros contumaces suplentes aparecidos en el once de Lopetegui como, ojalá, anticipo de un boleto sumarísimo. Tal quinteto, casi medio equipo que se va por encima del 50% con Aleix Vidal, inhabilita hoy en día a un equipo para cualquier cosa distinta a un correteo sin otro propósito que no meter la pata ni otra esperanza que un golpe de suerte para poner el marcador de cara. Nada de eso pasó en toda la noche, a pesar de que el técnico sevillista iba operando cambios para intentar agarrar la victoria. El arma elegida era el disparo desde fuera, inocente el de Óscar, malévolo pero desviado el de Suso, mordido el de En-Nesyri… ya engancharía alguna el Papu.

No podía despedirse el curso, eso sí, sin que el gran Nemanja Gudelj pusiese de gol a un rival, en este caso Joselu, al que regaló una pelota como último hombre casi sobre la hora. Galopó el gallego hasta las barbas de Vaclik, que se rubricó su notable trienio como sevillista con una parada salvadora, un pie sacado oportunamente que valió un triunfo y un récord. Honor al profesional que, aun en condiciones difíciles, cumple con su cometido hasta el último día. Sin esa intervención del moravo, no se habría podido producir el último chispazo de satisfacción del curso, ese disparo con mil efectos de Papu Gómez cuya trayectoria desquiciante paralizó a Pacheco y le dio a Lopetegui su ansiado récord. Hasta el año que viene.

Sevilla FC (1): Vaclík; Aleix Vidal, Koundé, Rekik, Escudero (Papu Gómez, minuto 73); Gudelj, Joan Jordán (Óliver Torres, minuto 55), Mudo Vázquez (Óscar, minuto 55); Suso (De Jong, minuto 73), En-Nesyri y Ocampos (Rakitic, minuto 55). 

Deportivo Alavés (0): Sivera (Pacheco, minuto 71); Ximo Navarro, Tachi, Lejeune, Rubén Duarte; Tomás Pina, Manu García, Pere Pons (Joselu, minuto 66); Facundo Pellistri (Rioja, minuto 66), Edgar Méndez (Lucas Pérez, minuto 77) y Guidetti (Battaglia, minuto 77).

Goles: 1-0, minuto 93: Papu Gómez.

Árbitro: Díaz de Mera (castellano-manchego). Amarillas para Aleix Vidal y Julen Lopetegui.

Koundé

En su sitio, tirando para arriba. Cerró ante el Alavés una temporada excepcional.